VILA-REAL. (EFE). El Villarreal CF puede dejar de ganar los casi cuatro millones de euros que el club castellonense tiene presupuestados en el capítulo de abonos, si se confirma que la temporada se jugará a puerta cerrada.
Tras conocerse que ya se valora esta circunstancia, una posibilidad que ya se ha apuntado desde el Consejo Superior de Deportes y que ya ha trasladado la Liga a sus asociados, los clubes empiezan a hacerse la idea de que el fútbol se juegue sin seguidores en las gradas.
De ser así, la entidad que preside Fernando Roig presupuesta unos 4 millones de euros por temporada en el capítulo de abonos, cantidad que esta próxima campaña no se podría alcanzar.
Esta merma económica no sería para el Villarreal un golpe que desequilibrase la estabilidad económica del club, ya que el club villarrealense no tiene en la grada y en los abonos una base vital para su sustento.
El Villarreal cuenta con una masa social de unos 19.000 abonados, que dejan unos ingresos de unos 4 millones de euros, lo que significa un 3% del presupuesto sobre los 135 millones anunciados por la entidad castellonense para esta campaña.
La partida más importante llega desde los derechos de televisión, con cerca de 68 millones, y por ello, las cantidades que el club suma por abonos no sería una cifra que pusiera en peligro la economía del Villarreal, aunque si supondría un problema añadido más a una situación que se complicará en todo el capítulo de ingresos.
En el capítulo de entradas a lo largo de la temporada, el Villarreal ingresa cerca de un millón de euros por esta vía, cantidad que tampoco contabilizaría de no poder acceder los aficionados al campo, si bien esta cantidad no es fija, ya que depende de muchos factores de cara a cada encuentro en La Cerámica.