El exmarido de Oltra niega de nuevo los abusos a una menor y afirma que solo le enseñó “técnicas de relajación”

El nuevo juicio al educador condenado contrapone los dos informes sobre la credibilidad de la víctima

15/02/2021 - 

VALÈNCIA. El exmarido de Mónica Oltra, Luis Ramírez Icardi, ha negado este lunes ante la Audiencia de Valencia que abusara sexualmente de una mejor del centro en el que trabajaba como educador y que únicamente le enseñó “técnicas de relajación” para que las hiciera por sí misma. 

El acusado, condenado a cinco años de cárcel y cuyo juicio se ha repetido por varias pruebas que no se tuvieron en cuenta en el anterior, ha indicado que no entraba a su habitación por las noches cuando ya estaba dormida, sino que se dedicaba a “comprobar” que todos los menores -incluyendo ella- conciliaran el sueño. Contexto en el que le enseñaba las mencionadas técnicas de relajación pero sin realizarlas él: “No fui a su cuarto a hacerle masajes”. 

El educador ha comentado que se enteró de la denuncia de la víctima porque se lo comunicó la directora del centro y porque le apartaron del grupo de menores del que estaba encargado. Después de esto se le tomó declaración en la Conselleria.

La repetición del juicio ha contado también con las testificales de las dos autoras de los informes contradictorios entre sí sobre la credibilidad de la víctima.

De un lado, se encuentra uno que no se hallaba incorporado a la causa y que ha sido el motivo de que se celebre de nuevo el juicio. En él, elaborado por el Instituto Espill, se considera que el relato de los hechos es poco creíble porque, según ha comentado la psicóloga en la vista, ofrecía contradicciones, falta de concreción, imprecisiones y hubo falta de colaboración. Razón por la que concluyó que podían existir intereses espurios en las acusaciones debido a que lo primero que le dijo al entrevistarse con ella fue que se quería ir del centro. 

“Realicé tres entrevistas con la menor y utilizamos un sistema de evaluación diagnóstica. En las tres contó el episodio de que el educador se masturbó con su mano”, ha expuesto la psicóloga de Espill, que ha negado que supiera quién era él. Ha explicado, igualmente, que cuando la víctima habló acerca de lo ocurrido no mostró emociones y que las respuestas fueron “totalmente anárquicas”. 

Algo que ha replicado posteriormente la forense del Instituto de Medicina Legal (IML), que sostiene que sí es creíble el relato puesto que se ha mantenido a lo largo del tiempo: que el acusado, en su turno de noches y debido a que ella dormía sola en la planta baja del centro, se metía en su habitación, le realizaba masajes por encima de la ropa y, en varias ocasiones, le cogió su mano para masturbarse.

La Audiencia Provincial juzga de nuevo estos hechos después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ordenara la repetición. La Sala no ha admitido las pruebas solicitadas por la letrada del acusado para la vista, como la testifical de la directora del centro de menores, la declaración de la víctima, el cuadrante de sus fugas o un nuevo informe psicológico debido a que los dos que ahora figuran son contradictorios. 

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