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GIRA ESPAÑOLA

¿Qué pasa con Gus Dapperton? La generación Z que no logras comprender

El cantante y compositor norteamericano pasará por València el próximo 17 de febrero (La Rambleta) como parte de su gira española

14/02/2019 - 

VALÈNCIA. La literatura moderna, esa de los entrecomillados impresos en libretas, tazas o tarjetas de felicitación, tiene en el campo semántico de la adaptación al medio un saco sin fondo de recursos. El mal llamado coaching y las lecciones capitalistas de Mr Wonderful podrían, sin atisbo de ruptura, incluir un apartado abundante en cuanto a cambiar y acomodarse a las nuevas circunstancias. Stephen Hawking (“inteligencia es la habilidad para adaptarse al cambio”) y H.G. Wells (“adaptarse o perecer, ahora más que nunca, es el imperativo inexorable de la naturaleza”), pero también futbolistas como Hope Solo, músicos como Avicii o boxeadores como Floyd Mayweather, Jr. La lección de la adaptación al medio como modo de supervivencia ha alcanzado ya unas cotas de integración en el sistema capitalista que es difícil que uno no lo vea con tremenda naturaleza.

Sin embargo, hay cosas a las que uno tiene más difícil adaptarse que a otras. La brecha generacional está ahí, y a veces adquiere entidad de acantilado. Hasta cierto punto es normal que haya a quien le cueste adaptarse a los nuevos modos de hacer música. A la cantera de YouTube. Tú te criaste con MySpace, pero la realidad es que Tom la vendió en 2009 a cambio de casi 600 millones de dólares y ahora, con casi 50 años, se dedica a subir las fotografías de sus viajes en Instagram. Es comprensible que no acabes de entender el hervidero musical de Internet, el trap, por qué mola Rosalía o cualquiera de los volantazos que la generación Z le da al negocio de la música. No todo es adaptarse o morir, como decía H.G. Wells. También está el dilema de adaptarse o hacerse un lado sin molestar.

Es la dicotomía que se advierte, por ejemplo, con figuras como la del norteamericano Gus Dapperton. Su gira española pasará por València con un concierto en La Rambleta el próximo 17 de febrero.

Seriously cool style: Dapperton y el gancho extramusical

La generación Z ya colapsa gran parte de la agenda cultural de 2019. La parte más madura de la cosecha cuenta ya con entre 20 y 24 años, por lo que resulta cada vez menos sorprendente verlos ocupar lugares predominantes en la jerarquía protagonista. No así en la de la mayoría de los medios que informan sobre ellos, lo cual provoca esa ruptura mágica entre realidad y representación. Gus Dapperton es una de esas figuras que puede resultarle complicado de asimilar a un periodista que incluso disfrutó de Fotolog. Ni hablar ya de los anteriores. Es más: los más veteranos, aquellos que fraguaron sus primeras crónicas antes de los 90, tienen más herramientas para asumir la realidad porque la generación de nuevos sonidos no se diferencia tanto de épocas pasadas.

Sin embargo, la primera impresión de Gus Dapperton pone en alerta al más pintado. “Meet Gus Dapperton, an on-the-rise dream pop musician with seriously cool style”, titulaba Emily Farra en un artículo de Vogue en agosto de 2017. Seriously-cool-style. No es su única aparición en la famosa revista de moda y estilos de vida. Apenas medio año después, Rachel Hahn volvía a hablar de Dapperton y su “innegable estilo idiosincrásico” en una noticia que ya le daba la vuelta del todo al orden de las cosas: utilizaba la percha de la gira europea del cantante para poder hablar de sus jerseys de cuello alto de Jean Paul Gaultier y sus “Capezio dance shoes”. El estilo de Dapperton es tan único como su voz, terminaba el artículo, que en realidad servía para presentar una serie de fotos que, en exclusiva, servían para que el artista mostraba su ropa favorita para la gira.

La estética como complemento

Sin embargo, y por mucho que pueda parecerlo, la vertiente estética de Gus Dapperton no le resta un ápice de relevancia a su faceta musical. No debería. No es precisamente nueva la función prescriptora de los músicos en lo que respecta a la moda. Bowie, Madonna o Queen, sin ir más lejos, tendrían mucho que decir en este aspecto. Lo único que cambia, en realidad, es lo que cambia en todo hoy: la repercusión de un canal como Internet. Pero la profundidad de la fascinación por la estética de Gus Dapperton no oculta su capacidad como cantante y compositor a sus tempranos 22 años. El apartado visual actúa, de hecho, como ya vemos en proyectos tan cercanos como el de Mueveloreina; el vídeo de su primera canción (‘Moodna, Once With Grace’), publicado en mayo de 2016, certifica la relevancia del producto audiovisual en 2019.

Desde que empezó a publicar sus composiciones de forma totalmente independiente, Dapperton ha conseguido granjearse un estilo propio. Al margen del apartado estético, que hasta cierto punto tira de la misma nostalgia de parte de su repertorio musical, el norteamericano trabaja con cohesión una propuesta que viaja entre el soul y una especie de (dream) pop de fuerte anclaje en los 80; esta facilidad para encontrar el lado amable de la música más allá de los márgenes del mainstream le pone en la senda de actores de la misma escena como Ariel Pink, Mac DeMarco, Jens Lekman o el hiper referenciado King Krule.

Buscando lo analógico desde el ordenador

Probablemente sea la ausencia de un referente obvio, un disco, lo que ponga otra vez la sospecha de la duda sobre el potencial de Dapperton y la atención que recibe. Sin embargo, los tiempos cambian y ya no son cosas que estén estrechamente relacionadas. “Cuando me hice mayor descubrí lo maravilloso que era abrazar los colores que vestía y los sonidos que hacía”, explica Dapperton en el vídeo que dirigió Matthew Dillon Cohen -quien, por cierto, hizo lo mismo con ‘The Club’, uno de los adelantos del último disco de Hinds- para Vogue en 2017. Llama la atención cómo su universo, el de los contestadores automáticos, los casetes, las cámaras de fotos de carrete… el de lo analógico, en definitiva, esquive el choque frontal con una música que Dapperton compone desde su ordenador en primera instancia.

Con una tendencia natural hacia los sintetizadores y los ritmos programados, su música consigue mantener una cualidad orgánica que la hace menos artificial de lo que podría ser. Así quedó demostrado en su segundo EP, You Think You’re A Comic! -referencia a partir de la cual llega su gira española- y en los singles que ha adelantado desde el año pasado: ‘My Favorite Fish’ y ‘World Class Cinema’ siguen dibujando un camino ascendente tras canciones que, como ‘Prune, You Talk Funny’, habían situado el hype de Gus Dapperton demasiado alto.

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