VILA-REAL. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, sondea la viabilidad de ceder a la Generalitat la gestión de la histórica Escuela Infantil Municipal El Solet, que suma 55 años de antigüedad. Para ello ha solicitado a la Administración autonómica un informe que certifique si estaría dispuesta a asumir el día a día del jardín de infancia de titularidad pública.
Con ese documento oficial en la mano, el ejecutivo vila-realense sopesará las ventajas y los inconvenientes de renunciar al control de la instalación, que desde el año 1998 gestiona a través de una cooperativa privada. “Solo tenemos una escuela infantil pública pero la ley de contratos nos acarrea muchas dificultades y trabas para gestionarla en el día a día a través de la cooperativa, por ejemplo en la tramitación de las plicas cada vez que queremos licitar un contrato”, argumenta Benlloch.
Su pretensión es explorar las opciones legales existentes para firmar un convenio singular con la Conselleria de Educación que permita a Vila-real salvar los obstáculos burocráticos que ocasiona la ley de contratos sin perder todo el poder decisorio sobre El Solet. “La idea es no perder poder práctico sobre la Escuela Infantil, lograr una cesión que deje en nuestras manos el mantenimiento diario del centro pero las reformas de más envergadura sean competencia de la Generalitat, como sucede ahora con todos los colegios públicos”, explica el alcalde. “Hasta ahora lo único que hemos hecho es pedir el informe a la Generalitat, cuando lo tengamos en la mano valoraremos si ceder la gestión, que es lo que ya han hecho ayuntamientos como el de Cullera, es lo más conveniente o no”, añade.
En Cullera, el Ayuntamiento reabrió este curso su escuela infantil municipal –llamada allí l’Escoleta—tras tres años de agonizante cierre forzoso porque las instalaciones incumplían la normativa vigente. El Consell asumió el pasado mes de septiembre la gestión de l’Escoleta y Cullera se reservó sólo las tareas de mantenimiento.
La Escuela Infantil El Solet abrió sus puertas en el año 1964 dirigida solo a las madres que trabajaban en los almacenes de naranja de Vila-real. Pese a ser de titularidad municipal, está gestionada desde hace 21 años por una cooperativa. Tras la reforma y ampliación ejecutada en el año 2012 con cargo al antiguo Plan E del Gobierno, cuenta con una capacidad para 80 alumnos y seis unidades: dos para niños de 0 a 1 años, otras dos para niños de 1 a 2 años y dos unidades más para alumnos de 2 a 3 años.