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VALÈNCIA. Ahora, en esta época de confinamiento y miedo, quiero recordar otra pandemia que no era solo médica sino también de odio -lo que en mi país se llegó a llamar “the gay plague” (la plaga gai)-: o sea, la SIDA. Se llevó a mucha gente y uno de ellxs era la increíble Burnel Penhaul (1965-2002) aka Transformer, activista trans-queer, performer y creador de extensiones corporales surrealistas que llevaba en los mas variados contextos.
Una de las primeras veces que vi a Transformer se elevaba por encima de todxs en sus increíbles botas de plataforma y su traje dadá, un corpiño hecho de urinarios de cerámica tipo Duchamp, cada uno con un tubo conectado que llevaba a unas bolsas de colostomía unidas a sus dedos. Con su maquillaje psicodélico característico, una mezcla de payaso travesti y reina de las hadas, parecía un ser de otro mundo, ¡un mundo mas glamuroso, mas divertido!
Estaba vestido así para presentar los Erotic Oscars (como se los conocía antes de que los Oscar se dieron cuenta y amenazaran con demandar), un evento organizado por la SFC (Coalición de Liberación Sexual) para apoyar a la ONG Outsiders, una organización que da apoyo a las personas con diversidad funcional y les ayuda a encontrar parejas sexuales. Transformer fue un gran defensor de ambas organizaciones y llevó a cabo una forma de activismo político conocido como radical drag. Aunque se hizo famose trabajando en el floreciente ambiente de las discotecas mas alternativas de Londres de los 80 y 90, siempre aparecía también, inmaculadamente vestida, en las marchas del Orgullo y las manifestaciones para Outsiders, la libertad sexual, los derechos de las trabajadoras sexuales, etc.
Sus disfraces eran verdaderas obras de arte, ensamblajes tridimensionales formados por todo tipo de materiales reciclados (relojes, juguetes, muebles, pajareras) con los que construía los mecanismos extraños de su look. A pesar de tener un glamour tremendo estaba en contra del elitismo y esnobismo del mundo de la moda. En un acto benéfico por el grupo Animal Amnesty en Milano, llevaba un vestido de super lujoso con terciopelo y peluche que se quitó para dejar expuesta tripas, un corazón y una caja torácica. Ganó varias veces el Alternative Miss World, un concurso extravagante y surreal a la que la gente mas cool del mundo del espectáculo asisten.
Tuve la suerte de ver algunas de las increíbles actuaciones de Transformer en las que hacia playback con su culo mientras comía un marsbar. En otra llevaba un vestido de paraguas mientras una compañera vestida de ángel le meaba encima, pero creo que su acción más escandalosa y audaz estuvo en las elecciones parlamentarias de 1997, cuando se presentó como candidato contra el conservador parlamentario Neil Hamilton, declarado culpable de aceptar dinero por realizar preguntas en el parlamento. Como parte de su campaña, Transformer entregó billetes falsos de cinco libras que anunciaban el club en el que trabajaba. Esto fue antes de que nos conociéramos y nunca olvidaré ver a Transformer hablando sobre la experiencia vestida con todo su glamur surrealista en uno de esos anodinos programas de la televisión diurna para amas de casa aburridas. ¡Los anfitriones no sabían qué hacer con este fenómeno drag!
Una de las cosas que más admiraba de Burnel era su increíble energía positiva y el hecho de que apareciera vestido en todo tipo de situaciones. De hecho, tuve la suerte de trabajar con Burnel en una de sus ultimas acciones: ¡cantando en la calle en Navidad! Era un verdadero perfeccionista, e incluso en esa ocasión, pasó horas ayudándome a hacer un disfraz y ensayando juntxs canciones clásicos del repertorio camp.
Desafortunadamente, en 2002 Burnel, como muchas de las maricas con talento de su generación, sucumbió a los efectos del SIDA. Nunca olvidaré cuando su ataúd fue llevado por la capilla ardiente, con un par de sus enormes zapatos de plataforma encima, a la melodía de Estas botas están hechas para caminar (These boots are made for walking) de Nancy Sinatra. Pero el legado de Transformer, el personaje salvaje y audaz que creó, sigue vivo para recordarnos que otro mundo es posible y que no debemos tener miedo de expresarnos sin importar cuán extrañas sean nuestras fantasías.
Graham Bell Tornado. Es artista visual, performer. Cofundador de La Erreria (House Of Bent).
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