VALÈNCIA. El tirón de las energías renovables ha generado en los últimos años un gran 'apetito' inversor con varios proyectos en la Comunitat Valenciana, especialmente en el segmento fotovoltaico. Unos desarrollos que, en algunos casos, promueven la instalación de 'megaplantas' en el paisaje valenciano, lo que ha puesto en pie de guerra a algunos municipios. Este es el caso del consistorio de Chiva, el de Moixent o la Font de la Figuera que batallan por defender la singularidad de sus tierras. Una polémica que ha llevado a la patronal de la energía de la Comunitat Valenciana, Avaesen, a tomar posiciones.
"La Comunitat Valenciana tiene sus particularidades y nadie puede venir aquí con planteamientos estándares de otras zonas porque se está equivocando.No debería hacerse ninguna fotovoltaica en contra de lo que opina el territorio donde se va a implantar", subrayó el presidente de Avaesen, Marcos J. Lacruz, durante la presentación del 'Manifiesto por el desarrollo racional de las energías renovables', impulsado por la asociación junto a 76 ayuntamientos, las diputaciones de Valencia y Alicante y la Generalitat.
En este sentido, reivindicó el papel de las renovables y su desarrollo de forma "racional" al tiempo que puso el acento en que la mayoría de proyectos que se están tramitando en la autonomía valenciana nada tienen que ver con los 'macroproyectos' que han suscitado la polémica. "No queremos que se extienda una mancha sobre las renovables por grandes megaplantas depredadoras. Ni es el modelo en esta tierra ni el que va a imperar", remarcó.
Desde hace meses, los consistorio de Moixent y de la Font de la Figuera hacen frente al 'boom' de solicitudes que han recibido por parte de empresas y fondos de inversión para instalar parques fotovoltaicos en sus tierras, una vasta extensión de campos de olivos, viñas y huertas conocida como ‘Toscana valenciana’. Y, para proteger su paisaje, trabajan in extremis para modificar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). También la localidad de Chiva se ha opuesto al proyecto que promueve la firma Falck Renewables que supondrá, en su primera fase, una ocupación de 394 hectáreas.
Un rechazo que desde Avaesen piden que no se traslade al conjunto del sector dado que no todos los proyectos son iguales. De hecho, aseguran que de los 12.000 MW que se están tramitando en la Comunitat Valenciana ni todos se llevarán a cabo ni serán "razonables". "La mayoría de promociones en la Comunitat no son así. No juzguemos todo el esfuerzo colectivo por las 'megaplantas' porque sería injusto para el sector", remarcó para incidir en que Avaesen está en contra de "desarrollos abusivos".
Eso sí, quiso dejar claro que algún gran proyecto será susceptible de salir adelante en la autonomía, pero no será la tónica general. Y es que, a su juicio, tiene que haber una justificación y un criterio perfectamente claro y evaluado desde el punto de vista de Industria y Medioambiental a la hora de construir plantas de energías renovables.
"No deberíamos forzar mucho la máquina para hacer determinadas actuaciones que tienen a la sociedad en contra. No nos echemos también encima a la sociedad por intentar cumplir un objetivo que está puesto en un número porque, para que esto triunfe, hay que estar muy cercano al territorio. El proceso de participación pública y las entrevistas con ayuntamientos y entidades locales son importantísimas", insistió Lacruz.
Por tanto, consideró que el consenso y la racionalidad deben ser dos factores que se deben tener en cuenta a la hora de poner en marcha cualquier iniciativa privada. "La revolución energética, la penetración de las renovables, tiene que ser en consenso con la ciudadanía y una cuestión de todos", subrayó. Por tanto, como paso previo, afirmó que las empresas que quieran plantear instalaciones deben "conocer bien la sensibilidad" del lugar al que van.
En esta línea, el 'Manifiesto por el desarrollo racional de las energías renovables', presentado este miércoles y respaldado por 76 municipios de toda la Comunitat Valenciana, además de diputaciones y Generalitat, aboga por "un desarrollo racional de las energías renovables" para lo que aboga por "hacer partícipe a la ciudadanía a través de consultas ciudadanas" para lograr así el mayor consenso posible" para que la instalación de energías renovables se haga "de forma respetuosa sobre el territorio, preservando el valor ambiental y patrimonial de las zonas donde se instalen".
El documento subraya que las energías renovables y desarrollo local "deben ir indisolublemente unidas y deben convertirse en una herramienta para luchar contra la despoblación, fomentando la profesionalización de la mano de obra y su contratación a nivel local". También invita a utilizar nuevas iniciativas como las comunidades energéticas locales para la "expansión en el mayor número de municipios posibles".
Y es que, como recuerda el Manifiesto, "el mundo está atravesando una crisis global sin precedentes" y "Europa necesita una nueva estrategia de crecimiento que transforme la Unión en una economía moderna, competitiva y eficiente en el uso de los recursos". Así, incide en que la Unión Europea se ha marcado como objetivo ser el primer continente neutro en emisiones antes de 2050 y, para conseguirlo, reivindica el papel de las energías renovables como "principal palanca de transformación para liderar una transición ecológica, ordenada y justa".
"Las renovables son la mayor fuerza de cambio de nuestra sociedad y economía: contribuyen a mitigar el cambio climático; generan ingresos municipales, empleo estable, cualificado y de calidad, ayudando a evitar el despoblamiento de zonas rurales; impulsan las economías locales; y representan una oportunidad de diversificación industrial, generando nuevas cadenas de valor y actividades empresariales intensivas en innovación", reivindica el documento.
En este contexto, el texto ya avisa de que la Comunitat Valenciana es uno de los territorios que más pueden sufrir los efectos del cambio climático, "tanto por el devastador efecto en los municipios costeros de la subida del mar Mediterráneo, como por la afección del calentamiento global al medio natural". Una situación que ha abocado a un gran desarrollo de las energías renovables, lo que, según incide el Manifiesto promovido por Avaesen, "hace más necesario que nunca que la racionalización en su expansión sea la base sobre la que se construya un sistema sostenible" para que "la transición energética no sólo sea compatible con la biodiversidad, sino el más firme aliado de su preservación y de nuestra forma de vida", concluye el Manifiesto.