CASTELLÓ. Un año y un mes después de su entrada en funcionamiento, el hospital de campaña de Castellón, ubicado junto al Hospital General, ha comenzado su cuenta atrás. Operarios de la empresa Tragsa han iniciado este viernes las tareas para el desmontaje de la instalación sanitaria, tal y como ha anunciado el Departament de Salut de Castelló.
Aunque fuentes sanitarias no lo confirman, los trabajos se deberían prolongar alrededor de dos meses, con lo que será así a finales de abril cuando la campa en el extremo noreste del General quede libre. De momento, los operarios realizan tareas interiores sobre el equipamiento eléctrico para iniciar en los próximos días trabajos estructurales en el exterior de la infraestructura, señalan las fuentes del Departament castellonense.
La instalación provisional ha pasado por diferentes fases en los 13 meses en que ha tenido uso (ha estado alzada durante bastante más tiempo), pero nunca ha sido necesario, afortunadamente, utilizarla al 100%. Así, en un principio se derivaron pacientes covid de poca gravedad desde los tres recintos covid de la provincia (el General, La Plana y el Comarcal de Vinaròs), pero la evolución de la pandemia en la primavera pasada hizo que no fuera necesaria esta asistencia.
Así, posteriormente ha sido utilizado, sobre todo, como sala de espera y como centro de vacunación para el personal sanitario, pero incluso esta tarea había quedado ya sin uso en los últimos meses al habilitar Sanidad el Pati dels Tarongers frente al General para esta labor.
Ahora, arranca el tiempo de descuento de una infraestructura sanitaria que tuvo un coste inicial de 2 millones de euros, con los que se buscó garantizar la asistencia ante una pandemia de dimensión desconocida, tal y como después se ha demostrado.