CASTELLÓ. El CD Castellón ha reforzado su zona de creación con la incorporación de Josep Señé, jugador que llega cedido por el Mallorca. El centrocampista catalán (Terrassa, 10 de diciembre de 1991) se convierte en la segunda cara nueva del conjunto albinegro de cara a su regreso al fútbol profesional tras la adquisición de Jesús Carrillo y se sumará a sus nuevos compañeros la semana que viene, en la vuelta al trabajo de los orelluts.
El fichaje de este futbolista era un expreso deseo del técnico del Castellón, quien tuvo a sus órdenes al barcelonés en su etapa de director deportivo de la Cultural Leonesa, hace tres temporadas. De hecho, fue Cano quien incorporó al jugador a ese equipo.
Señé es un futbolista de gran calidad técnica que destaca en la posición de mediapunta, aunque también puede actuar como mediocentro. Llega a la disciplina de Castellón para dar un toque de exquisitez al juego combinativo del equipo de la Plana.
El nuevo fichaje albinegro tiene el aval de su experiencia en Primera División en las filas del Celta (2015-2017), club que le dio el salto al primer equipo tras jugar en su filial de Segunda B y con el que también participó en la Europa League, y el Mallorca, equipo al que se incorporó la pasada temporada.
El conjunto bermellón se hizo con sus servicios el pasado verano tras llegar libre de la Cultural y le hizo un contrato de tres temporadas. Sin embargo, su participación fue escasa, con solo 149 minutos acumulados en los seis partidos que disputó en Liga, donde fue titular en una ocasión. Asimismo, participó en dos encuentros de Copa del Rey, jugando de inicio en el primero de ellos.
La marcha de Vicente Moreno del banquillo del Mallorca no ha cambiado la situación del centrocampista, que tampoco cuenta en los planes de su nuevo técnico, Luis García Plaza, lo que ha llevado al club balear a buscarle un destino en el que pueda disfrutar de minutos.
Con su llegada al Castellón, Señé disputará su segunda temporada en Segunda División después de la que jugó en León en la campaña 2017/18. En aquel curso, el catalán fue titular en 41 de las 42 jornadas ligueras, aunque su equipo acabó descendiendo a Segunda B.