Los chiringuitos quedan atrapados en un gran berenjenal burocrático para abrir antes de julio

CASTELLÓ. La posibilidad de que los chiringuitos de Castelló abran sus puertas antes del 1 de julio en el Gurugú y Pinar resulta en estos momentos una quimera. Hasta tres administraciones distintas deben ponerse de acuerdo para repetir la fórmula que el año pasado permitió a los empresarios de Atlanta, La Playa, Dharma y Solé Rototom montar desde el 15 de junio, sorteando así las restricciones del Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel).

Aunque el Servicio Provincial de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, tiene la competencia, solo puede autorizar un adelanto de la temporada si la Conselleria de Cambio Climático, a través del departamento de Vida Silvestre, acredita la no presencia de nidos de chorlitejo patinegro. Esa valoración, mediante una inspección visual sobre el terreno, debe elaborarse a partir de una petición de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, responsable del Pativel, que califica los dos arenales como urbanos con restricciones. Esto significa la exclusión de establecimientos expendedores de comida y bebidas (merenderos) de naturaleza estacional entre el 1 de marzo y el 30 de junio. Ese periodo corresponde a la época de nidada de la diminuta ave, especie clasificada como vulnerable.

Costas ya cuenta con un informe de Obras Públicas desde el pasado 11 de junio, firmado por la subdirectora general de Puertos, Mª Pilar Álvarez. En ese documento, de carácter orientativo (no es vinculante), la Conselleria considera compatible los chiringuitos y la protección ambiental, pero siempre que "se adopten las medidas de precaución indicadas en el catálogo de playas por la existencia de fauna y flora".

En efecto, se refiere al citado Plan de Acción Territorial, que incluye al Gurugú y Pinar como playas urbanas con limitaciones (U2), es decir, que esas actuaciones preventivas impiden la instalación de cualquier estructura hasta el 1 de julio. Del mismo modo, el escrito recoge que el 25 de febrero el propio Servicio Provincial ya pidió información sobre el plan de eventos e instalaciones de servicio de temporada para 2021.

Fuentes de Costas señalan a Castellón Plaza que ese documento simplemente constata que los chiringuitos deben ajustarse a lo que marca la normativa verde respecto al periodo de explotación. Más allá de dicha consideración, no aporta nada más. Otra cosa es que la propia Conselleria inste ahora al departamento de Vida Silvestre a realizar una valoración acerca de la presencia del chorlitejo. Las conclusiones de ese informe sí podrían propiciar un anticipo a propósito de la fecha de inicio la actividad.

En busca de una solución

La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, reiteró este jueves, durante el pleno, que se está en conversaciones con las distintas administraciones para buscar una solución. Mientras tanto, y al no disponer de la pertinente autorización, "tenemos que cumplir la legalidad, guste o no" ante el riesgo de cometer prevaricación. La primera munícipe recalcó la voluntad de revisar el nivel de protección de las playas del Gurugú y Pinar con vistas a la siguiente temporada. La idea es que ambos arenales cambien de catalogación para hacer posible la apertura de los merenderos en junio.

Por su parte, los empresarios siguen insistiendo en que si el conflicto no se revuelve antes de este domingo, difícilmente salvarán la campaña, por lo que descartarán continuar adelante con el montaje de sus locales. Asimismo, en los próximos días decidirán si emprenden acciones legales contra el consistorio, para solicitar una indemnización por incumplimiento de contrato.