"Nos están fulminando uno a uno con denuncias falsas y el día que ustedes quieran reaccionar, les habrán fulminado también a ustedes". Es imposible olvidar aquel día 21 de junio de 2022, cuando Mónica Oltra anunció su despedida tras ser imputada en la causa de su exmarido. Hace unas semanas fue absuelta y la denuncia, archivada. El gobierno del Botànic quedó tocado y hundido. Llevo varios años denunciando en estos artículos el veneno que la derecha y su ultraderecha viene inoculando a una sociedad desde sus siglas, desde voceros pseudoperiodistas y desde pseudomedios. Esto es muy grave e importante porque ha tocado profundamente al colectivo periodista honesto y profesional. Vienen jugando con la credibilidad de los medios serios, sembrando dudas, barro y falsedades
Estas redes mafiosas, impulsadas con inyecciones económicas institucionales a los pseudomedios, a pseudoperiodistas, a canales online que nacen y mueren según van sembrando mentiras y odio, vienen operando desde hace tiempo. Lo cierto es que la derecha y su ultraderecha nunca han respetado ni soportado que la ciudadanía vote libremente y un gobierno progresista y de izquierdas gobierne este país desde la Moncloa o desde las comunidades autonómicas, Diputaciones o ayuntamientos.
En Castelló hay mil ejemplos. ¿Quién no recuerda a aquel presidente de la Diputación del PP, imputado en infinitas causas de corrupción, prevaricación, etc… cuando escribió una carta al entonces presidente Aznar para solicitarle que paralizara las obras de remodelación de la carretera N-232 a su paso por Morella porque había un alcalde al que machacar paralizando esta mejora en la calidad de vida morellana?. Hizo lo mismo con otras historias, arrebatando la gestión municipal del castillo de Morella. No hay que perder la memoria, porque amenazaba a otros muchos políticos y municipales.
Son una mafia, en la que embarcan a empresas y particulares, como si impusieran un ‘impuesto revolucionario’ a la causa de seguir mandando, de permanecer en un poder que siempre han creído como propio, por derecho divino, de herencia bendita de la dictadura franquista.
Es imposible olvidar lo que esta derecha, la misma de siempre, hizo contra el presidente Adolfo Suarez que buscó el diálogo y el acuerdo en tiempos muy difíciles, los inicios de la transición. Suarez no pudo más y dimitió para contener la ira, el acoso, el odio y un anunciado golpe de estado, que acabó siendo una realidad. Pero, la caspa, autoritarismo franquista, la derecha y su ultraderecha, provocaron el efecto boomerang de una arrolladora victoria socialista. Nunca se entenderá que su hijo acabara militando en las filas del PP.
Después sucedió con el presidente Felipe González. ¡Váyase señor González!. Y llegó el mega Aznar que cuando era candidato a la presidencia de Castilla y León acusó y persiguió al socialista Demetrio de Madrid de corrupción, que dimitió y dos años después resultó que era inocente. Mientras, Aznar se reía de todo un país en sus vacaciones en Oropesa, se reía con los chistes de aquel imputado presidente de la Diputación y reía a grandes carcajadas compartiendo con el mismo PP que hoy dirige ayuntamientos de varios municipios castellonenses. El mismo Aznar que creó una teoría de la conspiración para mentir descaradamente a un país tras los atentados del 11M.
Por cierto, estos días ha resurgido una entrevista de 1998 a Luis María Ansón, ABC y La Razón, en la que explicó detalladamente cómo se acosó y derrotó a Felipe González “desde el sindicato del crimen” y también dijo que “pasó lo mismo con Zapatero al que acusaron de presidente ilegítimo que había ganado por los atentados del 11M”. Tras aquel 11M volvió a producirse otro efecto contrario, el presidente Zapatero ganó las elecciones y, claro, sufrió en primera persona el acoso, las falsas informaciones apoyadas por esas cloacas, medios voceros de la derecha y su ultraderecha, y sufrió como nadie la persecución de su familia, de sus hijas y su esposa.
Llegó Mariano Rajoy y con él regresaron las cloacas más feroces, más crueles. Tras descubrirse la Caja B del PP, la rehabilitación de la sede de la calle Génova, y los grandes casos de corrupción, que ya existían, pero que iban creciendo en los tribunales, era urgente poner en marcha la maquinaria del barro más letal. Los casos, entre otros, de Rato, Fernández Díaz, Cospedal, Zaplana… eran demasiada podredumbre en filas propias. Rajoy no lo soportó y en su escaño de presidente del Gobierno queda la imagen del bolso de la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.
Y en tiempos de Rajoy, el poder policial bajo dictado de varios ministros del PP comenzaron a investigar a la familia de Pedro Sánchez. Hace ya tiempo de estas vergüenzas institucionales. Y siguieron con Pablo Iglesias e Irene Montero, ya me dirán qué familia puede soportar tanto escrache en las puertas de su casa e, incluso, en sus vacaciones en una pequeña aldea asturiana de la que tuvieron que escapar.
Son insoportables las prolongadas barbaridades que se han publicado contra tantos y tantos cargos institucionales progresistas y sus familias, las denuncias basadas en falsas informaciones difundidas por pseudoperiodistas como Cristina Seguí, Javier Negre, Quiles, Alvise… con sus canales online vertiendo mentiras, insultos, odio, acosando a personas. Creo, que hay que poner nombre a esos pseudomedios que han ido surgiendo desde qué Pedro Sánchez es presidente. OK Diario, The Objective, Libertad Digital, Esdiario… hay más. Por cierto, en varios de estos medios colaboran habitualmente cargos institucionales del PP y de VOX. Bueno, también hay firmas de la izquierda que han pecado de ingenuidad.
Hay que señalar con el dedo a estas falsas cabeceras que tanto daño hacen al resto de medios. Los colegios oficiales de periodistas de este país se han puesto manos a la obra para detener tanta ignominia y tanta falsa información. Y hay que señalar a los pseudosindicatos, Manos Limpias, Hazte Oír o Abogados Cristianos que tanto ha embarrado la ciudad de Castelló. Decir, además, que las mentiras han sido denunciadas y confirmadas.
He firmado el Manifiesto suscrito por miles de periodistas para acabar con esta máquina del fango, con este golpismo que viene desarrollándose desde hace tiempo. Sufrimos otras formas de golpe de estado, sufrimos una grave crisis de la verdad, ese concepto que debe hacernos libres. Hay demasiados casos de acoso y derribo, pero "el ataque de la ultraderecha mediática y judicial contra la esposa del presidente del Gobierno es un nuevo intento de subvertir, mediante medios ilícitos, la voluntad expresada en las urnas". Y coincido plenamente en la connivencia de la oposición y los medios ultraderechistas en el golpismo y máquina de fango que estamos sufriendo como ciudadanía.
Hoy sabremos qué decisión adoptará el presidente del Gobierno. Ayer mi vecina Carmen se sentía abatida. Siempre es lo mismo, siempre son los mismos.
Ayer comimos cocido madrileño que preparé a modo relajación, inspirando y expirando los aromas de la gran cazuela. Mi querido amigo Alberto, desde València, también cocinaba un exquisito puchero. Las ollas, los cocidos, los pucheros alivian toda agonía.
Hay tristeza y preocupación ante lo que puede suceder este lunes. Mi vecina, que navega perfectamente por las redes de internet, me recordó lo qué ha pasado con tantos cargos institucionales imputados en denuncias basadas en hechos falsos. Nos sentimos solidarias con Ali Brancal, Enric Nomdedéu y Miquel Torres que hace un año fueron absueltos de una denuncia del PP de Castelló. Tenemos muy presente a nuestra estimada Mónica Oltra, a Toni Lorenzo.
Mi vecina Carmen ha explorado a fondo las redes y puede decirse que el fascismo está desplegando las mismas redes ultras, pseudomedios y el golpismo de toga contra los gobiernos progresistas. Acusando a quienes después fueron absueltos e inocentes. Pasó con Dilma Roussef y Lula, en Brasil, posibilitando la victoria de Bolsonaro. Ha pasado, entre otros, con Antonio Cósta, Nichola Sturgeon, Jacinda Arden… El acoso es insoportable e infame en este mundo.
Carmen me preguntó cómo se puede sobrevivir frente a tanta ignominia y acoso en mi casa y en mi familia. Cuando el presidente Sánchez habla de su familia, entiendo perfectamente el hartazgo, la angustia y el dolor. Conviviendo durante más de tres décadas, siendo, además, periodista, con un alto cargo institucional socialista he sufrido humillaciones, calumnias, persecuciones y el desempleo. Pero, sobre todo, he sufrido mucho por el acoso a su persona, a mis hijos, a su familia.
Hemos vivido mucho tiempo soportando a un señorito provincial de la derecha de siempre. -Por cierto, recomiendo el podcast del periodista Miquel Ramos, Dios, Patria, Yunke, donde ha investigado las redes ultras de este país-. Hemos soportado demasiado, le recordaba a mi vecina que este señorito escribía artículos de media página, machistas y prepotentes, contra mi persona acabando siempre con la coletilla “póngame a los pies de su marido”. Yo solo contaba lo que estaba pasando, aquello que le llevó imputado a diversos tribunales.
Y esa persecución no se ha detenido, siguen propagando bulos y haciendo un daño inmenso. Porque hasta Morella han llegado esos pseudoperiodistas persiguiendo a las personas, mereciendo el más exquisito trato del PP de siempre, planteando preguntas de falsa información y recibiendo la respuesta de vecinas que no se plantearon que eran utilizadas. Tremendo. Es el modus operandi.
Comimos con la preocupación a cuestas. Porque hay que poner en valor la convivencia, el diálogo y el respeto, porque creemos que este país, que evoluciona mejor que nunca, tiene que reflexionar. Porque esto va más allá de Pedro Sánchez. Porque debe asustarnos el retroceso, la exaltación del franquismo y fascismo, y no solo viene de Vox. Porque esto es un golpe de estado, y hay que salvar la democracia.
Buen lunes. Buena semana. Buena suerte.