VALÈNCIA. (EFE).- La medalla de bronce ganada en los Juegos de Tokio por Pablo Carreño cumple con la tradición del tenis español de subirse al podio olímpico, un hábito que desde los Juegos de Seúl'88 ha mantenido en todas las ediciones excepto en Londres 2012. Ya son trece las medallas españolas en este deporte.
La plata en dobles de Sergio Casal y Emilio Sánchez inauguró en Corea el medallero tenístico. En Barcelona'92 cayeron tres podios: en individual, la plata de Jordi Arrese y el bronce de Arantxa Sánxhez Vicario; y en dobles, la plata de esta y de Conchita Martínez.
Cuatro años después, en Atlanta, se proclamaron subcampeones olímpicos individuales Sergi Bruguera y Sánchez Vicario. Arantxa y Conchita repitieron medalla en dobles, esta vez de bronce.
Otro dobles, el masculino formado por Àlex Corretja y Albert Costa, ganó el bronce en Sídney 2000; y en Atenas 2004 la plata fue para la pareja femenina Conchita Martínez-Virginia Ruano.
Los Juegos de Pekin coronaron a Rafael Nadal campeón olímpico individual. Además, Anabel Medina y Vivi Ruano ganaron plata.
Tras el paréntesis de Londres 2012, el tenis español volvió a lo alto del medallero gracias a la pareja Rafael Nadal-Marc López, campeones de dobles.
Pablo Carreño cerró este sábado la lista con un bronce de gran valor por haberlo ganado a costa del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic.