ALICANTE. En abril de 2018 el PSPV perdía la Alcaldía de Alicante tras no lograr sumar los 15 votos necesarios para que Eva Montesinos tomara el relevo de Gabriel Echávarri, quien había renunciado al cargo a las puertas de dos procesos judiciales por presunta prevaricación. La concejal tránsfuga Nerea Belmonte -ex de Guanyar- votaba en blanco y provocaba la pérdida de la vara de mando, que iba a parar a manos del aspirante del PP, Luis Barcala. De esta manera, los socialistas perdían una Alcaldía que apenas les duró tres años después de haberla recuperado por primera vez desde 1995.
En 2019, tras muchas dudas y alguna oferta fallida, el PSPV decidía apostar por el director del Teatro Principal, Paco Sanguino, como candidato a la Alcaldía de Alicante. El resultado fue en mejor que cuatro años antes, con un ascenso de tres concejales, pero insuficiente para convertirse en el aspirante más votado, que fue el popular Barcala quien repetiría en el cargo gracias a su acuerdo con Ciudadanos.
Ahora, a dos años de los comicios locales, en el PSPV vuelve a haber dudas sobre si Sanguino será o no el candidato y, aunque todavía queda mucho tiempo para la cita electoral, hay quien se hace preguntas sobre el futuro cabeza de cartel. Uno de los nombres que ha sonado ya en más de un corrillo socialista es el de la consellera de Sanidad, Ana Barceló. Bien es cierto que la dirigente es natural de Sax, donde fue alcaldesa entre 2003 y 2011, pero muchos recuerdan que tuvo su despacho de abogados abierto en Alicante muchos años y conoce bien la ciudad.
Más allá de esta cuestión, lo que más tienen en cuenta algunos dirigentes socialistas son datos que se manejan en el partido y en el Palau de la Generalitat sobre el nivel de conocimiento y valoración de la consellera de Sanidad. Así, estas fuentes aseguran que Barceló es la tercera responsable del Gobierno valenciano más conocida sólo por detrás de Ximo Puig y Mónica Oltra y, además, una de las más valoradas. Es por ello que algunos no ven descabellado aprovechar esa visibilidad derivada, lamentablemente, de la pandemia, para acometer una 'Operación Illa' en Alicante ciudad. Es decir, tal y como se hizo en Cataluña, donde el PSOE aprovechó la gran visibilidad del ministro, hacer lo propio con Barceló de cara a las municipales. Incluso algunos dirigentes socialistas especulan con que, si Puig adelantara los comicios, la consellera podría encabezar la lista a Les Corts por la provincia de Alicante -ya lo hizo en 2019- y, tiempo después, concurrir a las locales.
Una estrategia para la que, no obstante, la consellera debería seguir en su puesto y probablemente agotar la legislatura. En este sentido, si la pandemia consigue controlarse y Barceló supera este trance sin que sea relevada de su cargo -algo con lo que no pocos dirigentes del PSPV especulan-, podría salir reforzada de la crisis del coronavirus, llevándose en el zurrón la visibilidad y valoración conseguida.
Es en ese aspecto donde algunos referentes socialistas ven una oportunidad en el protagonismo adquirido por la consellera en este tiempo, que quizá podrían valer de cara una misión compleja como es recuperar la Alcaldía de Alicante. Más aún cuando han empezado a surgir informaciones relacionados con otras posibles candidatas como la directora general de Análisis de Presidencia de la Generalitat, Ana Berenguer.