VALÈNCIA. “La cultura debe ser provocativa y generar inseguridad”. Lo decía Antonio Ariño, vicerrector de Cultura y Deportes de la Universitat de València, durante una entrevista con Culturplaza. Precisamente porque a veces pica, gestionarla requiere de un compromiso especial, de un talante que nade entre la admiración por las artes y el savoir faire de un gestor conocedor de la industria que se maneja tras el telón. Y de gestión futura va la cosa, ahora que nos encontramos ante la papeleta que decidirá quien capitaneará la cultura en la Comunitat Valenciana durante los próximos cuatro años. Con apenas una semana por delante para las elecciones autonómicas, hoy desgranamos en nuestro ‘Comparador de promesas’ algunos de los principales puntos de los programas de aquellos partidos con representación en Les Corts.
Pero antes de sumergirnos en ellos, un aviso no poco importante: pasaremos por alto, ustedes entenderán, las 'propuestas' que se basan en "potenciar", "poner en valor" y demás generalidades. Vamos a lo concreto. Lo cual, deja fuera buena parte de las medidas. Con mayor o menos suerte, los partidos han generado un buen puñado de iniciativas resultonas, a las que se suma un compromiso no incluido en los programas pero explicitado en distintos foros por los candidatos: la creación de una conselleria de Cultura. La mayor parte de los partidos se ha comprometido a sacar la gestión cultural de la macroconselleria en la que se integra actualmente, aunque queda en al aire saber si irá sola o con algún acompañante (¿quizá Turismo?¿Investigación?). Solo Ciudadanos se ha opuesto a esta idea, grupo que apuesta por la reducción de carteras en términos generales. Estas son algunas de las propuestas del PSPV-PSOE, PPCV, Ciudadanos, Compomís y Unidas Podemos en el terreno cultural:
En el ámbito de literatura, Compromís plantea “impulsar los hábitos de lectura” regalando a cada niño un libro al cumplir los 6 años. Por su parte, Ciudadanos propone diseñar un plan de renovación y ampliación de bibliotecas públicas, creando un nuevo plan de lectura en sustitución del ya existente. Este proyecto pasa por potenciar la digitalización de obras, ampliar su horario o crear una red de clubes de lectura virtuales. Por su parte, desde Unidas Podemos plantean una reforma del modelo de subvención a editoriales y publicaciones, por uno que apueste “más por la calidad y la aportación cultural, reduciendo los incentivos en base a la cantidad, facturación o puntos de distribución”.
Como ya anunció Oltra durante uno de los almuerzos con candidatos organizados por Valencia Plaza, de cara a la próxima legislatura plantean repetir la experiencia del renovado Centre del Carme, replicando su modelo en las ciudades de Alicante y Castelló, profundizando así en la política de subsedes iniciada estos años, una descentralización que Unidas Podemos recalca a lo largo de su programa. Entre los posibles nuevos espacios expositivos, uno de los que ha estado sobre la mesa estos años ha sido el soñado (por algunos) Museo Sorolla de València, un proyecto político que no ha llegado a cuajar y que, aunque no como espacio independiente, sí incluye en ‘espíritu’ el programa del PP, que se compromete a que el Museo de Bellas Artes San Pio V (mantienen la antigua nomenclatura), se convierta en “un centro de referencia del pintor Joaquín Sorolla”.
La gestión musical es uno de los grandes quebraderos de cabeza de la administración y una cuenta pendiente por resolver, con lo que Compromís plantea generar un Estatuto de la Música con el fin de “dar respuesta a la falta de reglamentación existente en materia laboral y jurídica”. Por su parte, el PSOE promete multiplicar por dos las ayudas para la adquisición de instrumentos musicales, así como promulgar una Ley Valenciana de la Música que “adapte la regulación vigente a las nuevas realidades de creación y difusión de la música”, con especial atención al espacio público, un reto por atacar desde el punto de vista legislativo.
En el caso del Partido Popular, su programa hace mención explícita a los festivales de música, para los que se quiere potenciar las ayudas -aunque ya existe una línea impulsada por el área de Turismo- y crear una ley, tal y como avanzó Isabel Bonig a Valencia Plaza. Y aquí rompe por completo con la política de Unidas Podemos, que plantea la “renuncia a financiar macroproyectos culturales externos que son promovidos desde la iniciativa pública en otros lugares”. También la formación morada propone la creación de una Agencia Valenciana de la Música que derive en la revisión de carácter legislativo de estas actividades.
Más allá de À Punt, que merecería un capítulo aparte en el debate político sobre su gestión, en el ámbito audiovisual, Ciudadanos propone impulsar la labor de la Film Commision de la Comunitat Valenciana así como acercar las salas de cine a los más jóvenes con la implantación de un programa basado en el francés ‘École et cinema’. Por su parte, Unidas Podemos propone impulsar una política de extensión de exhibición cinematográfica, "especialmente en aquellas comarcas del interior y poblaciones alejadas de los entornos urbanos en las que han desaparecido las salas de cine".
Es el PSOE quien, en el terreno de las artes escénicas, lanza la propuesta más ambiciosa. Tras la compra durante esta legislatura de La Nau de Sagunt, uno de los grandes desembolsos de Cultura, el proyecto socialista define el futuro de un espacio que desde su compra estaba en stand-by. De esta forma, proponen la creación del Centre Escènic de la Comunitat Valenciana, un espacio que sea “referente de creación, promoción e investigación” en las artes escénicas, contado con el festival Sagunt a Escena. En este ámbito, también plantean implantar una red teatral para que distintas obras puedan ser vistas “en más lugares”.
Por su parte, Compromís propone elaborar la Ley de las Artes Escénicas Valencianas, con la que se generarán “centros de referencia escénica”, se consolidará un programa de residencias y se establecerá un programa plurianual de ayudas.
Es el partido socialista el único que se acuerda del Diseño en su programa, ámbito en el que plantea la creación de un Museo del Diseño de la Comunitat Valenciana que sirva como sede del Archivo del Diseño de la Comunitat Valenciana, como centro de investigación y catalogación de fondos. De igual forma, el PSOE propone crear una Oficina de Desarrollo en Innovación para la Internacionalización para potenciar la actividad en el exterior y conseguir vías de financiación externas.
En relación al acceso a la cultura, Unidas Podemos propone la creación de un bono cultural hasta los 31 años para la gratuidad o descuentos vinculados a las actividades culturales o adquisición de productos, con lo que retoman uno de los proyectos anunciados por Puig -el pasado año- que no se ha llegado a materializar. De igual manera, en el apartado de patrimonio, la formación morada incluye su negativa a conceder ayudas o realizar intervenciones en inmuebles de titularidad eclesiástico si no está "plenamente garantizado" el acceso gratuito y sin restricciones de los ciudadanos.
Por su parte, Compromís plantea generar una “plaza virtual” de encuentro entre creativos de contenidos, productores de contenidos y exhibidores de contenidos para “intercambiar talentos, contenidos, conocimientos y know-how”. Por otro lado, el PPCV plantea crear “una figura similar a la del deportista de élite en el mundo cultural”, premios para creadores menores de 30 años y un Plan de Mecenazgo -se intuye que independiente de la ley de Mecenazgo aprobada en la presente legislatura- para fomentar la rehabilitación y mantenimiento de edificios. Por último, Ciudadanos incluye la creación de talleres para impulsar del conocimiento de la cultura y el folclore de la Comunitat.