VALÈNCIA. Se corta la cinta de algo que parece una nueva radiotelevisión. À Punt ha renovado su cúpula, y con ello, los pilares de de una programación que en realidad no se ha renovado lo que, tal vez con otra financiación, habría deseado. Ayer se presentó la parrilla de otoño en el Centro de Producción de Programas de Burjassot, un primer acercamiento al modelo que propone el nuevo director general, Alfred Costa, para el ente público. Este diario ya ha ido contando cómo algunos de los programas decanos del proyecto de Empar Marco han ido desapareciendo, y las balanzas se decantan ahora hacia otros derroteros.
En el terreno de la información, Raquel Ejerique, nueva directora de los servicios informativos, ha querido apuntar hacia una redacción atenta a la agenda pública y a la información de proximidad que se especializará y que "también será incómoda". La información es la mayor fuente de audiencia de la televisión actualmente, y aquello que le hace brillar cuando hay urgencias informativas como los temporales o los meses de confinamiento. Servicio público y nicho a la vez. Ejerique dicto sentencia: "Cada euro más que entre en À Punt será para hacer más información".
De manera inmediata, los dos grandes cambios es el traslado y la apuesta de Les Notícies del Matí, que abandonan el estudio de radio para ocupar el plató del resto de espacios informativos de la televisión, aunque mantendrá la multiplicidad de ventanas. La segunda novedad es A la Ventura, la gran apuesta de esta temporada, un nuevo programa de análisis para la noche de los viernes apoyado en los servicios informativos y la figura carismática de Marta Ventura. El programa contará, cada semana, con seis tertulianos y tertulianas diseccionando la actualidad con grandes personajes invitados.
Próximamente, la redacción de informativos también asumirá una página web renovada que le dará un peso mayor a la actualidad y un telenoticias comarcal que ponga el acento en la información de proximidad.
El entretenimiento será otro de los pilares de esta programación, que repite algunos de los formatos que mejor ha caído a la audiencia, como Trau la llengua, Tot À Punt Zapping o No tenim trellat, aunque también hay importantes ausencias, como Assumptes Interns, Una habitació pròpia o uno de los productos de la era Costa como La Terrassa. En el prime time tendrá un importante peso los tres proyectos que resultaron elegidos a partir del acuerdo económico con Turisme València: Loving Comunitat Valenciana, un programa en el que Hu Zhao descubrirá con otros ojos nuestro territorio; El meu lloc al món, un programa de entrevistas a grandes personalidades que enseñarán un lugar de la Comunitat que haya sido relevante en su vida; y Cara o creu, en el que Àlex Blanquer y Manu Lajarín explorarán el territorio desde dos puntos de vista contrapuestos: un bolsillo generoso y otro para todos los públicos. Estos formatos tienen un carácter promocional y se busca que tengan salida en otras cadenas de televisión.
Completan la parrilla de televisión un À Punt Directe renovado con la incorporación de Joan Espinosa, tal y cómo adelantó Culturplaza, y las nuevas temporadas de Families, Plaerdemavida, A córrer, Cartes en Joc y Terra Viva.
Cumplir el contrato programa es uno de los condicionantes a tener en cuenta a la hora de configurar la parrilla. En este sentido, el equilibrio producción propia-externalizaciones tiene un importante correctivo en la radio esta temporada. Al ras, el magazín con el que se inauguraron las emisiones de la nueva radiotelevisión, se ha despedido para dar paso a otro salido de la redacción de Burjassot, El dia À Punt. Pero el peso se lo lleva el deporte, que coserá toda la parrilla con un informativo de una hora y media, y una revista deportiva de otra media hora a mediodía, dos horas de información y tertulia por la noche, y un carrusel que ocupará toda la tarde de los fines de semana.
Por la tarde, Pròxima Parada gana terreno y Podríem fer-ho millor mantiene poco más que su nombre, ya que de un programa de humor de una hora, pasa a ser el magazín de los fines de semana, ahora co-presentado por María Juan y Jèssica Crespo. Se rompe así definitivamente la dinámica de programas especializados de una hora de duración: ahora los magazines de producción propia intentan llenar toda la parrilla posible.
Tal vez el punto más amargo de la programación es la desaparición casi total de programas especializados en cultura, que sufren el camino contrario a deportes. Los únicos programas que se mantienen de este ámbito es Plaerdemavida semanalmente en la televisión y Territori Sonor de lunes a viernes en la radio. Los dos en horario de late-night.
Por otra parte, la oferta de ficción se ciñe a películas extranjeras dobladas al valenciano, como El diari de Bridget Jones, Sexe en Nova York o Memòries d'Àfrica. Desde febrero de este año, cuando se estrenaron Diumenge Paella y La fossa, no solo no se ha emitido otra serie de producción propia, sino que no hay ninguna en el cajón ni rodándose. Según ha podido saber este diario, se han pedido guiones para la futura producción de dos series nuevas, una de ellas sería una nueva temporada de L'alqueria blanca.
Mientras, las reemisiones de antiguos programas de Canal 9 siguen llenando los huecos que el presupuesto actual no puede cubrir. Desde que acaba Los notícies del matí hasta que empieza Terra Viva, se emite Gormandia, que cumple 10 años desde que se estrenó y 7 desde su último capítulo emitido originalmente.
A nivel orgánico, el gran debate es la renovación del contrato programa, que caduca el 31 de diciembre de este mismo año y cuyo debate en Les Corts irá -previsiblemente- acompañado de modificaciones de la ley 6/2016 de creación de la radiotelevisión. Costa ha mandado una señal de alerta y también una petición muy explícita: que la financiación pública de À Punt al menos se mantenga y que se tengan en cuenta las modificaciones propuestas por Enrique Soriano (por ejemplo, eliminar la prohibición de gastar más de un 30% en personal).
El tiempo dirá si estos deseos se convierten en realidad, y de qué manera esto influye en el nuevo camino que parece empezar a tomar la radiotelevisión pública valenciana.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.