opinión

Estados Unidos y China llegarán finalmente a un acuerdo

El director de Inversiones de Pictet WM tiene claro que al final -y por el bien de ambos bloques- la sangre no llegará al río entre chinos y estadounidenses

9/05/2019 - 

MADRID. El breve período de calma de la semana pasada ha dado paso a fuertes caídas de los mercados chinos tras los tuits de Trump el domingo con amenazas de aumentar al 25% desde 10% actual los aranceles a 200.000 millones de dólares de productos chinos este próximo viernes. El presidente de EE UU ejerce presión para que accedan a las peticiones y lleguen a un acuerdo y para ello está aplicando, como de costumbre, su 'arte de la negociación', que es posible que no funcione, pues los chinos han cancelado negociaciones en el pasado.

Va haber volatilidad, pero pensamos que las dos mayores economías del mundo llegarán finalmente a un acuerdo. Trump, como indica nuestro economista Thomas Costerg, no necesita al Congreso respecto a la política comercial con China -si hay acuerdo comercial, no requerirá ratificación, a diferencia del acuerdo con México y Canadá-, pero la reelección en 2020 está en el centro de sus inquietudes. Necesita tener algo que mostrar a los votantes para 2020, sin daño colateral para la economía (o el mercado de valores). En cualquier caso los demócratas parecen ansiosos porque haya dureza con China en cuanto a los desequilibrios comerciales, en parte porque el discurso de Trump ya resuena en la clase media baja de los Estados no costeros, que los demócratas deben ganar en las elecciones de 2020.

El caso es que la economía de EE UU se está moderando pero sigue sólida. Los analistas, tras una temporada de resultados empresariales mejor de lo esperado, están revisando sus expectativas al alza. De hecho el índice Citigroup Global Earnings Revision Index Global se ha recuperado tras nueve meses y ahora las mejoras de previsión de beneficios exceden ligeramente a los retrocesos. Además la productividad laboral estadounidense ha aumentado 3,6% el último trimestre y el aumento de nóminas no agrícolas de abril, 263.000, ha superado las expectativas en una economía con un desempleo del 3,6%, el menor desde diciembre de 1969.

Volatilidad

Por su parte, en China el índice de gerente compras (PMI) oficial Caixan ha caído en abril tras el fuerte rebote de marzo, también en el sector servicios, aunque hay señales de mejora en los componentes de la demanda externa.

El caso es que el mercado de renta variable sigue volátil. Se ha visto afectado cuando el presidente de la Reserva Federal ha indicado que no preveía recortes de tipos de interés. De hecho vemos poco probable un descenso este año y estimamos que la rentabilidad a vencimiento de la deuda a diez años de EE UU se estabilice alrededor 2,6% este verano, para aumentar hacia 3% a fin de año, pues, como Jerome Powell, consideramos la baja inflación actual "transitoria". Aunque consideramos la posibilidad de que las expectativas de baja inflación en la euro zona fuerce al BCE a una nueva flexibilización, dados los datos de PIB del primer trimestre, mejores de lo esperado y el repunte de la inflación subyacente en abril mantenemos la previsión de una primera subida de tipos del BCE para marzo.

Independientemente del ruido a corto plazo, vemos limitado potencial en renta variable y más bien un período de consolidación tras la fuerte subida este año.  Además con las tensiones comerciales conviene ser cautelosos. En este estado de cosas las empresas de calidad, con poder de fijación de precios y crecimiento, han superado en lo que va de año a las de balances más débiles y mayor endeudamiento. Estas empresas de calidad, por las que nos hemos inclinado, en un entorno de tipos de interés bajos, deben seguir siendo preferidas este año, si bien a medida que la economía repunte el segundo semestre es posible que veamos cierta rotación hacia cíclicas.

César Pérez es director global de inversiones de Pictet WM

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