VALÈNCIA. (EP) La Sindicatura de Comptes ha batido su récord anual de informes durante 2020, a pesar de las dificultades de la pandemia, con un total de 64 publicados durante el año pasado, una cifra que supera ampliamente la de otros ejercicios.
Un balance "muy positivo" ante los rápidos cambios realizados en la manera de trabajar y el atraso en la presentación de documentación y alegaciones, resalta el órgano fiscalizador de la Comunitat Valenciana en un comunicado.
Entre los trabajos de fiscalización, todos publicados en su web, hay 40 de ámbito local, entre ellos los 18 de fiscalización del control interno y las 16 auditorías de los principales controles de ciberseguridad, así como las fiscalizaciones de la cuenta general de las entidades locales, la información contractual del sector público local valenciano, los acuerdos y resoluciones contrarios a las advertencias de los interventores locales o la auditoría operativa sobre las actuaciones en materia medioambiental en los ayuntamientos de más de 10.000 habitantes.
También hay 24 de ámbito autonómico, entre ellos los cinco volúmenes correspondientes a la cuenta general de la Generalitat con sus 12 informes específicos, junto a un informe especial sobre la dependencia y el seguimiento de las recomendaciones realizadas al respeto por el Tribunal de Cuentas, el informe sobre la cuenta de Les Corts y las auditorías sobre los servicios de extinción de incendios forestales, la red de centros públicos y privados concertados del sistema para la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, así como sobre la gestión del servicio de depuración de aguas residuales por la EPSAR.
En cuanto a la fiscalización de las cinco universidades públicas valencianas, en 2020 se fiscalizó el control formal de sus cuentas y se elaboró un informe sobre la obligación de establecer un sistema de contabilidad analítica.
Para la Sindicatura, la situación extraordinaria pone de manifiesto su apuesta por la modernización y la implantación de las tecnologías de la información, la auditoría sin papeles y la administración electrónica, que le permitieron afrontar "con celeridad y eficacia" el cumplimiento de sus funciones.
Y lo hizo con casi la totalidad de su plantilla realizando sus tareas en modalidad de trabajo no presencial, respetando las medidas decretadas y garantizando la prevención y la seguridad de todo su personal, como acordó su consejo a fin de evitar los desplazamientos por motivos laborales.
Paralelamente, la ampliación de su programa anual de actuación de 2020 con un informe de fiscalización de las ayudas de la Generalitat a trabajadores a consecuencia de la COVID-19, la publicación de un nuevo documento técnico para el manual de fiscalización de 2020 sobre el tratamiento de los efectos de la pandemia en la memoria de las cuentas anuales de 2019 o la firma de un protocolo de colaboración entre la Sindicatura y la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción.
Estos son, a su juicio, algunos ejemplos de su apuesta por el control de la gestión pública en plena crisis sanitaria, "un momento en el que se está demostrando la especial relevancia que adquieren las funciones de control de las instituciones fiscalizadoras".