Ellos son Camela, ¿a qué quieres que te ganen?: "Hemos creado un estilo"

VALÈNCIA. Una palabra: Camela. El dúo que lo ha conquistado (casi) todo cumple 25 años, casi ná, una fiesta que llega en un momento dulce para la banda. Reflejo de ello es su participación en el Sonorama de 2017, por ejemplo, que recuerda Dioni ya al final de nuestra conversación. “Más indies que nosotros…”, añade Ángeles. Son conscientes de que el cambio generacional los ha trasladado, desde hace pocos años, del cajón del guilty pleasure al de icono transversal. Al menos en la escena mediática. Lo saben… y también lo notan, una nueva ola de “Camelomanía” que pasa por cerrar extensas giras y por formar parte de proyectos que hace diez años ni habrían imaginado. Un editorial de moda, por ejemplo. Quizá por esto -por los kilómetros recorridos, no por la moda-, hablan con una aplastante franqueza y, uno diría, con ganas, de los prejuicios, juicios y demás arqueos de ceja con los que han tenido que lidiar. Con Rebobinando, un disco en el que versionan sus grandes hits acompañados de artistas como Javiera Mena o Alaska, se reivindican desde su natural calidez pero con firmeza. Ellos son Camela, ¿a qué quieres que te ganen?  

-Buceando en la hemeroteca para preparar la entrevista, me topé con una de Soleá Morente en la que decía, sobre la canción 'Baila conmigo', que tenía "tintes camelianos", ¿cómo se lleva eso de ser un adjetivo?
-Dioni: Es que esa es una canción para Camela totalmente.

-Ángeles: Hemos creado un estilo propio, muy difícil de definir. Es tecno-Camela, ni tecno-rumba ni las mil cosas que han dicho. Rumba hacía Peret.

-Dioni: De hecho a Soleá la conocemos, tuvimos el privilegio de actuar con ella en Oviedo, en las fiestas de San Mateo. Me parece fantástico lo que está haciendo con Napoleón Solo, es innovador. Fíjate, y no se le ha echado tanta cuenta como a lo de Rosalía. Yo le dije: ¡hombre, para ese tema nos tenías que haber llamado a nosotros! Camela es un sello propio, es una marca. Estamos dentro de esos sonidos tecnológicos, prácticamente electrónicos, en los cuales está Fangoria o Javiera Mena, pero nosotros quizá tenemos ese punto tan particular y personal que es una marca.

-En este bucle de Google en el que entré, como eran Fallas y tenía mucho tiempo libre, caí en una entrevista de Almodóvar en Buenafuente, de hace un montón de años...
-Dioni: ¿No me digas que nos mencionó Pedro?

-No, pero tiene que ver con esto. Él también es un adjetivo, pero justo decía que cuando alguien dice que algo es 'almodovariano' no suele acertar con su idea...
-Dioni: Ya… Fíjate, muchas veces se habla de las gasolineras, los mercadillos... nosotros estamos orgullosos de que nuestros comienzos fueran mercadillos y gasolineras, porque fue como se nos dio a conocer con ese Lágrimas de amor que vendió un millón de discos. Soy abanderado de ello. Pero llega un momento que nos cansamos de ese titular. No sé si respondo a la pregunta.

-No es la primera vez que habláis de ese prejuicio. 
-Ángeles: No nos duele, pero sí nos cansa. Estamos orgullosos de haber empezado de cero, pero en las gasolineras no estaba solo Camela, había muchos artistas, ¡no nos regalan la gasolina! [ríe] Huele a petróleo tanto repetirse.

-¿Somos menos snobs ahora?
-Ángeles: Hace unos años ciertos medios de comunicación, no es que no les gustara nuestra música, es que no nos respetaban, que es diferente. Pero no podemos pluralizar, porque esa gente que estaba antes igual ahora no están. Ahora hay gente más moderna, con mente más abierta.

-Dioni: Se nos han abierto ahora muchas más puertas, de medios, eventos... puertas que hace diez años ya se nos deberían haber abierto. 

-¿Es tocar en el Wizink Center vuestra venganza?
-¡Nooooooo! [al unísono]

-Yo me vengaría.
-Ángeles: ¡Es nuestra celebración! Sinceramente, no nos tenemos que vengar de nada, tenemos que agradecer. Nuestros fans nunca nos han dejado solos, son el premio de la música más auténtico y más real.

-Dioni: Mira, nosotros no hemos sonado nunca en Los 40 Principales, y con nuestro disco anterior, el de la portada de Olivia Newton-John, no sé si la viste, nos invitaron a Anda Ya, y nosotros encantadísimos.

-Ángeles: Ahora hay gente muy joven que nos dice que somos la banda sonora de su vida. A nosotros nos puede gustar más o menos un estilo, pero nunca hemos criticado. Pero no pensamos en aquellos años... bueno, pensamos, sí, porque nos ha pasado, es evidente. Pongo un ejemplo: los premios de la música. Nunca hemos estado nominados, con más de 7 millones de copias vendidas en España. Nomínanos, disimula un poco, y luego no nos des el premio, pero...

-O sea que esto es una celebración, pero también una reivindicación de Camela.
-Dioni: Claro. Y para los que fueron reacios a pincharnos, que sepan que 25 años después aquí estamos.

-¿En qué momento os dais cuenta de que sois, inequívocamente, un icono de la cultura popular? 
-Ángeles: En el primer disco ya nos sorprendimos, porque con una sola televisión nacional que hicimos, con Bárbara Rey en Televisión Española, un millón de copias vendimos.

-Dioni: Al principio era un poco hobby, cuando vendimos ese millón no sabíamos ni lo que habíamos hecho. Yo me pensaba que mis ídolos, Ketama o Los Chichos, vendían 30 millones, no sabíamos qué había pasado. Ya con el siguiente disco, Sueños inalcanzables, nos dimos cuenta...

-Ángeles: ...de que creamos un estilo propio. Eso es muy importante. La gente entendida de la música nos decía que era muy difícil lo que habíamos hecho. Existe el rock, el pop... y el tecno-Camela.

-En un artículo con respecto a vuestra anterior visita a València, el periodista Jorge Salas escribía: "Cuando el sueño americano se manifiesta en su esencia más pura, aquí escuece".
-Dioni: Nosotros no éramos reconocidos por los medios pero sí por la gente, por el pueblo. Fue el boca a boca. Basta con venir de un ámbito social bajo, o que te lo hayas hecho tú sin una multinacional, que ya parece que no mereces ese respeto...

-Es cuestión de clasismo entonces.
-Dioni: Nos ha pasado. Estaban muy equivocados, porque pensaban que Camela era solo para un ámbito social, pero no. En aquellos momentos nos daba rabia, porque no veían a nuestros conciertos y hablaban.

Ángeles: Eso sí nos ha dolido. Lo que se han inventado. Si tú no has ido nunca a un concierto nuestro no puedes opinar sobre él, ni sobre la gente que va. De hecho, cuando han ido a un concierto, nos han admitido que se equivocaron. Eso es de agradecer.

-Esta cuestión, de estar entre la adoración total o rechazo, también se podría aplicar a algunos de los artistas con los que colaboráis en Rebobinando, como Taburete o David Bisbal. 
-Ángeles: En nosotros lo negativo no entra nunca. Hago caso a la gente positiva. Si no quieres hablar bien, quédate callado.

-Ojalá esa filosofía en redes sociales...
-Ángeles: Yo entiendo que si te gusta algo lo admires, pero, lo que no te gusta, ¿por qué te preocupas en mirarlo? Qué manera de perder el tiempo. La vida es tan corta...

-Dioni: Nosotros venimos de tantas críticas que nos da igual.

-¿El cambio del ecosistema musical ha propiciado que os relacionéis con músicos que quizá hace diez años no lo habían hecho?
-Dioni: Desde luego. En nuestros discos no hemos hecho muchas colaboraciones, una con El Fary o con Hevia...

-Ángeles: con Alaska...

-Dioni: Lo que ha sucedido es que nos hemos ido adaptando. El mercado discográfico ya no es el monstruo de hace 25 o 30 años, causa de ello han sido las redes sociales, que por un lado han beneficiado y por otro perjudicado. Es cierto que ahora hay más colaboraciones, más fusiones... Fíjate, nosotros con nuestra marca, sin perderla, hemos aportado la musicalidad de Juan Magán, con el sonido latino; Medina Azahara, con el rock andaluz; Taburete con su sonido pop...

-Hablaba esta semana con Miranda! sobre esa idea de tener que sorprender siempre, del efecto shock, ¿está la reinvención sobrevalorada? 
-Dioni: Si tienes un estilo propio como el nuestro... Se trata de evolucionar. Los sonidos tecnológicos de ahora no son los de hace veinte años. Es bueno que siempre haya sorpresas musicalmente, por ejemplo lo que hace Rosalía, que ha creado algo nuevo. Nosotros ya no estamos para innovar, tenemos nuestro sello. Podemos hacer colaboraciones, pero los discos de Camela van a mantener esa cosa nuestra.

-¿Cuál es vuestro gran hit?
-Dioni: Personalmente, hay tres que son la palma: 'Cuando zarpa el amor', 'Lágrimas de amor' y el 'Escúchame, compréndelo'.

-Ángeles: ¿Pero cómo se titula ''Escúchame, compréndelo'?

-Dioni: 'Sueños inalcanzables' [ríe] Es que es como la gente la conoce...

-Ángeles: Para los seguidores de siempre 'Palabras de papel' es otro. Fíjate si tiene tiempo. En nuestro conciertos siempre hay alguien que nos dice: no habéis cantado esto. Y eso que hacemos un buen recorrido por todo el pasado.

-¿Qué está en la playlist de Camela?
-Dioni: Yo, Carlos, he sido siempre más flamenco, pero escucho de todo.

-Ángeles: De todo. Phil Collins, que siempre me ha encantado, Shania Twain, Tijeritas, Alejandro Sanz... un abanico súper grande. ¡Michael Jackson! Yo era fan, fan, pero de verdad. El primer disco que me compré.

-Dioni: Ahora, tanto por mí como por mis hijos, nos hemos enganchado a Taburete. No nos conocíamos antes de hacer el tema, y ahora los escucho cada dos por tres...

-La colaboración con Juan Magán suma seis millones de reproducciones en Youtube, casi dos millones en Spotify...
-Ángeles: Esta versión es que es para bailarla. Mucha gente que no conocía a Camela o de oídas ahora nos ha descubierto. Estamos encantados. Esa era la idea. Hacer algo nuevo...

-Dioni: Sin dejar de ser nosotros.

-Empieza el nuevo ‘Cuando zarpa el amor’ con Magán diciendo: "Un clásico del siglo XXIV", ¿cuál es vuestro legado?
-Ángeles: ¡Venimos del futuro! [ríe]

-Dioni: Cuando Camela ya no esté, nos hayamos retirado, pienso y quiero creer que dejaremos un legado del cual algunos artistas beban, como nosotros de otros artistas. Me haría ilusión eso.

-Ángeles: Ojalá nos recuerden con cariño.

-Dioni: Somos uno de los dúos que más trabaja por toda España. En los últimos años parece que hay otra Camelomanía. Estamos encantados. Hay una nueva generación de chiquillos que les gusta. ¿Otros 25 años más? Ojalá. Ahora, los saltos y las vueltas que yo doy dentro de 25 años...