Históricamente, la radio ha servido como altavoz para las opiniones más plurales, y fue un canal indispensable para colectivos pequeños, movimientos alternativos y voces diferenciadas que, desde las emisoras, intentaron evadir cualquier tipo de censura. La libertad de la radio actual ha permitido que el colectivo LGTBI tenga un amplificador de onda para programas y podcast que visibilizan aquello que la heteronorma intenta esconder o reprimir. Ante la proliferación de la radio-fórmula, algunos referentes queer llevan tiempo abriendo sus micros a la lucha por la diversidad
VALÈNCIA. Los programas de radio sobre temáticas de sexo, orientación sexual e identidad han existido desde los inicios de democracia en España, y se reforzaron con el espacio Parlar per parlar (desde 1989) en Radio Barcelona, que su conductora, Gemma Nierga, llevó a Cadena Ser y lo catapultó al éxito definitivo durante más de una década. Gran parte de las llamadas de los oyentes, en sus largas veladas de monólogo, profundizaban en la dificultad para mostrarse como se sentían realmente en sus vidas. Personas que mostraban afectos silenciados, atracción sexual hacia personas de su mismo sexo, hombres y mujeres trans que no soportaban ocultar su identidad en sus entornos familiares o laborales, o reflexiones constantes acerca de la bisexualidad y la pansexualidad estaban a la orden del día.
Al hilo de eso, han ido naciendo otros espacios que dan voz a personas queer, que divulgan las reivindicaciones del movimiento global de la defensa y liberación de gays y lesbianas a nivel internacional. Pero ahora más, se condensa todo un universo de identidades, que destruye los tópicos y analiza el género desde un punto de vista mucho más coral, con primeras voces que lideran una programación desde espacios cada día más igualitarios, defendiendo la diversidad sexual, e incluso transgrediendo cuestiones de la moral heteronormativa. Las ondas radiofónicas llegan a una realidad cada día más visible: las personas no binarias y las sexualidades disidentes ya no son ningún reducto social, y los medios de comunicación lo corroboran.
En este sentido, el formato de cabecera en España es el magazín Wisteria Lane, que se ha convertido en el programa decano de temas de diversidad sexual y cultura queer en Radio 5, del ente público. Heredó un formato similar que le precedió, Las aceras de enfrente, un programa que ayudó al colectivo a hacerse eco de mano del escritor Luis Antonio de Villena, uno de los referentes de literatura de temática homosexual en España. Pero en 2010 se reconvirtió al formato actual, que recuerda al barrio que recreaba la serie Mujeres Desesperadas. Acaba de iniciar su undécima temporada con el mismo conductor desde el inicio: Paco Tomás es director de un espacio que se abre al diálogo distendido y por el que cada semana pasan personas que ponen en alto su reivindicación. Al mismo tiempo presenta libros, acciones culturales, películas y series que influyen en la construcción de una imagen global y normalizada del colectivo LGTBI.
“El formato ha cambiado mucho, pero lo que más siento que más ha cambiado ha sido el activismo, hasta yo mismo he cambiado mi punto de vista gracias a escuchar muchos testimonios, por ejemplo en el tema de la gestación subrogada, también en el lenguaje; la i de intersex o el término transgénero, que tampoco lo utilizábamos, se hablaba de transexual”, asegura Paco Tomás. “El uso de la letra ‘e’ en el lenguaje inclusivo o la diversifobia son otros de los cambios que han ido apareciendo en esta década; cuando iniciamos el programa, en 2009, estábamos viviendo el recurso del Partido Popular contra el matrimonio igualitario”.
Paco Tomás señala que todos los temas que pasan por Wisteria Lane tienen una relevancia social. “La semana pasada tuvimos dos agresiones, a un niño de 12 años y a una pareja en Palma de Mallorca por besarse; las agresiones siguen vigentes cada día. Y tenemos que seguir hablando de cooperación internacional, en Chechenia, Uganda o Estados Unidos”. Así, el programa se ha consolidado en el tiempo y ha atravesado momentos históricos para el colectivo, pero también la pérdida de referentes, como la muerte de Pedro Zerolo. “Hay que prestar especial atención a los derechos de las personas trans, porque las personas trans nos apoyaron a todo el colectivo, aplazando sus reivindicaciones para defender otras; pero no podemos olvidar que la extrema derecha está ahí, y hay que mantener vigentes todos los frentes”.
A otro nivel, en el terreno de los podcast, están proliferando una serie de programas diseñados por emisoras independientes o incluso por artistas o periodistas que han tenido la iniciativa de lanzar contenidos nuevos a las plataformas online, incluyendo perfiles que muestran la diversidad sexual y la normalizan. Mezclan la reivindicación con asuntos de cultura pop y contemporánea. Es el caso de ¡Qué Mujer!, un podcast creado por Laura Estudillo y Laura Put desde la primera semana del confinamiento domiciliario, que se ha consolidado en la programación del sello discográfico Subterfuge. Supone una visión feminista y a veces lésbica, de cada uno de los asuntos que deciden tratar, siempre encadenando pistas musicales de todas las épocas e intercambiando opiniones con invitadas.
Desde el mismo prisma de nueva feminidad y lo lésbico, La amiga de mi amiga es un podcast disponible en Spotify mediante el que Zaida Carmona y Cristina Pastrana proponen una pasarela de voces de mujeres lesbianas, extrapolándolas a otras identidades y pensamientos. Desde Barcelona, en su fanzine bollero hablan de sexo y pornografía, de cultura y literatura, convirtiéndose en una plataforma muy especializada sobre la orientación sexual de las mujeres. En cada edición reivindican políticas de igualdad y luchan por una mayor visibilidad del colectivo. El poliamor, las relaciones abiertas, los celos o el sexo grupal son algunos de los asuntos que han tratado en los últimos meses.
Volviendo a la nave de Subterfuge Records hay dos propuestas subversivas desde el prisma LGTBI. Las Blingueras, dirigido por el experto en música urbana y pinchadiscos Agusín G. Cascales, es un podcast enlaza ritmos de baile con manifiestos del colectivo. “Liberarnos de complejos y mostrar pluma si tienes”, es uno de sus lemas, con los que se enfrenta a entrevistas a artistas que hablan desde nuevos códigos sexuales. En la misma línea, pero ahondando en la cultura pop, en la televisión, en el cine, e incluso en la prensa rosa y en la actualidad política, un referente madrileño: Popy Blasco. Inició con Radiosock hace ya una década un formato de radio independiente que llegó a convertirse en podcast.
Ahora, retoma la actividad radiofónica en el podcast Pijas Marrones, un magazín de humor, ironía y mucha telerrealidad, en el que las personas entrevistadas, muchas de ellas intersexuales, de género no binario, maricones, lesbianas, personas trans, hablan de sus gustos e identidad, en un argot que rompe los tópicos y deshace tabús. Critica el heteropatriarcado y la cisheteronormatividad en cada momento que puede, aunque ensalza las herramientas del capitalismo para penetrar en todos los idearios y establecer cambios de conducta. Popy acuña neologismos como manader y fagotas para refererise a modelos diferentes de personas vistas desde lo LGTBI, manifestando un espíritu crítico ante las normas sociales que penalizan, señalan y tratan de etiquetar continuamente al colectivo. Es un manifiesto a favor de la diversidad en todos los sentidos, pasando todos los temas de actualidad por un tamiz que permite hacer una segunda lectura. Las invitadas suelen ser personas referentes de una era de creatividad cultural, una nueva movida madrileña: conversaciones del mundo de moda, la literatura, el cine o la televisión componen el batiburrillo de contenidos.
Un aspecto más personalista e independiente de la sexualidad lo reconducen desde el podcast Las Chicas del Volcán los locutores Donacio y Antonio, dos hombres gays de las Islas Canarias que viven en Londres y centran su programación en un nuevo lenguaje sobre sexo. Hablan de identidades fluidas, bullying e infancias a contracorriente, casos de outing, y cultura queer contemporánea tanto con procedencia de su entorno español como británico, centrando toda la atención en la diversidad sexual y los fenómenos culturales que nacen por parte de personas del colectivo.
Con 81 primaveras, quien fuera durante más de tres décadas director de Radio Nacional de España en Castellón presenta su segundo libro en tres años, un exhaustivo monográfico dedicado a la historia del medio radiofónico en la provincia de Castellón y a todos sus protagonistas. Ayer domingo, 9 d'Octubre, recibió una distinción de la Generalitat Valenciana en la modalidad de 'Periodismo libre en el autogobierno'.