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Neil Jordan: “'La viuda' va de tres mujeres, un bolso de mano y lo horrible que puede ser una amistad”

15/08/2019 - 

VALÈNCIA. A la pregunta de si La viuda es una golosina camp o un thriller involuntariamente cómico sólo pueden responder los espectadores según su gusto por películas de finales de los ochenta y principios de los noventa del exceso de Misery (Rob Reiner, 1991), Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992) La mano que mece la cuna (Curtis Hanson, 1992) y, sobre todo, Atracción fatal (Adrian Lyne, 1988). El director irlandés Neil Jordan se apoya en tres actrices cómplices en su desbarre, una autoparódica Isabelle Huppert, una afectada Chloë Grace Moretz y la nueva reina del grito, Maika Monroe, para relatar el acoso de una mujer con un obsesivo instinto maternal hacia una chica hundida por la muerte de su madre. El Cinestudio D’Or recupera esta próxima semana, del 19 al 25 de agosto, este pasatiempo de inacabables giros de guión, deliciosas incongruencias y villana de cómic. De la diversión de rodar una película tan disparatada y de la televisión como guarida actual de los cineastas hablamos durante el pasado Festival de Toronto.

- Tu película me ha resultado totalmente inesperada, una rareza en tu filmografía. ¿Te lo planteaste como un divertimento?
- Me lo pasé muy bien rodándola. Es un drama ceñido a tres mujeres, un bolso de mano y lo horrible que puede volverse una amistad. Pero he rodado otras películas oscuras en el pasado, ¿no crees?

- Si, pero no en las que metieras camp, terror y comedia en un mismo paquete.
- Es que contaba con tres actrices excelentes a las que podía sacarles partido en todos esos géneros. De todas formas, no me parece que sea una película diferente a otras que he dirigido. En los momentos grotescos es inevitable que el espectador se alivie riéndose. Pero espero no haber provocado carcajadas fuera de lugar.


- Empieza siendo seria, pero se vuelve muy divertida. ¿Fue complicado mantener en equilibrio los diferentes tonos de la película?
- Más que comedia, lo que exploro en este drama es el absurdo. Hay escenas, como cuando el personaje de Isabelle Huppert se aplica una inyección en su propio dedo amputado, que son terroríficas por profundamente oscuras y descabelladas.

- ¿Qué te da Stephen Rea para contar siempre con él en tus proyectos?
- Es muy buen actor. Puede hacer cosas de las que otros colegas no son capaces Por ejemplo, la secuencia con Isabelle en la que ella le dispara: Yo quería que fuera como un baile, así que ella sube el volumen de Chopin para que él no escuche lo que está sucediendo detrás del piano. Forman un tándem perfecto. La primera película que rodé fue Danny Boy (1982), y ya la protagonizaba Stephen. Del mismo modo que también participó en En compañía de lobos (1984). Escribí Juego de lágrimas (1992) para él. Y cuando rodé Entrevista con el vampiro (1994), también creé un personaje específico, llamado Santiago, para que lo interpretara. Hay papeles para los que no puedo pensar en otro actor.

- Este guión no lo escribiste tú, ¿qué fue lo que te convenció para sumarte al proyecto?
- Había una sencillez y un componente caricaturesco que me parecieron muy interesantes. Quería explorar la patología de su protagonista, Greta. Y terminé de convencerme cuando Chlöe e Isabelle se incorporaron al elenco. El elemento musical es una aportación mía. Quería que Greta fuera una profesora de piano.


- En paralelo a tu carrera como director, también has publicado novelas. ¿Te consideras más escritor o realizador?
- Ambos. Estoy a punto de adaptar una novela que escribí hace cuatro años, The Drowned Detective, con Julianne Moore. Hay algo que sólo puedes explorar en el cine y en ningún otro arte. Empecé como escritor, pero esa faceta mía es desconocida: mi proyección internacional  ha sido como realizador. A estas alturas, me siento afortunado, porque cada vez es más difícil hacer películas y los lapsos entre rodajes se dilatan mucho en el tiempo, así que resulta reconfortante dedicar esos intervalos a desarrollar libros.

- Ya has cumplido los 69. ¿Te planteas volcarte en la escritura dado lo duro que es hoy en día sacar adelante una película?
- Soy más joven que Brian de Palma y Terry Gilliam, que hoy día están teniendo dificultades para poner en marcha nuevos proyectos. Es una industria muy castigadora. Ahora hay que ajustarse a producciones pequeñas, por lo que resulta duro para la gente que está acostumbrada a grandes presupuestos. El trabajo de realizador es como una gran rotonda en cuyo centro hay mucha gente de diferentes disciplinas, que todos quieren dominar.

- Es la primera vez que vas a adaptar una de tus novelas. ¿Cómo vas a lidiar con el Neil escritor?
- El escritor es un tipo ingenioso y complejo. Ha tenido mucha suerte (risas). Los novelistas suelen ser unos tocacojones. Créeme, yo lo soy. Quieren aparentar que no les importa la adaptación, pero en realidad, están obsesionados con que claves su libro.


- Te hiciste cargo de cinco sesiones de Los Borgia, ¿es la televisión el refugio actual de los directores de cine?
- El furor por este medio hace más fácil trabajar allí, sí. Cuando escribes para televisión, leen tu guión en dos semanas, mientras que cuando lo haces para cine, pasa medio año y todavía lo tienen pendiente. No obstante, no es un medio del director, sino del guionista. Toma por ejemplo The Night Of o True Detective, son productos más complejos que los producidos en Hollywood. El tipo de cine de autor dentro de la industria que yo representaba se ha redirigido ahora hacia la televisión.

- ¿Cómo llevas lo de compartir los créditos de la serie con otros directores?
- Es muy duro. Cuando hice Los Borgia tuve que supervisar el trabajo de otros colegas. “No, mejor no pongas ahí la cámara”. “Disculpa, deja un momento, mejor me encargo yo”. Hay muy buenos directores que hoy en día solo consiguen trabajo en la televisión. Y no es justo.

- ¿Cuál es tu opinión sobre el veto a Netflix en Cannes?
- No voy a hacer declaraciones peyorativas. De una manera extraña estoy contento de que estén dedicando esos presupuestos a proyectos cinematográficos, pero me resulta triste, porque son películas que solo ven la luz en la plataforma.

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