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EL FIN DEL ESTADO DE ALARMA POSIBILITARÁ al ayuntamiento estudiar las distintas posibilidades

Castelló valorará el nuevo marco legal de las tascas a partir del 21 de junio para retomar las mediciones

16/06/2020 - 

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló valorará el nuevo marco jurídico de las tascas a partir del 21 de junio para reanudar las mediciones. El fin del estado de alarma levantará casi todas las restricciones actuales y permitirá abordar las distintas alternativas que, en ningún caso, pasarán por retomar de manera inmediata la monitorización.

Fuentes municipales advierten que habrá que esperar semanas, por no decir meses, con vistas a que tanto la calle Barracas como Isaac Peral, principales focos de contaminación acústica, presenten unas condiciones parecidas a las que precipitaron la contratación del servicio de evaluación. Existen dos variables que invitan a pensar que esas singularidades todavía tardarán en el tiempo. Por un lado, la prohibición de promover aglomeraciones en la vía pública. Por otro, la decisión de los propios empresarios de mantener sus negocios cerrados, al menos, hasta septiembre.

Con el arranque de la Fase 3, solo Amado permanece abierto, pero más por las mesas y sillas que por los veladores, ya que tiene autorización como terraza para instalar mobiliario exterior en la plaza Santa Clara. Los demás establecimientos continúan con sus persianas bajas y, en principio, la pretensión de reabrir al 100% va más allá del verano.

En este contexto, con la nueva normalidad los técnicos municipales comenzarán a estudiar las diversas soluciones para reactivar, con garantías legales, el servicio de control, adjudicado a Acusttel a finales de enero. El contrato estipula que el seguimiento del ruido se debe realizar durante un año. Antes de que estallara la crisis sanitaria por la covid-19, las siete estaciones acumulaban registros de apenas un mes, periodo insuficiente para extraer unas conclusiones preliminares.

Aunque ese periodo no se perderá en el histórico, lo cierto es que cuando se restituya la monitorización será prácticamente como comenzar de cero. En consecuencia, barajar en estos momentos un hipotético horizonte para valorar la supresión de la ZAS supone hacer castillos en el aire.

Espacio gastronómico

Si no hubiera sido por la irrupción del coronavirus, a estas alturas del año el Ayuntamiento de Castelló ya habría podido realizar un primer diagnóstico de situación sobre las tascas. Incluso, de haberse acreditado una progresiva reducción de los niveles de decibelios, hubiese sido posible plantear su protección como espacio gastronómico, dando un primer paso para asegurar la supervivencia de los locales.

Sin embargo, esas previsiones se convierten en papel mojado. De hecho, si bien las concejalías afectadas no han dejado de trabajar acerca de los posibles escenarios, serán las autoridades sanitarias las que determinen finalmente el futuro de las mediciones de las tascas en los próximos meses.

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