CASTELLÓN. Nadia Sheikh (1996, Alcora) se despidió anoche, con su concierto en el pub Veneno Stereo, de un año que ha ido cargado de nuevas sensaciones. Lo hizo además cogiendo aliento para una nueva temporada que arrancará con el lanzamiento de su nuevo single y con una gira por el Reino Unido que trasladará su voz -entre el jazz, el pop y el rock indie- hasta ciudades como Cardiff, Bristol y Manchester.
Escribir para tocar, tocar para grabar y, entremedias, buscando dónde actuar. Esta ha sido su filosofía desde que se mudase a Londres para empezar su carrera musical. La artista, medio castellonense medio inglesa, afirma no tener prisa. En efecto, fue en 2013 cuando lanzó su primer EP 50 feet, un trabajo que bajo la producción de Nigel Walker (Elton John, Paul McCartney…) se ha ido nutriendo hasta el momento de nuevos sencillos; el último, 'Going Down’.
Además, Sheikh es su propia discrográfica; entre otras tareas de management y gestión. Pero parece ser que precisamente esa independencia le ha valido para ser elegida como uno de los artistas ‘Grandes en 2018’ de This Feeling. Para empezar a moverse entre el circuito de grandes festivales, tras su paso por el Isle of Wight o el FIB. Y para ser telonera de los Dire Straits Experience, liderados por Chris White; o colaborar con Jamie Morrison. Tras su último bolo, la cantante atiende a Castellón Plaza
-Parece ser que 2018 ha sido un año para enmarcar. ¿Esperabas que fuera así?
-La verdad que esperar, esperar... los músicos nunca esperamos nada. Intentamos que cada año sea mejor que el anterior; hacer más conciertos y más música. Y en ese sentido, sí que ha salido bastante bien.
-Pero, siempre hay algún deseo que anhelar. ¿Cuál es tu meta para el año que viene?
-En 2019 va a haber música nueva. En concreto el día 25 de enero lanzaré mi nuevo sencillo. Además, estaremos de gira por Inglaterra. Y claro, me gustaría que pudiéramos tocar en otro festival.
-¿Es una especie de milagro acceder -y mantenerse- en el circuito de festivales?
-Es muy difícil porque los productores tienen muchos artistas a elegir. Pero además, en mi caso, no tengo ni manager ni discográfica. Por eso, el simple hecho de ya tocar en el FIB sin representación, fue un logro. Tu misma has de encargarte de darte a conocer, que te escuchen, que te llamen y que te vuelvan a llamar.
-Especialmente los macrofestivales son tachados de ofrecer el mismo tipo de cartel. ¿Cómo lo percibís los cantantes que os quedáis fuera de la lista?
-Si tratas de ser objetiva entiendes que hay muchos grupos y solistas que repiten porque también hay que contratar a los que la gente quiere ver. Al fin y al cabo, los festivales son una empresa que quiere vender entradas. Y si hay músicos que están en el candelero, es normal que los lleven. No obstante, es cierto que podrían dar una oportunidad a artistas más noveles. Diversificar las oportunidades para que todos toquen ante un público más amplio, porque es una experiencia única.
-No has vuelto a sacar un disco desde 2013. ¿Funcionan mejor los single?
-Sí, diría que fluyen mejor. La gente escucha más canciones que discos, sobre todo por Spotify. También es más económico para un artista independiente. En mi caso, las canciones las pago yo. No tengo a nadie que con su dinero me ayude a grabar un trabajo más extenso.
-Tocas a caballo entre Londres y Castellón. Y aunque no es extraño encontrar cantantes hispanos en la capital inglesa, ¿qué te atrajo de UK para querer asentarte profesionalmente?
-Si bien soy medio británica, fui a Inglaterra porque el tipo de música que hago encaja mejor aquí. Por no hablar de lo efervescente que es la escena musical londinense. Así que me vine a estudiar música, me gustó y decidí montar un grupo.
-¿Es una especie de sueño "americano"? ¿Cuáles son las posibilidades reales al otro lado del charco?
-Por una parte, es evidente que es muy difícil destacar porque hay mucha más oferta que en España. Y suele ser difícil hacerse oír entre tanta gente. Londres está sobrecargada de grupos; todos los días hay "25.000" conciertos. Pero como hay más oportunidades, puedes conocer también a más gente nueva y del sector. Y es una ciudad con mucha diversidad musical. Se habla de que la guitarra no tiene tirón en las radios, pero en Londres se está gestando una potente escena de guitarra que no para de creer. Es como una comunidad pequeña y se apoyan entre ellos.
-Muchos lectores se preguntarán entonces, ¿cómo lograste introducirte en el circuito independiente inglés?
-Tocando la guitarra noche tras noche en todas las salas, bares o pubs que me dejaban. He tocado incluso para el técnico de sonido del grupo que iba a actuar después que yo. Así, terminé dándome a conocer entre promotores u otros grupos que me invitaban para ser telonera de sus conciertos. Todo ello, sin olvidar el papel de Internet.
-Entre focos y más focos, ¿cómo es actuar en un club londinense y en uno de la "terreta"?
-El público en Londres puede ser bastante frío, aunque también hay que pensar que están súper acostumbrados a tener música en directo los 366 días del año y a ver a los grupos más grandes que te puedas imaginar. Mientras tanto, las actuaciones aquí son más cercanas y receptivas. También, se da el caso de que suelo tocar ante gente que me ha visto crecer desde que tocaba solo cuatro acordes, de más pequeña. Son actuaciones más familiares.
-Sigues trabajando sin discográfica. ¿Se puede alcanzar la escena internacional sin un gran sello detrás?
-Sí se puede prescindir de una discográfica, sobre todo con Internet, por las posibilidades que hay para grabar. No es como antaño. Sin embargo, está claro que un artista como Adele o Ed Sheeran no podría hacer lo que hacen solos; necesitan un gran equipo detrás, porque es una maquinaria demasiado fuerte para salir adelante solo. Igualmente, si le preguntas a los músicos de normal te responderán que no tienen dinero, y la producción y promoción -aunque no se perciba- tiene un gran coste. Con todo ello, dependerá del volumen de trabajo que se tenga, aunque sí tengo claro que no hace falta para empezar una carrera. Se puede sacar con total autonomía si se trabaja duro.
-Cerramos otra vez con la lista de deseos. Tras el FIB, ¿en qué otro festival te gustaría ver tu nombre?
-En el Glastonbury Festival. Sería todo un sueño.