VALÈNCIA. No hace tanto que Rosalía revolucionó la escena musical en España a ritmo de ‘Malamente’ pero vaya si parece que ha pasado tiempo. El videoclip marcó un punto y aparte. No solo era un bueno, sino que la gente no podía parar de hablar de él. Era imposible escapar de ese universo que se acababa de presentar ante uno. Hoy suma cerca de 150 millones de visitas en YouTube. Un auténtico fenómeno, como pocos en la escena nacional. Han pasado tres años pero parece una eternidad. Para refrescar la memoria buceamos entre algunos de esos youtubers que se dedican a reaccionar a todo lo que les caiga en la caja de comentarios. Buen ejercicio para recordar la expresión de esa primera vez, la cara exacta del momento exacto en el que uno vio a Rosalía hacer trá trá en un camión. I don’t know what I just saw, dice el youtuber de turno, que quiere decir que qué narices es eso. But I love it, man, que quiere decir que sea lo que sea quiere más. Lógico. El vídeo consolidó a Rosalía como artista y, por ende, a sus creadores, la productora catalana Canadá, que para entonces llevaba una década cimentando un proyecto que le ha valido un buen puñado de nominaciones para los Grammy, los Grammy Latinos o los MTV Awards.
El fenómeno se construyó, eso sí, poco a poco. Diez años antes vivieron su primer gran éxito de la mano de El Guincho, con un proyecto que cambió las reglas del juego para siempre. Supieron analizar, con un poco de suerte y mucho talento, el cambio brusco que se estaba dando en el consumo audiovisual, un ritmo cada vez más acelerado y una vuelta al visual que se había perdido en cierta medida con el bajo interés de las televisiones por la música. Pero las televisiones ya no hacían falta. Tame Impala, Katy Perry, Scissor Sisters o, más recientemente, la estrella del pop Dua Lipa son algunos de los artistas que han colaborado con Canadá, engrosando la leyenda de una compañía que no para de soñar. Por lo pronto, acaban de abrir sede en Estados Unidos y están trabajando en su desembarco en el mundo de la ficción. Habrá que estar atento.
De parte del éxito de Canadá es culpable Alba Barneda, Directora de Producción. Vinculada desde los orígenes al proyecto, empezó produciendo piezas muy pequeñas para museos y videoclips para bandas de la escena indie. El resto, es historia. Barneda participó recientemente en BlaBlaNights, el ciclo gratuito de masterclass impulsado por LABA Valencia, la nueva escuela de arte y diseño de la ciudad, ubicada en el antiguo Cinema Valencia (C/Quart). Aprovechamos su visita para asomar el hocico en esa sastrería llamada Canadá.
-Canadá comenzó su andadura en 2008, un año cuanto menos dificultoso para empezar un proyecto creativo. Quizá tiene algo que ver con la sensación de incertidumbre que vivimos ahora.
-Empezamos en plena crisis económica. Era el peor momento para crear una empresa, pero ahí surgió Canadá. Estos momentos de incertidumbre también pueden ser oportunidades. El proyecto empezó siendo algo pequeño y ha ido creciendo con los años, de una manera muy tímida. Suena un poco prehistórico, pero era el momento en el que el vídeo empezaba a tener mucho peso, vimos esa oportunidad en el ámbito online. Los directores de Canadá venían de hacer publicidad tradicional y vieron que podían hacer muchísimos contenidos para marcas sin pasar por el circuito clásico. Ha sido en el mundo del videoclip donde nos hemos sentido siempre más cómodos, trabajando al principio para bandas indies, colegas nuestros. La diferencia fue apostar por ello, cuidar el producto. No era un extra que hacer el fin de semana. Ahora veo como muchas productoras tienen ese mimo por el videoclip, algo que me gusta mucho. Fue gracias a ese amor que salimos del hoyo, de esos años tan complejos.
-Con 'Bombay' (2010) de El Guincho llegó el primer punto de inflexión.
-El videoclip de El Guincho nos salvó, fue la primera vez que vimos la oportunidad de proyección internacional. Ya había girado por Estados Unidos, Japón... Para nosotros fue una última bala, era un temazo y salió muy bien, se hizo viral. Viendo el vídeo ahora también te das cuenta de cómo ha cambiado todo. En ese momento fue muy novedoso por su formato, con planos que duran muy pocos segundos. Hay que recordar que en 2010 no estábamos acostumbrados a Instagram, a hacer scroll y ver imágenes cada segundo y medio. Ese código no existía, el ojo no estaba tan acostumbrado a verlo.
-Y con él llegó el mercado internacional.
-Fue una consecuencia directa. Se estrenó el vídeo y sonó el teléfono para hacer el proyecto de Scissor Sisters, fue de película. Lo habían visto, les gustaba y querían lo mismo para ellos. Pasamos de tener un presupuesto de 3.000 euros a 30.000, que para nosotros era lo nunca visto [ríe].
-Una década después no son pocos los artistas y productoras que miran a Canadá como referente.
-Mucha gente habla del estilo Canadá, pero desde dentro siempre es más difícil verlo. También porque, aunque con una esencia parecida, es algo que ha evolucionado. También hemos abierto mucho el roster de directores y directoras con los que trabajamos, no buscamos copias de lo que hacían los fundadores. [...] En general, además, hay una preocupación entre los directores por la búsqueda de algo original, que no se haya hecho hasta ahora. Yo creo que eso es imposible, se ha hecho todo ya.
-En vuestra trayectoria fue clave el trabajo con Rosalía, ¿cómo empezó esta relación?
-Fue un proyecto muy bonito. La seguíamos ya con el disco anterior [Los Ángeles]. Fue a través de Tomás [Peña] de MANSON, uno de nuestros directores, que empezamos a colaborar y acabamos haciendo el vídeo para 'De plata', un proyecto muy chiquitín. Íbamos a rodar un spot para Tommy Hilfiger en Los Ángeles y una vez allí lo retrasaron, así que dijo, ¿por qué no grabamos lo de Rosalía? Y nos lanzamos a la piscina. Hemos estado con ella desde los inicios. Recuerdo cuando, tiempo después, [Rosalía] llegó con un 'Malamente' sin acabar bajo el brazo y de la mano de El Guincho. 'El mal querer' era un gran salto para ella. Se metió entonces Nicolás [Méndez], que ya había crecido mucho como director, con lo que iba a ser un proyecto importante. Y todo esto cuando todavía no había firmado con ninguna discográfica, estaba Pili, su hermana; Pilar, su madre, y poco más.
'Malamente' era un temazo y con el vídeo ayudamos a construir la imagen de Rosalía. Siempre recordaré estar en los ensayos con las bailarinas de su show, para el que había conseguido liar con su encanto a [la coreógrafa] Charm La'Donna. Todavía sin ninguna major detrás. Hemos visto toda esa evolución y, de hecho, dos años después hicimos el 'TKN' con Travis Scott y ella en Los Ángeles. Fue muy bonito ver como esa chica a la que ibas a buscar en coche con su hermana de repente estaba allí con todo su séquito, aunque siga siendo la misma, haber presenciado ese ascenso.
-El impacto de 'Malamente' fue brutal, no solo por las visitas del vídeo, sino por la conversación que generó en torno a él, algo que no es tan común.
-Nosotros nos metimos porque vimos que sonaba todo muy bien, pero no imaginábamos lo que pasó. Fue una locura. Estaba en todas partes. Para nosotros fue un gran salto. Hasta ese momento habíamos sido un ente conocido en el sector, pero Rosalía tuvo ese 'efecto tieta', que hasta mi tía hablaba del videoclip. Llegó a todos los niveles de la sociedad. No habíamos vivido ese fenómeno antes.
-No sé si desde Rosalía habéis tenido que lidiar con clientes que os piden ‘hacer un Rosalía’.
-Totalmente. Esa es ahora nuestra moneda de cambio, crear un hype para que los clientes digan: quiero eso. Nosotros con los videoclips no ganamos dinero, sino que invertimos mucho. Es una forma de atraer marcas y clientes que quieren asociarse a ese talento. Nosotros apoyamos el videoclip, y nos ha ido bien, porque hemos comprobado que cuando das a los directores libertad, tienen talento e inviertes en ese producto -sean videoclips o piezas más artísticas- luego las marcas quieren esa creatividad. Esa es nuestra fórmula. Al mismo tiempo hacer publicidad nos permite luego hacer estos otros proyectos, con eso conseguimos ese equilibrio.
-El gran reto internacional, y además muy reciente, ha sido 'Physical' de Dua Lipa, ¿quizá vuestro mayor anuncio?
-Ese ha sido el salto al mainstream real. Habíamos hecho muchos proyectos internacionales, habíamos vivido el efecto Rosalía y luego llegó Dua Lipa, que fue el salto real al mainstream. Nunca habíamos entrado ahí porque, por nuestra forma de trabajar, era complejo cuadrar con las necesidades de estos artistas. A veces nos dicen: ¿La semana que viene podéis grabar un vídeo para Madonna? No, no podemos, ¿cómo pensamos, cómo trabajamos? En algún caso, lo hemos podido asumir, como con Katy Perry. Llegaron y nos propusieron grabar en 15 días con ella en Hawái. Nos tiramos a la piscina y lo hicimos. Quizá no puede tener toda la preparación y concepto que hay detrás del vídeo de Dua Lipa, pero consiguen sacar una idea y sacarlo adelante.
Cuando pasa un videoclip como 'Physical' es mágico, en el que coincida director, artista, presupuesto... En este caso, hacía ya un tiempo que Dua Lipa seguía el trabajo de Canadá, era muy fan del vídeo de Tame Impala. Se había aproximado, pero no habíamos encontrado el tema ni el momento en el que Lope [Serrano] tuviera ese espacio de calma y que ellos nos dieran el tiempo que necesitábamos. Y al final lo hicieron, algo que no es habitual en este tipo de artistas. La preproducción fue muy bestia, es el videoclip más grande que hemos hecho nunca, tenía unas dimensiones brutales, pero tuvimos el tiempo para pensar, crear y preproducir, que eso nunca pasa. Vino a Barcelona, algo que también jugó a favor. Con este proyecto logramos entrar en el mainstream sin perder nuestra manera de trabajar, que es algo que agradecemos mucho, que respetaran nuestras reglas. Ahora no nos da miedo nada. Estamos rodeados de un equipo maravilloso. No sé cómo lo hacemos, pero al final todo sale.
-¿Por dónde pasa el futuro de Canadá?
-Aprovechamos el confinamiento parar abrir en Estados Unidos. Le dimos forma al proyecto en ese periodo. No tenemos oficina ahora, porque es absurdo en este momento de teletrabajo, pero ya estamos activamente trabajando allí, con algunos proyectos. Otro proyecto que tenemos para este 2021 es la ficción, que es algo que teníamos muchas ganas de abordar. Ahora un buen momento para eso, hay mucha demanda. Tenemos las ganas y la energía para meternos ahí. Es cierto que va un poco más lento, sobre todo comparado acostumbrados a nuestros timing de publicidad y videoclips, pero tenemos algún proyecto avanzando, alguna película, documental, serie... un poco de cada.