opinión

Los mercados esperaban un anuncio más contundente del BCE

La analista en España de Monex señala que "existe un amplio espacio para reforzar las medidas de política bajo el mandato de Christine Lagarde"

13/09/2019 - 

MADRID. En general, el BCE parece notablemente alarmado por la persistentemente limitada inflación que subyace en la Eurozona, revisando a la baja el pronóstico para los próximos tres años, aun cuando las implicaciones de un Brexit caótico y de la última ronda de escalamiento de la guerra comercial no están internalizadas en el escenario base. 

En línea, y asumiendo la flexibilidad que implica un horizonte temporal indefinido, existe un amplio espacio para reforzar las medidas de política bajo el mandato de Christine Lagarde. De ahí que hayan sido sentadas las bases para compensar al sistema bancario por los cargos adicionales que ahora enfrentarán las reservas excedentes depositadas en el banco central. 

Bajo el nuevo esquema, hasta seis veces el tamaño de las reservas obligatorias estarán exentas de pago de intereses, lo que equivale a cerca del 45% de las reservas líquidas que se encuentran actualmente inmovilizadas en el sistema bancario. Con los bonos de deuda pública, otros activos seguros y los préstamos interbancarios ofreciendo retornos negativos, existe un riesgo natural de que la medida desvíe los fondos hacia las arcas del banco central –ahora parcialmente libres de costo-, pero en teoría la medida debería incrementar los incentivos para mayores préstamos a la inversión y el consumo.


La reacción del euro, marginalmente apreciado después de una corrección de cerca de un 1% frente al dólar, podría tener varias lecturas. Por una parte, confirma que los mercados esperaban un anuncio más contundente del BCE, dado el débil entorno de riesgos que enfrenta la Eurozona y la crítica situación a la que se encamina la industria alemana. 

Por otra parte, podría ser un reflejo de mejores expectativas de crecimiento derivadas del estímulo monetario, suprimiendo relativamente el impacto bajista que las nuevas medidas imprimen a la moneda. En cualquier caso, los movimientos de ayer sugieren que el euro podría estar operando en el actual rango 1.09-1.11 en el corto y mediano plazo

Los riesgos a la baja de la moneda única están sujetos a la evolución de los eventos geopolíticos y comerciales, aunque parecen más limitados una vez que la divisa ha resistido el giro acomodaticio de la política monetaria. Los riesgos al alza, por su parte, son relativamente asimétricos, pero deberán evaluarse a la luz de las acciones de la FED y de la política fiscal en la Eurozona... algo en lo que Draghi volvió a insistir.

Olivia Álvarez es analista de Monex Europe para España

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