En los últimos días del invierno y con la primavera entrando, las próximas citas electorales y la irrupción de Vox entre las fuerzas nacionales, convierte a la política en algo similar al fútbol, con el mercado de fichajes en todo su apogeo
La última semana del invierno ha llegado con un intenso baile de candidaturas en todos los partidos políticos, especialmente en los tres que compiten por el espectro de centro derecha y que podrían sumar para alcanzar una mayoría de gobierno. Como ocurre en el mundo del fútbol cuando se abren los períodos de fichajes, en la política la convocatoria de elecciones, y en este caso, de múltiples niveles, ha puesto patas arriba a los partidos que buscan candidatos con tirón, fichajes estrella o personas que encarnen los valores del partido.
La novedad siempre llama la atención y por ello parece que todos están pendientes de las incorporaciones de Vox, especialmente para valorar si los que vienen de otros partidos son perversos tránsfugas, como si Ciudadanos no se hubiera nutrido de los ex UPYD y algunos ya van por el tercer partido; y también se pone el acento en que los últimos fichajes del partido en las listas nacionales de la Comunidad Valenciana son ex militares, y alguna ministra habla de que no hay que politizar el Ejército que a todos representa y a todos defiende. Sin duda, pero ex militares en política ha habido hace tiempo y también en el PSOE y en Podemos.
El militar de mayor rango y que más portadas ocupó, fue el ex JEMAD Julio José Rodríguez, al fichar como candidato por Podemos en 2015, pero desde el PSOE también se lanzaron a por miembros de las FFAA cuando incorporaron a la ex comandante Zaida Cantera, o desde el PP cuando ficharon a Luis Alejandre, ex jefe del Estado Mayor en Baleares. Lo cual es una muestra de la pluralidad de nuestra sociedad, donde podemos encontrar en diferentes organismos, a personas con diferentes ideologías. También es cierto que algunos fichajes sorprenden más que otros, y no sería muy tranquilizador ver a un ex militar integrando las filas de un partido independentista.
Esta semana hemos conocido los cabezas de lista por la Comunitat Valenciana para las elecciones generales y varios militares jubilados irán en las listas de Vox, en concreto Alberto Asarta, general retirado que encabezará las listas en Castellón; y a Manuel Mestre, ex teniente general que hará lo mismo por Alicante. Desde el partido consideran que un militar es un patriota que ha demostrado su amor a España poniendo su propia vida al servicio de la patria, lo cual es evidente pero además entronca con la línea política de la formación que preside Santiago Abascal, que prácticamente han hecho de la defensa de la unidad nacional el eje central de su ideario. Para completar, también históricos de otros partidos se reciclan, como así ha hecho Ignacio Gil-Lázaro que encabezará la lista de Vox por Valencia, quien fuera azote de Rubalcaba en el Congreso, no ocultaba en los medios desde hace años, su desafección por el PP de Rajoy.
Pero los fichajes están llegando desde todos los ámbitos, algunos desde un ámbito peligrosamente cercano a la política, el periodismo. En los últimos días se ha confirmado la vuelta a la política (ya fue diputada nacional) de Cayetana Álvarez de Toledo para encabezar las listas del PP por Barcelona en las generales; y el periodista que cubría la información del partido que dirige Pablo Casado, será el candidato por Málaga, Pablo Montesinos, quien también colaboraba en diferentes tertulias televisivas. Y un colaborados habitual de radio, el profesor José María Marco anunció su compromiso con Vox. Estos fichajes tienen un marcado carácter mediático y narrativo, es decir, son personas que expresan con claridad y facilidad las ideas del partido que ahora representan y eso ayuda a llegar a la audiencia.
Desde Ciudadanos han anunciado fichajes de profesionales de referencia en sus sectores, quizá con menos conocimiento por parte del gran público, pero con la intención de generar una imagen de seriedad y profesionalidad absoluta, algo así como decir “aquí sólo vienen los mejores”. El caso del abogado del estado Edmundo Bal, presente en causas judiciales como el caso Gürtel o el juicio del proceso indenpendentista; o el de Marcos de Quinto, ex vicepresidente mundial de Coca-Cola, aunque en nuestra Comunidad no parece que se hayan esforzado mucho de cara a las elecciones generales, quizá deberían dar sesiones internas a los recién llegados antes de conceder entrevistas y visitar los medios de comunicación. Esperemos que la sociedad civil impregne la política y no al revés.