VALÈNCIA. Lo primero que advierte Mik Baró (León, 1878) antes de contestar nada es que se había dejado aquello de las entrevistas. No le gusta eso de hablar por teléfono, o contestar por e-mail preguntas que poco tienen que ver con su obra. Pero saca tiempo, y se aventura a explicar la exposición que minutos después inauguraría entre amigos en Estudio 64, librería-galería especializada en ilustración.
El ilustrador no es un desconocido en la ciudad, en realidad, vino de León para estudiar Bellas Artes y se quedó hasta ahora. en su ciudad natal ya había aprendido el oficio de Grabado y Técnicas de Estampación. Su desembarco en València también supuso meterse de lleno en la escena rock ’n’ roll de la ciudad: conciertos, grupos, garitos, bandas, música alta… Y con su granito de arena pasó de ser espectador a ser parte activa. Entre sus clientes habituales está la sala 16 Toneladas y una buena cartera de grupos como Wau y los Arrrghs o Ukelele Zombies que han confiado en la mano de Baró.
A lo largo de estos años se ha cruzado, en noches de música y compadreo, y esa vinculación tan personal se ha convertido en algo tan profesional. Carteles, pegatinas, logos, entradas, portadas de disco… Nada ha pasado por encima de Mik Baró, que ahora ha aprovechado la propuesta que le lanzó Estudio 64 para hacer un resumen desordenado de su carrera artística. De las paredes cuelgan desde el pasado jueves trabajos originales, bocetos y hasta una obra hecha ex proceso que adelanta un proyecto en el que ilustra un texto de Mr. Bratto sobre la inexplicable seducción de “la gente con ojos de lacasito”. En una esquina, un cajón de cristal guarda recuerdos de todo tipo, desde parches hasta entradas de conciertos.
En sus dibujos, que pueden desprender cierta brutalidad sin sentido, hay en realidad toda una iconografía que se resignifica en servicio al gamberrismo y a ese espíritu de tomar partido por las cosas mirando hacia otro lado tan propio del rock ’n’ roll; una escena que además tiene la capacidad de renunciar a esto por estar al lado de la gente en causas sociales: un verdadero arte popular.
La obra de Mik Baró empezó en València pero ha acabado trabajando para grupos estadounidenses, japoneses, escadinavos o ingleses, además de haber hecho una edición limitada del cartel de la edición del festival Azkena Rock de 2016 (que se expone en la muestra). ¿Por qué ha encajado su obra tan bien en esta escena a nivel mundial? “Al final acabas reflejando lo que vives, si vas a conciertos, conoces a la gente y te empapas de la escena, acabas haciendo un trabajo fiel a lo que es”, cuenta Baró. Una de las rarezas de la exposición es el cartel que hizo para el 8º aniversario de la discográfica Burka For Everybody, en el que abandona su marcado estilo y homenajea a la Bauhaus en un concierto de bandas "con un estilo más post-punk que encaja con esa estética". Adaptarse (de forma auténtica) y vivir.
Su proceso creativo es anárquico y desorganizado. Del boceto a la pieza final pasan tantas cosas como hagan falta para que el resultado quede acorde a su espíritu. Así, en algunos de los trabajos ha bocetado, entintado e impreso en sucio para añadirle un anillo al personaje principal o unos tentáculos. También es común que mezcle analógico y digital, que el dibujo venga de un lado y el color de otro, incluso que haga un collage de ilustraciones, fotografías y tipografías.
Nostálgico sin nostalgía
Los materiales que utiliza, desde el papel hasta las tintas naturales, ya son muy difíciles de encontrar. La gente se ha pasado a las tabletas digitales y ha dejado atrás el lápiz y la goma. Mik Baró no, manteniendo una militancia no radical que resume en un “Si no he cambiado ahora, no creo que lo haga ya”. No reniega de lo nuevo, ni siquiera reivindica lo antiguo, simplemente defiende a través de su creación su manera de pensar y hacer las cosas.
La impresión de muchas de las obras colgadas son serigrafías y están numeradas, una especie de coleccionismo macarra, de museo de noches de guitarra y cerveza. En al exposición hay una docena de prints en A3 en venta, pero, ¿de esto se puede ganar dinero? “En València no hay ningún ilustrador viviendo únicamente de lo que quiere hacer. Yo solo ilustro y diseño, pero a veces para empresas, otras para conciertos…”