Dalmau adjudicó a dedo ayudas a municipios saltándose los criterios de la conselleria
Dalmau adjudicó a dedo ayudas a municipios saltándose los criterios de la conselleria
VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pese a las difíciles circunstancias de la pandemia, atraviesa un momento dulce en el ámbito estrictamente político. Bien es cierto que las dificultades de su relación con la vicepresidenta del Consell y referente de Compromís, Mónica Oltra, son públicas y notorias, pero esto no parece quitar el sueño al jefe del Ejecutivo ni a su grupo de confianza en el Palau y en el PSPV. De hecho, sigue sin producirse una reunión entre ambos líderes políticos, aunque según ha podido saber este diario, sus respectivos entornos habrían comenzado a suavizar la situación.
En cambio, tanto en Presidencia como en el PSPV, sí admiten preocupación por la estabilidad cuando se les menciona al vicepresidente segundo del Consell y titular de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau. Y no porque el dirigente de Podem contribuya a los desequilibrios en el Botànic, sino todo lo contrario: en la formación socialista consideran al vicepresidente segundo un socio "leal" y "sensato". "Es más 'ximista' que muchos cargos del PSPV", llega a bromear un alto cargo del círculo del presidente.
Una muestra de que la formación socialista se encuentra cómoda con Martínez Dalmau en el Consell, dado que a su juicio ha mostrado un perfil institucional alineado con Puig, incluso en situaciones especiales, como en el rifirrafe público con Oltra. El dirigente de Podem lanzó un mensaje en redes sociales en el que parecía afear sus manifestaciones a la vicepresidenta: "No es el momento de intereses partidistas y los personalismos por encima del interés general".
Así, tal y como publicó Castellón Plaza meses atrás, uno de los procesos que los socialistas atendieron con interés fue precisamente la asamblea para decidir al nuevo líder de Podem, en la Martínez Dalmau se posicionó abiertamente en favor de la síndica en Les Corts, Naiara Davó, frente a la diputada Pilar Lima. Una elección que, así lo temían en el PSPV, podía desestabilizar el Botànic en el caso de una victoria clara de la oponente de Dalmau, dado que tendría poder incluso para decidir un cambio en la Vicepresidencia Segunda. O lo que es lo mismo, el adiós para Puig de un aliado en el Consell.
Sin embargo, y pese a que Lima consiguió la victoria, esta fue tan justa -38 votos de diferencia- que no implicó movimientos dentro del Gobierno valenciano, dado que la nueva secretaria general optó por la continuidad y no agitar el avispero, pese a que distintas fuentes moradas admiten que a la nueva líder no le agrada la actitud, a su juicio, "demasiado seguidista" del vicepresidente hacia Puig.
Con este escenario, distintas fuentes del PSPV no esconden su preocupación -y la extienden a Presidencia- con las informaciones publicadas por este diario respecto a la polémica sobre el programa de ayudas impulsado por la conselleria de Martínez Dalmau de las que son beneficiarios 70 municipios. Más allá del problema concreto del proceso y del malestar de varios ayuntamientos por el método aplicado para la concesión de las ayudas, a los dirigentes socialistas les inquieta que dentro de Podem, y más concretamente desde el sector de la secretaria general de la formación, surjan voces críticas con la gestión del vicepresidente.
Lo que, por otro lado, resulta obvio a tener de los citados antecedentes, es que Puig y los suyos tratarán de prestar su apoyo a un socio que, además de resultarles cómodo y confiable, posee la característica añadida de no tejer alianzas con Compromís y, especialmente, con Mónica Oltra, lo que facilita al presidente de la Generalitat su control del Botànic.
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La magistrada apunta a irregularidades administrativas y al desequilibrio en la distribución del dinero, pero no aprecia ilícito penal