CASTELLÓ. Dotar a Vila-real de suelo urbano industrial de calidad y moderno, mejorar las condiciones de las empresas instaladas y generar un polo de atracción de inversiones y oportunidades. Con estos objetivos, Vila-real ha dado el paso definitivo para convertirse en el centro neurálgico de la innovación y la gestión cerámica con la reactivación del nuevo PAI del Clúster de la innovación cerámica Ciutat de Vila-real.
Después de un arduo trabajo para redefinir y reimpulsar el antiguo polígono de la carretera de Onda que quedó paralizado con la crisis de 2008, el proyecto ya está de nuevo en marcha para dotar de infraestructuras y urbanizar los más de tres millones de metros cuadrados de esta zona industrial.
“Han tenido que pasar 24 años, cinco crisis y mucho trabajo de gestión para retomar un proyecto industrial fundamental no sólo para Vila-real sino también para la comarca y la provincia”, asegura el alcalde, José Benlloch. El primer edil avanza que el nuevo PAI será uno de los mejores polígonos de la provincia, que ofrecerá “suelo industrial de calidad para ampliar y mejorar la competitividad de las fábricas instaladas en el polígono, y sobre todo, captar nuevas inversiones para seguir impulsando esta nueva Vila-real del siglo XXI de oportunidades e innovadora; es decir, para crear más empleo y progreso para la ciudad”.
Entre las dotaciones del PAI industrial del Clúster de la Innovación Cerámica cabe destacar las zonas verdes (220.000 metros cuadrados), carriles bici, puntos de recarga de vehículos eléctricos, iluminación led, áreas deportivas y recreativas o materiales sostenibles y reciclados para la pavimentación tanto de calzada como de aceras, así como sistemas de optimización de alcantarillado. El presupuesto supera los 44 millones de euros.
El desarrollo de este nuevo polo industrial será la palanca de impulso de otros proyectos vinculados como la mejora de las conexiones con la AP-7, pasarelas ciclopeatonales para salvar la AP-7 y la CV-20 o la cesión de parcelas para convertir el antiguo centro de capacitación agraria en un centro de investigaciones agrarias avanzado. Además, el desarrollo del PAI contempla un área integral de servicios, con 220.000 metros cuadrados de zona verde y un aparcamiento de camiones definitivo. Este polo industrial será decisivo para la captación de inversiones de la mano de proyectos tractores como la Volkswagen, la futura intermodal de la cerámica o el acceso al Puerto que potenciarán el atractivo del suelo industrial de Vila-real.
El antiguo PAI de la carretera de Onda fue aprobado en el año 1999 y modificado posteriormente, con una retasación en 2008 que ni siquiera llegó a ver la luz. La crisis financiera y la inacción del gobierno anterior acabaron por paralizar el proyecto, dejándolo en un 34% de ejecución, hasta que el gobierno del alcalde Benlloch pudo retomarlo en 2011 para desbloquearlo y modernizarlo, adaptándolo a las necesidades de la nueva Vila-real del siglo XXI. Un proceso en el que ha sido clave la voluntad de colaboración de la empresa urbanizadora Becsa-Simetría, que en estos momentos ejecuta las obras de urbanización.