VALÈNCIA. La situación generada por la pandemia de la covid sigue empeorando con el paso de los días y, como ya se preveía, tras las fiestas el número de contagios, fallecimientos y hospitalizados se ha disparado culminando este martes pre-Reyes con récord absoluto: 3.930 nuevos casos y 85 muertes por coronavirus.
Tal y como apuntaba el presidente del Generalitat, Ximo Puig, en la última semana las hospitalizaciones han subido un 52% y, a día de hoy, los centros valencianos cuentan con 2.079 personas ingresadas por covid, de los que 331 se encuentran en UCI. Con este escenario, desde la Conselleria de Sanidad han empezado a solicitar a los centros privados que inicien la desprogramación de la actividad quirúrgica no urgente ante la necesidad de camas por la presión asistencial.
Aunque Puig señalaba en su comparecencia de este martes que la presión hospitalaria se había incrementado en estos días y "preocupa de manera grande", aseguraba que la situación "no es de saturación". Sin embargo, como señalaba este medio, muchos centros se encuentran en una situación difícil e incluso algunos están derivando ya a centros privados.
Con el fuerte aumento de los casos hospitalizados como telón de fondo, este mismo martes, desde la subsecretaría de la Conselleria de Sanidad se reunía con clínicas privadas por el aumento de la incidencia, encuentros que continuarán la próxima semana. En ésta, se planteaba el inicio de la desprogramación de la actividad quirúrgica para poder derivar desde los hospitales públicos si fuera necesario.
Una reunión que se ha realizado con varios centros hospitalarios y en los que desde la parte privada se ha planteado la necesidad de un plan de derivaciones de pacientes no covid que permita a los mismos no estar parados tras desprogramar cirugías. Además, también han solicitado poder mantener consultas externas, que también fueron aplazadas en la primera ola de la pandemia. En este sentido, el plan definitivo será tratado en próximas reuniones.
Cabe recordar que en el mes de noviembre ya se allanó el terreno normativo por si fuera necesario intervenir la sanidad privada ante un incremento de los casos de covid que tensionara el sistema público. Para ello, el departamento de Ana Barceló aprobó una resolución para poner a disposición de la autoridad sanitaria los centros y establecimientos sanitarios privados y las mutuas de accidentes de trabajo, junto con su personal.
En esta resolución, Sanidad recogía la posibilidad de contratar todas las prestaciones y servicios que sean necesarios para poder remediar la situación sin necesidad de tener que realizar una licitación, como ya se hizo también en la primera ola donde al menos gastaron seis millones en derivaciones a la privada. Para ello, los precios de los servicios a contratar tomarán como referencia lo establecido en la Ley 20/2017, de 28 de diciembre, de la Generalitat, de tasas, según lo recogido en su título XXIX.
Este martes, Barceló aseguraba que la Generalitat cuenta con las camas de la sanidad privada, pero que si aún así fuera necesario se usarían los hospitales de campaña "cuando el sistema no pueda asumir la totalidad de ingresos". Mientras, el president de la Generalitat apuntaba a la capacidad para llegar a 19.000 camas para enfermos agudos y 1.200 críticos.
Ante la situación, Puig recordaba que en el inicio de este invierno la situación se ha vuelto "difícil y grave" y hay que "revertir esta tendencia preocupante, por lo que se debe dar una "respuesta contundente, ponderada e inmediata a medida que avanza la situación", motivo por el que el Consell ha tenido que endurecer las restricciones del toque de queda o cierre de establecimientos de hostelería a las 17 horas.