VALÈNCIA. El papel higiénico se ha convertido en estos días en un bien preciado, casi divino. Una 'fiebre' por este producto de primera necesidad ha dejado estampas tan insólitas en los supermercados españoles como carros llenos de rollos y lineales vacíos. Conseguirlo en los primeros días del confinamientos por el coronavirus se convirtió casi en una especie de misión imposible que sacó el ingenio de muchos usuarios que han inundado las redes sociales con millones de memes.
Una situación que ha llevado a las empresas que fabrican este producto ha redoblar esfuerzos y funcionar a pleno rendimiento para atender este 'boom consumista'. Este es el caso de la empresa valenciana Celulosa y Tissues (CETI) que desde que comenzara esta crisis por el coronavirus ha disparado un 50% su producción de higiénicos y en 30% la de rollos de cocina y servilletas.
"Estamos desbordados", reconoce a Valencia Plaza su gerente, Sergio Amat. Si en un mes suelen producir 1.200 toneladas de papel, su previsión es llegar a las 1.600 toneladas mensuales mientras dure esta situación de estado de alarma.
Fundada en 1991 y con cuartel general en Alzira, la compañía suministra a importantes cadenas de distribución españolas y afronta el reto de atender una demanda que no cesa con incrementos importantes en el número de pedidos en momentos complicados. Nunca habían vivido una situación similar en sus más de dos décadas de trayectoria. Desde hace una semana, cuando se vislumbraban los primeros visos de un posible confinamiento, en la planta los ritmos en la fábrica comenzaron a aumentar y se pudo atender a sus clientes gracias al stock acumulado.
Ahora, sus 70 empleados trabajan a pleno rendimiento y han tenido que reforzar turnos. "Puntualmente tenemos refuerzos contando con plantillas de ETT para trabajos menos cualificados", explica su gerente. Además, en su línea de papel de higiene se ha incrementado la rotación con tres turnos y se ha aumentado el ritmo en fin de semana. "La plantilla está haciendo un gran esfuerzo", destaca.
Pese a contar con diferentes referencias y formatos, la compañía ha centrado ahora su fabricación de papel higiénico en formatos medianos para poder abastecer a los supermercados. Por el momento no prevén problemas de suministro porque las materias les están llegando, pero día a día evalúan la situación. "De momento no tenemos problemas de aprovisionamiento, ni de medios humanos ni técnicos, pero necesitamos cada día evaluar la situación. Gracias a Dios no contamos con ningún contagio. Esperamos pronto salir de esto", señala su gerente.
En la misa situación se encuentra la alicantina Abanicel. Ubicada en la localidad de Villena, esta firma con más de 25 años de experiencia se encuentra en una situación de saturación ante la creciente demanda. "Tenemos una importante sobrecarga", explican desde la compañía que trabaja para suministro de hoteles, comercio de proximidad y hostelería.
En su planta la producción se ha disparado un 75% y ha establecido un férreo control de las entradas y salidas para evitar contagios de su personal, una plantilla que, por el momento, no ha tenido que aumentar ante la 'fiebre consumista'. "Cuando llega un camión para recoger los pedidos se le carga con la correspondiente distancia marcada por Sanidad. Nadie que no sea personal autorizado tiene acceso al recinto", recalcan.
"Mientras nos dejen estar abiertos y haya tráfico de mercancías no tendremos problemas. Nos llegan los suministros y mientras no se registre ningún positivo permaneceremos abiertos porque, además, estamos saturados de pedidos", subrayan.
Una situación límite que ha alterado la cotidianidad en las empresas. Pese al aumento de los ritmos y las medidas preventivas, la operativa funciona y los pedidos "se atienden con normalidad". Así lo asegura a este diario, Carlos Reinoso, director general de la asociación que agrupa a empresas del sector de la celulosa y el papel (Aspapel).
"Actualmente las fábricas del sector están funcionando con un alto nivel de demanda y pedidos. Ha habido claros incrementos en los higiénicos, los sanitarios y embalaje, pero salvo productos puntuales se atienden los pedidos con normalidad", recalca. Además, señala que había mucho stock de papel higiénico lo que ha permitido dar un respiro a las empresas. "Los ciudadanos están comprando y almacenando. Y aunque los lineales se vacíen quedan repuestos. No hemos detectado ningún cuello de botella ni de producción ni en distribución", sostiene.
En general, indica que se trata de una industria que está muy automatizada en sus procesos por lo que, salvo refuerzos de turnos, no se ha requerido de incremento de personal en las plantillas. "Hay casos puntuales en alguna fábrica en donde por positivos o por cuestiones de cuarentena, se han reorganizado los turnos. La respuesta está siendo extremadamente profesional de los trabajadores", subraya. Eso sí, temen que si en un futuro se endurecieran las medidas del estado de alarma tuvieran problemas en el transporte se las mercancías.
La gran pregunta estos días es sin duda los motivos que llevan a miles de españoles a comprar masivamente papel higiénico. Pero no hay una respuesta clara. Según Carlos Reinoso, no tiene una justificación y se remite a lo que dicen los psicólogos.
"Es más un mecanismos de autoprotección para sentir que estamos con el control de la situación. Este papel ocupa mucho volumen, da sensación despensa llena, y no es caro. Es una manera irracional de sentir que se tiene el control de la situación", indica.
Y es que el consumo de papel en 2019 descendió globalmente un 0,8%, con comportamientos muy diversos entre los diferentes tipos de papeles. Creció el consumo de papeles higiénicos y sanitarios un 4% y de papeles para envases y embalajes de cartón ondulado (4,1%) y el de papeles especiales (3,8%). En cambió, descendió el 11,8% el consumo de los papeles gráficos (prensa e impresión y escritura), el 11,4% el de cartón estucado y el 1,8% el papel para otros envases y embalajes, de acuerdo con los datos de Aspapel.