CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló avala que el Grupo Pamesa construya su centro de materias primas junto a TAU. La aprobación de la declaración de interés comunicatoria a cargo de la Junta de Gobierno Local supone el penúltimo trámite administrativo. Ahora, corresponde al servicio territorial de Urbanismo aceptar el informe favorable para dar vía libre, lo que se prevé que ocurra en las próximas semanas, ya que se trata de un proyecto de "interés general", como explica el portavoz del ejecutivo local, José Luis López.
El permiso municipal que justifica la necesidad de implantar la actividad industrial en suelo no urbanizable solo tiene una vigencia de tres años, cuando lo normal es que se conceda por un periodo de 15. El motivo radica en que el nuevo Plan General contempla para esa zona, comprendida entre la CV-16, el cauce del río Seco y el centro penitenciario, un urbanismo en estos términos, por lo que el cambio de uso de la superficie en el futuro, una vez que entre en vigor el planeamiento urbanístico, simplemente requerirá por parte del primer fabricante europeo de azulejos y baldosas de la solicitud de la licencia definitiva.
De hecho, según explica el propio López, la planta se ajusta precisamente a las necesidades de desarrollo que determina el marco legal, con lo que "quedará regularizado cuando esté el Plan General", matiza. "Hay mucho interés por parte de la mercantil, porque dará solución a los problemas de polvo y contaminación del puerto", añade el portavoz del ejecutivo, en referencia al traslado de las toneladas de arcillas y feldespatos que se amontonan en la actualidad a cielo abierto en PortCastelló, más específicamente en la dársena sur. En las campas del distrito marítimo, el conglomerado azulejero acumula productos procedentes Turquía o de Ucrania.
La ejecución del centro de materias primas arrancó a finales de 2020 con los movimientos de tierra y se enmarca dentro de la nueva estrategia del Grupo Pamesa de optimizar recursos e impeler políticas sostenibles. Además de la planta de Castelló, acomete otra en Onda, lo que implica una inversión de 70 millones de euros, como así desveló el presidente de la compañía, Fernando Roig, en abril.
La infraestructura que se localiza en la capital de la Plana ocupa cuatro parcelas. Una de 9.274 metros cuadrados. Otra de 8.431 m2. Una tercera de 35.691 m2 y la cuarta y más grande, de 82.421 metros cuadrados. En total, una extensión de 134.394 metros cuadrados.
La declaración de interés comunitario recoge las principales características del centro. Por ejemplo, la superficie de la planta cubierta para acumular el material (66.000 m2), así como los espacios exteriores de pavimentos (16.426 metros cuadrados) o el garaje y taller para maquinaria (1.200 m2). Otras instalaciones se refieren a las básculas (168 metros cuadrados), las zonas ajardinadas (7.027 m2) y el vallado (368 metros lineales). Solo estas actuaciones representan un desembolso de 9 millones de euros, de acuerdo con lo que establece la ficha de datos técnicos que figura en la Conselleria de Obras Públicas.