CASTELLÓ. Al PSPV-PSOE, principal partido del gobierno municipal, y al PP, máximo exponente de la oposición, les basta con un pleno de un solo punto para enzarzarse en una monumental bronca. Con el paso de los meses (y de los años), muy pocos recordarán que en una convocatoria extraordinaria celebra el 4 de junio de 2020 se aprobó una modificación de crédito de 3,5 millones de euros para amortizar deuda. Sin embargo, en la memoria perdurará la trifulca que protagonizaron la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y el edil popular, Juan Carlos Redondo, con una breve aportación de los portavoces de los grupos municipales, José Luis López y Begoña Carrasco, respectivamente.
La ironía, cuya retórica va siempre acompañada de gestos y muecas, resulta difícil de entender si se hace por videoconferencia. Utilizar el sarcasmo para criticar al adversario político rara vez surte el efecto deseado detrás de un plasma, así que la mordacidad empleada por Redondo con el propósito de afear al Acord de Fadrell su baja ejecución inversora (del 43% en 2019 y del 16% en lo que va de 2020) terminó este jueves en una tremenda reyerta dialéctica.
"Podemos echarle la culpa a la covid-19, pero resulta que el primer trimestre abarca del 1 de enero al 31 de marzo y el estado de alarma se inició a partir del 14 de marzo. La única explicación que nos queda por estas cifras tan pobres [inversiones] es que ustedes tenían información privilegiada sobre la pandemia y, por eso, ya se confinaron y se pusieron en cuarentena", satirizó el regidor del PP.
Estas últimas palabras sacudieron el debate, de tal forma que el fondo de la cuestión quedó en un segundo plano. La alcaldesa rogó al interlocutor popular que retirase la afirmación, "porque le puedo asegurar que no es así". Al negarse éste, la gresca se descontroló.
"La ironía telemática es difícil de entender. También depende del nivel intelectual de las personas. Yo a lo que me refería es que cambiaran ustedes de fase de no hacer nada, a fase de trabajar, porque estaban confinados", le contestó Redondo, haciendo más grande pelota.
"Es bastante necio jugar con la intelectualidad del equipo de gobierno para ampararse en la ironía... Que mientan con el covid-19 me afecta. Es muy fuerte, indignante y de necios lo que ha dicho, y no se lo voy a tolerar. Espero que lo retire en este pleno", replicó Marco.
A partir de ahí, ambos entraron en bucle. No sin antes advertir López que, "por una cuestión de orden, desde el PSPV solicitamos que se retire la alusión al nivel intelectual del equipo de gobierno".
Redondo aseguró que esa referencia directa no se había producido y que, en cualquier caso, antes "revisaré la grabación y, en función de lo que vea, obraré en consecuencia".
En el fuego cruzado, Carrasco salió en defensa de su compañero y calificó de poco "apropiado" las acusaciones de "mentiroso y necio". Una intervención que crispó más los ánimos. "Vaya, vaya. Cuando ustedes [PP] insultan, es cuestión de debate. Cuando lo hacemos los demás, no", afirmó Marco, que avisó que "desde el grupo socialista tomaremos medidas".
La pelotera convirtió en mera anécdota un detalle que en otras circunstancias no habría pasado desapercibido. Las reticencias mostradas por Compromís y Podem-EUPV para apoyar a su socio de gobierno con la modificación de crédito. Los líderes valencianista (Ignasi Garcia) y morado (Fernando Navarro) evidenciaron estar en desacuerdo y solo desde la lealtad institucional no dejaron solo al PSPV en la votación.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara