CASTELLÓ. Hoy lunes Vinaròs volverá a ser el epicentro político tras la crisis desatada en la capital del Baix Maestrat en la previa de Nochebuena. El alcalde, el socialista Guillem Alsina, tenía antes de que estallara la crisis de gobierno con sus socios mayoritarios, Tots i Totes Som Vinaròs (TSV), marca local de Podemos, la junta de gobierno convocada y ha decidido mantenerla.
De esta forma, hoy a las 13.30 los protagonistas del escándalo de la recta final del año se verán las caras en el Ayuntamiento con varias cuestiones de calado como la aprobación para pedir un crédito, la convocatoria de una plaza de arquitecto técnico, liquidaciones... cuestiones de la gestión ordinaria de un gobierno municipal pero que, en el caso de Vinaròs, están muy empañadas por el conflicto desatado entre los socios.
El pasado jueves 23, la portavoz de TSV y segunda teniente de alcalde de Vinaròs, Anna Fibla, ofrecía una rueda de prensa en la que aireaba los conflictos internos del equipo de gobierno vinarocense (PSPV, Podemos y Compromís) y explicaba que "la gota que ha colmado el vaso" fue la celebración del amigo invisible entre ediles del equipo de gobierno.
Tras abrir su caja, la edil descubrió con horror una cabeza de cordero degollada, vísceras y ojos de cordero en un túper. Ese presente ha desatado la crisis que ha herido de muerte el pacto de gobierno.
El edil de Urbanismo, José Chaler, pidió perdón en privado y en público pero tras convocar a la asamblea local, Podemos lo tiene claro: o dimite el concejal o se rompe el gobierno.
El alcalde, en cambio, ha decidido resistir la presión hasta hablar con su concejal que está fuera de Vinaròs hasta el próximo 30 de diciembre.
La actitud de los protagonistas de hoy determinará si pese al conflicto la gobernabilidad está salvada o si, desde este mismo momento, el alcalde socialista se ve impedido para aprobar las cuestiones que se abordarán hoy en la junta de gobierno, lo que sería una gran estocada a la coalición tripartita de Vinaròs.