VALÈNCIA. El Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV) parece situarse cada vez más cerca de su congreso regional. Pese a que hace meses la idea iba dirigida a celebrarlo a finales de 2021, distintas fuentes populares aseguran que el proceso tendrá lugar antes del verano, especialmente si las condiciones de la pandemia se mantienen en los niveles actuales.
Un cónclave al que Isabel Bonig, actual presidenta del PPCV, está dispuesta a presentarse a la reelección, tal y como ha reiterado en público y privado en los últimos meses y, especialmente, en los días precedentes a Semana Santa. La gran incógnita sigue siendo si la dirección nacional del partido, con el líder, Pablo Casado, y el secretario general, Teodoro García Egea, a los mandos, están decididos a plantear una alternativa a Bonig.
De ser así, todo apunta a que el elegido sería el presidente de la Diputación de Alicante y máximo responsable de la formación en la provincia, Carlos Mazón, quien públicamente se ha desmarcado de esta posibilidad pero al que todo el partido señala como opción favorita para Madrid.
Ahora bien, antes de ese episodio, tendrá lugar una batalla relevante más por su simbolismo que por su peso orgánico en sí: el congreso provincial de Castellón. Por número de afiliados en el contexto regional, podría considerarse una escaramuza pero, con el escenario actual, la pugna puede resultar clave para el devenir de los acontecimientos posteriores.
El presidente del PP de Castellón, Miguel Barrachina, anunció días atrás que no se presentaría a la reelección del cónclave convocado para el próximo 8 de mayo. Un adiós que ha supuesto un pistoletazo de salida para la carrera por la sucesión en la provincia.
Hasta el momento tres son los aspirantes que han manifestado públicamente su intención de optar al puesto. Un camino que debe empezar a concretarse este martes con la presentación de los avales requeridos para convertirse en candidato oficial.
Distintas fuentes del PP consultadas por este diario trazan un sencillo esquema de los dirigentes que han dado un paso adelante. La alcaldesa de la Vall d'Alba, Marta Barrachina, está considerada la aspirantes deseada por Génova: de hecho, los apoyos que viene aglutinando confirman la tesis de que es la candidata favorita de la dirección nacional del partido. El expresidente de la Generalitat y senador Alberto Fabra no tenía reparos en firmar públicamente su aval, al igual que otros referentes como la portavoz municipal del PP en Castelló de la Plana, Begoña Carrasco, la senadora Salomé Pradas o el exvicepresidente de la Diputación Vicent Aparisi.
El paso adelante de Marta Barrachina fue, sin embargo, contestado casi de inmediato por la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester. Una aspirante a la que muchos consideran la favorita del todavía líder provincial, Miguel Barrachina, y de la propia Isabel Bonig. Además, contaría con el apoyo de otros referentes como el portavoz del PP en la Diputación como es Vicent Sales.
El tercero en discordia y último en anunciar sus aspiraciones fue el concejal de Vinaròs Lluís Gandia, que se presenta a priori con un respaldo menor en cuanto a nombres propios en el partido pero que pretende dar la sorpresa gracias al sistema de primarias en el que participan todos los afiliados.
Más allá del control de la provincia, el cónclave adquiere una relevancia mayor si cabe porque podría convertirse en el laboratorio previo al pulso por el liderazgo regional. Si la candidata preferida por Madrid, Marta Barrachina, consigue la victoria, debilitaría la posición de Bonig para repetir como líder, puesto que evidenciaría su falta de poder territorial en su propia provincia. En cambio, una victoria de Carmina Ballester en el proceso, reforzaría su reivindicación de seguir al frente del partido y podría sembrar dudas en la dirección nacional a la hora de plantear otro pulso por el liderazgo regional.
Marta Barrachina presenta 1.219 avales e insiste al resto de aspirantes en formar una sola candidatura