CASTELLÓ. Ya hay explicación para las prisas que la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, exhibió hace ahora una semana en Castelló. Justo el mismo día en que la recientemente nombrada titular de la cartera estatal de infraestructuras visitaba por primera vez la provincia, y a la misma hora, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil se personaba en las oficinas de la Autoridad Portuaria de Castellón.
El motivo de la visita de la UCO, desplazada desde Madrid por orden de un juzgado de València, fue la solicitud de "los expedientes de unos contratos de los años 2012 y 2013", tal y como reconocen a este diario desde la Autoridad Portuaria. De esta manera, la investigación judicial está relacionada con algún delito de tipo económico, que son los que se encarga de investigar esta rama del cuerpo armado.
La investigación, en la que la Autoridad Portuaria castellonense colaboró en todo momento, se retrotrae de esta manera casi una década atrás, cuando había una presidencia y equipo directivo diferente al actual.
Se da la circunstancia de que ambas visitas, la de la UCO y la de la ministra, coincidieron totalmente. Hasta el punto de que, cuando Raquel Sánchez abandonó la sala Varadero -en las antiguas atarazanas del puerto-, en el exterior había una pareja y un vehículo de la Guardia Civil, al contrario de lo que sucedía a primera hora de la mañana, cuando eran las policías Nacional (sobre todo esta), Local y Portuaria las que se encargaban de la seguridad.
En esta cuestión reside, de esta manera, la explicación de la precipitada cancelación de la visita al puerto de Castellón que debía realizar la ministra y que, también de forma urgente, se había organizado por parte de su gabinete y de la Autoridad Portuaria. Una cancelación que sorprendió a todo el equipo que trabajaba en el recinto para que todo estuviera dispuesto en el recorrido de Raquel Sánchez.
Aunque esta visita no llegó a figurar en la agenda de la titular de Transportes, se dispuso de forma precipitada después de que su gabinete cancelase, también repentinamente, su desplazamiento hasta Vinaròs, donde debía firmar un protocolo de actuación de Agenda Urbana con el Ayuntamiento.