CASTELLÓN. El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) continúa profundizando en la implantación de la estrategia 4.0 en la industria cerámica y lo hace a través de la incorporación de algo tan fundamental para este sector como es el correcto procesamiento de datos estratégicos en el ámbito de mercado.
Así, dentro del proyecto Cebra+, una extensión de su antecesor Ceramic Brain, en el que ya se está implantando la fábrica 4.0, el ITC está desarrollando otro sub-proyecto: Dataker, cuyo objetivo es llevar a cabo un análisis de factores críticos para el mercado de la cerámica utilizando las técnicas de big data.
El proyecto Dataker cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) a través de los Fondos Europeos Feder de Desarrollo Regional y, según fuentes del ITC, “pretende aportar soluciones al sector cerámico frente al caos existente en la actualidad en torno a los datos estratégicos y de mercado disponibles en un sinfín de fuentes. Algunas ni siquiera están localizadas y no están siendo explotadas por las empresas”.
“Este proyecto -continúan las mismas fuentes- supondrá un antes y un después en la manera de visualizar los datos más relevantes para el sector cerámico y abrirá un abanico de posibilidades de trabajo en este campo, tanto para el ITC como para todas las empresas que conforman el clúster cerámico de Castellón”, según han señalado fuentes del ITC a través de un comunicado.
El big data es un concepto que hace referencia a un conjunto de datos tan voluminoso, que las aplicaciones informáticas tradicionales no son suficientes para tratarlos. Este concepto incluye la denominada Ciencia de Datos, que parte de un elevado número de datos generados por un conjunto de usuarios que son tratados mediante modelos matemáticos y estadísticos. Con ello se elaboran una serie de algoritmos que, mediante aprendizaje automático (o machine learning) pueden predecir comportamientos futuros y, por lo tanto, fundamentar debidamente las decisiones que tome la empresa, según explican las mismas fuentes.
En la ciencia del big data es muy importante la captura de datos que generan las personas, por ejemplo, al enviar correos electrónicos, mensajes de whatsApp, contenidos en redes sociales, o también a la hora de realizar transacciones comerciales, a través de la navegación por Internet o la venta electrónica. También ofrecen un volumen importante de información las máquinas de medición con sensores de temperatura, de luz, de altura o presión, gracias al empleo de tecnologías wifi, bluetooth, RFID, GPS, etc., Otros datos provienen de seguridad y defensa, incluyendo escáneres de retina, huellas digitales, lectores de cadena de ADN…
Este ingente volumen de datos se analiza, transforma y procesa, de manera que se extraigan realmente datos de valor, visibles y realmente útiles para las organizaciones que los explotan, y así poder tomar las decisiones que las ayuden a avanzar en la dirección correcta.