VALÈNCIA. CaixaBank (CABK) y Bankia (BKIA) han intensificado su proceso de fusión, o para ser más exactos: la integración de la segunda en la primera. Y para ello ya están trabajando a todo tren en la operación que dará lugar al mayor banco por activos en España y todo un 'Top 10' en Europa, que fue anunciada el pasado 3 de septiembre y cuyos accionistas la aprobaron a primeros de diciembre.
Según han venido manifestando tanto José Ignacio Goirigolzarri, presidente de BKIA, como Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CABK -y primer ejecutivo de la nueva entidad-, la fusión está programada ejecutarse en el primer trimestre del presente ejercicio. Ambos siempre han manifestado en público que lo más normal es que fuera a finales de marzo, pero según ha podido saber este diario ambas entidades quieren acelerar los procesos.
Cierto es que deben de contar con las autorizaciones pertinentes del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Pero la 'hoja de ruta' que manejan ambos bancos tiene marcado en rojo el 21 de febrero como fecha para la integración jurídica. Cuatro semanas después, el 30 de marzo, las oficinas de Bankia llevarán la imagen de CaixaBank.
Conviene recordar que toda la cartelería interior y exterior -además de folletos, productos...- lleva un proceso más lento, tal y como ha sucedido en otros procesos de este calado como la compra del Banco de Valencia por parte de CaixaBank. De hecho transcurrieron tres años desde la adquisición hasta que se eliminó completamente la imagen del centenario banco valenciano, tal y como contó entonces este diario. Pero lo cierto es que a lo largo de las últimas semanas se han ido tomando medidas de las fachadas de las oficinas de BKIA.
Uno de los 'puntos calientes' de la fusión/absorción es la negociación con los sindicatos, que está programada que culmine a finales del próximo mes de abril. "No tenemos novedades en los planes de ajustes; y cuando la fusión se lleve a buen puerto los primeros que sabrán serán los representantes de los trabajadores. Entonces empezaremos un diálogo constructivo y estoy seguro que lo haremos de manera correcta", así lo señalaba Gortázar el 31 de octubre de 2020 con motivo de la presentación de los resultados del tercer trimestre del año pasado. "No estamos planteando ningún ajuste de plantilla antes de la fusión con Bankia", incidía.
Un día antes el CEO de BKIA, José Sevilla, manifestó también en la rueda de prensa posterior a los resultados que "cuando se formalice la operación buscaremos amparo con los sindicatos, pero hasta ese momento no ocurrirá nada. A ver qué se pacta con ellos y veremos el proceso de salidas donde buena parte estarán condicionadas a la integración informática, pero no necesariamente todas. Primero tenemos que hablar con los sindicatos". Y la 'hoja de ruta', según las mismas fuentes consultadas por Valencia Plaza, pasa concluir las negociaciones con los sindicatos el próximo 30 de abril, toda vez que esperan la integración jurídica el 21 de febrero.
Si todo sigue su curso, los empleados de Bankia integrados en CaixaBank comenzarán a vender productos de la entidad presidida por Jordi Gual a partir del 1 de julio de este año; mientras que cuatro meses después -1 de noviembre- se espera que concluya la integración tecnológica. Todo ello mientras las direcciones de zona mantendrán su estructura hasta finales de 2021, pero no así las direcciones territoriales.
Para el plan de integración de los equipos se ha puesto en marcha un centro de soporte de integración, que cuenta con 125 empleados de CaixaBank para echar una mano a sus colegas de Bankia en las oficinas de esta. Asimismo, las direcciones de zona de BKIA contarán con dos miembros de CABK para conocer toda la operativa.