VALÈNCIA (EFE). La Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP), que celebra desde hace años cada 22 de febrero el Equal Pay Day, considera que ha logrado visibilizar la desigualdad salarial entre hombre y mujeres pero ahora "hay que pasar a la acción".
El Día por la Igualdad Salarial (Equal Pay Day), que se originó en Estados Unidos en los años sesenta, se celebra en una fecha simbólica que indica el número de días de más que una mujer tiene que trabajar para cobrar lo mismo que un hombre. En el caso español, esta diferencia se traduce en 418 días (365+53), de ahí que la celebración se realice el 22 de febrero.
En base a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la Ganancia media anual por trabajador en 2018, la brecha salarial en la Comunitat Valenciana es de un 21,6%, porcentaje superior a la media del país en un 0,2% y con respecto a 2017, la brecha se ha reducido en un 0,8%, según datos facilitado por EVAP que también apuntan a que la brecha de género en los salarios por hora en España se incrementa con la edad, pasando de un valor de 4,6% en el tramo de los trabajadores de 25 a 34 años hasta un valor de 18,2% en el tramo de los trabajadores de 55 a 64 años.
La igualdad salarial y la celebración del 22 de febrero es un "hito" dentro de la organización, según la presidenta de EVAP, Eva Blasco, que ha señalado a Europa Press que, aunque la reivindicación básica sigue siendo la misma ha ido evolucionando ya que al principio "realmente había mucho desconocimiento de que era una realidad".
"Se ha conseguido un objetivo; visibilizar el problema y un cierto consenso en la sociedad valenciana de que esto es una realidad", según Blasco, que ha subrayado que, ahora, hay que activarlo "de la forma que sea. Tenemos que pasar a la acción", ha dicho.
Para ello ha afirmado que hay que trabajar con agentes sociales, empresariales y con la administración para diseñar medidas concretas, aunque sea con hitos, fijando un objetivo por año para tratar ya las causas de la brecha salarial e intentar ir modificando esas causas.
"Al inicio había mucho escepticismo porque es cierto que la discriminación directa está prohibida, pero la brecha salarial hay que calcularla combinando muchos factores", según Blasco que ha relatado que tanto desde la administración como del sector público se asombraban y manifestaban que pagaban los mismo a hombres y mujeres, por lo que desde Evap se ha hecho una labor didáctica en el sentido de incidir de que la brecha salarial se calcula de forma global.
"No es una comparación entre una mujer y un hombre que están sentados en la misma mesa haciendo las mismas tareas, pero es una obviedad que hay muchas menos mujeres en puestos de responsabilidad y esto lleva a que los salarios medios sean mas bajos y conlleva menores pensiones en la jubiliación. También es cierto que hay menor nivel retributivo en sectores muy feminizados y, no nos engañemos, en puestos directivos donde hay un margen salarial, si hablamos del sector privado, pues en ocasiones no se paga lo mismo un hombre que a una mujer", ha detallado la presidenta de EVAP.
Esto último se debe sobre todo a "factores históricos", según Blasco que ha señalado que hay que empoderar a las mujeres, porque cuando se les ofrece un ascenso agradecen la confianza depositada pero generalmente no renegocian los salarios. "Está claro que si se pone por delante como condicionante para esa promoción, para ese ascenso lo que se va a pagar, generalmente la oferta es mejor que si ni siquiera preguntas por el dinero".
"Por tanto, sí efectivamente se ha visibilizado (la desigualdad) pero hay que seguir haciendo una labor didáctica y al mismo tiempo empezar a trabajar sobre las causas que son muy complejas y por tanto es una labor de años", ha dicho.
Entre aspectos prioritarios la presidenta de EVAP ha explicado que tienen identificados sesgos en la negociación colectiva, donde la mayor parte de las comisiones negociadoras de convenios están integradas mayoritariamente por hombres, tanto por parte empresarial como por parte sindical, por lo que la perspectiva de género no se ha incorporado.
Por tanto, cree que hay un recorrido importante para analizar esos sesgos que a nivel de negociación colectiva se perciben e intentar trabajar en esa línea. Como ejemplo destaca también diferencias en sectores donde, básicamente por un mismo trabajo, como es el caso de las limpiadoras tiene una retribución más baja que limpiador de cristales, porque su es un grupo donde mayoritariamente son hombres. A veces son cosas inconsciente, no premeditadas en absoluto pero en definitiva hay mucho margen de actuación y es uno de los puntos en los que podríamos empezar a actuar", ha indicado.