Ayuntamiento de Castelló y Diputación Provincial: ¿por qué tienen 27 ediles y otros tantos diputados?

CASTELLÓ. ¿Por qué las corporaciones del Ayuntamiento de Castelló y la Diputación Provincial se componen de 27 concejales y otros tantos diputados? Ambas instituciones, las más importantes de la provincia, tienen el mismo número de gobernantes no por casualidad, sino en aplicación de una escala que viene recogida en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (Loreg).

El artículo 179 establece que cada término municipal se constituye en una circunscripción en la que se elige la cifra de regidores en función de la cantidad de habitantes. Así, hasta 100 residentes le atañe tres munícipes; de 101 a 250, cinco; de 251 a 1.000, siete; de 1.001 a 2.000, 9;  de 2.001 a 5.000, 11; de 5.001 a 10.000, 13; de 10.001 a 20.000, 17; de 20.001 a 50.000, 21; y de 50.001 a 100.000, 25.

De 100.001 empadronados en adelante, un concejal más por cada 100.000 residentes o fracción, añadiéndose otro cuando el resultado sea un número par. Es el caso de la capital de la Plana que, con 171.728 habitantes (INE), le corresponden en realidad 26 ediles, pero se le agrega otro (esos 27) para evitar que en las votaciones, y siempre en caso de empates, la presidencia deba ejercer su voto de calidad (doble) como si se tratara de una norma preestablecida.

El epígrafe 204 de la misma ley aborda el reparto de representantes en las diputaciones. Aquí, la tabla es más sencilla: hasta 500.000 residentes, 25 diputados; de 500.001 a 1.000.000, 27; de 1.000.001 a 3.500.000, 31; y de 3.500.001 en adelante, 51.

Según el último censo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) referido a 2019, la provincia de Castelló cuenta con 579.962 habitantes. La suma se traduce en 27 diputados de acuerdo con el patrón de la Loreg.

Tanto una escala como la otra ponen de manifiesto una certeza sobre las actuales corporaciones del Ayuntamiento y Diputación. Ninguna de las dos crecerá en cuantía durante las próximas décadas. Para que así ocurriese la población de la capital de la Plana y de la provincia tendrían prácticamente que multiplicarse por dos, lo que resulta improbable si se toma como referencia la proyección demográfica del INE hasta 2068, año en el que incluso se prevé un descenso en el guarismo de residentes en España.