Cuentan que la civilización Occidental ha alcanzado el progreso del que hoy disfrutamos, gracias a la capacidad de las personas de cuestionar los teorías, normas o principios, ya sean científicos, sociales o políticos, que se adquieren por educación o se les imponen por la sociedad, siendo capaces de formar una opinión propia que les permite actuar o pensar de forma diferente a la mayoría, y en el 2023 éste espíritu crítico, ha continuado desaparecido en combate de nuestras sociedades, con el consiguiente retroceso en todos los índices civilizadores.
Y en parte todo tiene su lógica, si la emergencia pandémica nos encerró en nuestras casas de una forma inconstitucional, según sentencias del máximo Tribunal vigilante del cumplimiento de la Carta Magna (larga vida), sin grandes contrariedades y casi con el aplauso de una gran parte de la población, ahora se prodigan los conflictos y guerras donde, ya lo saben, la verdad, como diría Esquilo de Eleusis, es la primera víctima. Porque las personas independientemente de que sean mujeres u hombres, deben de tener su propio criterio para poder actuar con Libertad, ya saben aquello del Nazareno de “la verdad os hará libres”, aunque los más carcas o provocadores le echan la culpa a Eva y su fruta prohibida de todos los males, u otras, las de la ideología de género responsabilizan al Heteropatriarcado opresor.
Para comenzar el resumen, aunque sea triste Iniciarlo así, comenzaremos con uno de los elementos singulares del año, las guerras; por qué en febrero se celebró el primer aniversario de la invasión de Ucrania, u operación militar especial (que diría el Kremlin) por parte de la Rusia de Vladimir Putin, en concreto el 24. Si ese año 2022, a pesar de los pesares (de la invasión) fue en parte positivo para Ucrania y su presidente Volodímir Zelenski por su sorprendente resistencia frente a su agresor ex-soviético, es en este año 2023, cuando la contraofensiva ucraniana del verano, no ha tenido todo el éxito esperado, e incluso sus fuerzas se están en algunas posiciones fortificando y atrincherando, signo de adoptar una posición pasiva o a la defensiva.
Si a lo anterior le añadimos el cansancio de los propios (ucranianos) y extraños (los estadounidenses con un segundo frente belicoso abierto en Oriente Medio) de la guerra, nos da como resultado la palabras confiadas de Putin esta semana pasada, en lo que algunos denominan el camino hacia el alto el fuego, para enquistar el conflicto como en otros espacios ex URSS post guerra fría. Si a lo anterior, añadimos que los grandes intereses y potencias en liza han alcanzado en parte sus objetivos, más cerca estaremos en llegar a una tregua.
Y por qué, pues porque Estados Unidos ha desgastado de forma contundente, las capacidades militares rusas, ha predispuesto a Europa contra el expansionismo chino, a la vez de hacer caja, primero sustituyendo el gas ruso por el gas GNL de sus explotaciones de fracking, y segundo su gran complejo industrial militar, recordemos las palabras de advertencia del presidente Ike Eisenhower en 1961, ha incrementado la venta de sistemas de armas, suministros, municiones y todo tipo de pertrechos de guerra a Ucrania y al resto de países europeos, haciendo como nunca negocio, más si cabe que en la propia Guerra Fría. Por su parte Rusia mantiene su salida a los mares de aguas calientes, a través de la península de Crimea y su base de Sebastopol, que además del puente del estrecho de Kerch (tantas veces ya atacado) mantiene una gran franja de tierra entre el río Dniéper y al sur de Zaporiyia hasta el mar de Azov, donde se encuentran Melitopol y Mariupol, que une la península citada a la región del Donbass con sus dos repúblicas rebeldes y el territorio ruso. Y finalmente a la China de Xi Jinping, no le interesa que continué la guerra por todos los perjuicios y obstáculos que provoca al comercio y a los intercambios económicos mundiales, entre los que se encuentran el problema de las sanciones.
Muchos de ustedes, se preguntan y qué pasa con Ucrania y Europa, pues en esta triste historia, como en otras tantas, Ucrania pone el tablero de ajedrez en esta peculiar partida entre piezas azules contra rojas, y sobre todo pone los muertos; y de nosotros, ya saben el dicho aquel del político belga Mark Eyskens (ministro de AAEE) Europa es un gigante económico (aunque ahora menos), un enano político (cada vez más), y un gusano militar, nosotros ponemos el dinero y la crisis institucional.
Por su parte el Oriente Medio inició el año 2023 con cierta estabilización entre los dos bloques, suní y chií, gracias a la mediación de China (ejerciendo de superpotencia); y en el otro sempiterno enfrentamiento de musulmanes contra hebreos, también, tras los acuerdos de Abraham alcanzados durante la administración de Donald Trump, se seguía avanzando en la pacificación de las relaciones entre el mundo árabe, principalmente suní, y el Estado de Israel. Sin embargo, precisamente, cuando se estaba a punto de establecer relaciones diplomáticas entre los judíos y el país guardián de los santos lugares del Islam, Arabia Saudí, llego el 7 de octubre con el ataque de los terroristas palestinos de Hamas contra Israel.
En aquel fatídico día de octubre el mundo dejó de mirar a Kiev, y a las trincheras de esos dos pueblos eslavos que se están matando, y puso sus ojos sobre la Franja de Gaza. Desde luego fue sorprendente y escandaloso ver como golpeaban a los cadáveres y a las moribundas violadas (aún no he visto las manifestaciones de las feministas en defensa de esas israelitas), mientras sus cuerpos eran arrastrados con motos o estaban cargadas como fardos en la parte trasera de pick-up por las calles de Gaza city, buscando y provocando la contundente y dura, respuesta del Estado, democrático y de derecho, de Israel, buscando así victimizarse frente al mundo (el mismo mundo que no le importó los 9 meses de asedio de la ciudad de Mosul con exterminio de Kurdos y cristianos, o el genocidio de estos en Nigeria con los últimos atentados otra vez en Nochebuena), y seguir con la espiral de muerte y destrucción de la acción y reacción que siempre busca el terrorismo, aquí en España de este tema tristemente conocemos bastante, pues más de 300 asesinatos, por ejemplo, están por esclarecer, sin que muchos de esos que ahora ocupan cargos públicos hayan colaborado en su esclarecimiento.
Este conflicto, auspiciado sobretodo y patrocinado por la República islámica de Irán, ha vuelto a retratar al mundo en dos grandes bloques, uno que como diría Ronald Reagan, es el eje del mal, compuesto por Rusia, China, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Cuba, etcétera, frente al bloque de las democracias encabezadas por Estados Unidos. Y a su vez ha inducido otro conflicto, o mejor dicho, lo ha reactivado y le ha dado una nueva perspectiva más internacional si cabe, que es el conflicto del Yemen, esa guerra civil que continúa y continúa, y en la que los rebeldes Huties tras atacar, lanzando misiles balísticos a Israel, han decidido, además de felicitar a nuestro presidente, atacar el tráfico marítimo del mar Rojo, por lo que las principales empresas navieras del mundo como la Maersk, MSC, Hapag-Lloyd o Evergreen Line empezaron a alterar su trafico maritimo dejando de lado el Mediterráneo, y dando la vuelta a África por el Cabo de Buena Esperanza. Todo ello ha incrementado los costes de los fletes marítimos, por lo que no es nada bueno para la Economia en estos complejos tiempos, y directamente supone una amenaza para la ampliación y explotación de la nueva terminal del puerto de Valencia, pues se iba a hacer cargo MSC, aunque al final y gracias al Tio Sam parece que algunas de ellas han cambiado de idea, y otras lo pueden hacer, por la operación militar de la US Navy y 10 países más (no se sabe al 100% si España participará o no), al igual que se hizo con la operación Atalanta y los piratas somalíes, por lo que otra vez nos sacaran las castañas del fuego.
Ya saben, el mundo, la geopolitica, se rige por dos factores, intereses y poder.
Continuará...