El 64% de las empresas no aplica ninguna innovación o no es consciente de ello, según un estudio de Redit

22/11/2019 - 

VALÈNCIA. El estudio realizado por la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valencia (REDIT), junto con la colaboración de Coto Consulting, acerca de la percepción social de la innovación el la Comunidad Valenciana, presentado este jueves en la biblioteca de Las Naves, establece que el 64% de las empresas reconoce que no aplica ningún tipo de innovación o no es consciente de ello. “Si no son conscientes de que innovan, no le darán el valor que merece”, aseguró Fernando Saludes, presidente de Redit.

Por otra parte, el 78,5% de las que dicen innovar, afirman conocer los Institutos Tecnológicos de Redit y el 36% declaran haber colaborado con ellos. En el plan industrial, los datos mejoran, puesto que el 91,7% de las empresas conocen los Institutos y más del 62% han trabajado con ellos. “Estos indicadores demuestran que los Institutos de Redit somos un referente para las empresas a la hora de organizar proyectos de innovación de alto valor añadido y de contenido tecnológico”, estableció el presidente.

“Los datos no solo demuestran que el modelo valenciano de Instituto Tecnológico fue pionero a nivel nacional e internacional, sino que fue el primero en crear una experiencia que no existía”, expuso.  Saludes establece que trabajan cada año con 12.000 empresas clientes, más de 5.000 empresas asociadas para la cuales realizan entorno a 850 proyectos de I+D+i al año. Además, cuentan con una plantilla de 1.600 profesionales y unas instalaciones de vanguardia, así como 100 laboratorios y 20 observatorios de mercado, tendencia o tecnología. “Esto nos ha posicionado como la primera red de apoyo a pymes de España en materia de innovación, tecnología y productos de alto valor añadido”, aseguró.

El presidente afirmó que Redit apuesta por mejorar la economía y la sociedad a través de la innovación y el conocimiento, así como que los estudios e informes son útiles tanto para ellos como para el resto de la sociedad en clave nacional e internacional. Saludes enfatizó en la importancia de fomentar la cultura de la innovación y transmitir la importancia de los procesos que tienen que ver con ella. “Si la sociedad no asimila la innovación como algo principal es difícil que tenga un papel preponderante”, confesó.

“La apuesta por la innovación ha de englobar a todos: administraciones, empresas, sociedad y agentes de apoyo como los institutos, universidades o agencias de investigación”, expuso. Garantizar la estabilidad del sistema de innovación, afirmó, es fundamental para abordar los retos científicos y tecnológicos. “Tenemos un largo recorrido y una gran responsabilidad para servir de apoyo a las empresas para que logren ser más competitivas”, expresó. Como sociedad, en un escenario de elevada competencia y globalizado, se debe aprovechar al máximo las herramientas existentes, defendió.

Pedro Reig, sociólogo y socio director de Coto Consulting, matizó que no significa que no innoven, sino que no tienen percepción de ello. “En industria, el porcentaje baja un poco, un 60%, pero sigue siendo elevado”, explicó. En cuanto al personal dedicado a la innovación de las empresas que se reconocen interesadas en la innovación, sale una media de tres empleados dedicados a proyectos innovadores, aunque no de forma completa. “El porcentaje de las que tienen un departamento exclusivo es menor”, expuso. “Hay un gap entre la importancia que le otorgan las empresas y la percepción de la sociedad sobre la importancia para su bienestar”, afirmó.

La industria, en cuanto a innovación, destaca en la creación de procesos y servicios. “Por procesos se entienden los de producción y métodos de distribución que sean nuevos o que aporten una mejora significativa; por servicios, la mejora de las características básicas”, expuso.

La motivación principal en empresas es actualizarse, no para destacar, sino para avanzar y ofrecer nuevos productos y una mayor capacidad de prestación de servicios. En la industria, es una mayor calidad, flexibilidad y capacidad de producción y prestación de servicios, afirmó Reig.

Los frenos que destacan en las empresas son las ayudas públicas y la percepción del coste elevado de la innovación; la industria destaca la burocracia vinculada a las ayudas, sobre todo. El concepto de industria se concreta en una percepción amplia, sobre todo por parte de las empresas, de que es algo positivo, confesó el socio director.

Tanto las empresas como la ciudadanía coinciden en que es un cambio que introduce novedades. Las empresas perciben la innovación como una aumento de valor que se traduce en una mejora de los beneficios; la sociedad cree que aporta un mayor bienestar, estableció.

Se percibe que el colectivo institucional innova poco. Por otra parte, el que más lo hace es el científico, seguido del empresarial. Además, la percepción de colaboración entre ellos es baja, aseguró Reig, así como también que otra conclusión importante es la falta de liderazgo en cuanto a innovación, afirmó.

“Estamos mejor percibidos de lo que realmente somos”, estableció. La percepción sobre la posición de la Comunidad Valenciana en el ranking de comunidades autónomas innovadoras es mayor que el porcentaje real de gasto de I+D sobre el PIB, confesó. “Estamos en el sexto lugar y la percepción social nos sitúa en el tercer lugar por parte de la sociedad y en el cuarto por parte de las empresas”, explicó.

En el posicionamiento con respecto a cómo evolucionará, hay una visión optimista, ya que se considera que se está mejor en relación a hace una década, sobre todo por parte de las empresas más que la ciudadanía. “Hay confianza en una mejora de la innovación en la Comunidad Valenciana”, afirmó.

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