CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Almassora no ejecutará finalmente el proyecto para rehabilitar el barrio de Boqueres, que incluía la mejora de 232 viviendas del mismo, la mayoría de más de 50 años. Con ello, se perderán 3,7 millones que, tal y como estaba aprobado, debían llegar de Europa en virtud de los fondos Next Generation. A su vez, la Generalitat iba a aportar 172.000 euros, al igual que el Ayuntamiento, mientras los propietarios debían abonar los 291.196 euros restantes.
Así lo ha anunciado el PSPV este lunes y lo confirman fuentes municipales, aunque las explicaciones son diferentes. Mientras desde el partido socialista apuntan a "la falta de voluntad de quien gobierna", desde el consistorio señalan que las obras no se han podido llevar a cabo por diferentes causas, entre ellas que los vecinos no han querido presentarse.
"Los propietarios de las viviendas del barrio Boqueres que podían haberse beneficiado del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia han decidido no presentarse a la convocatoria para mejorar la eficiencia de sus viviendas dada la complejidad que presentaban estas ayudas que contaban con fondos europeos", señala el escrito municipal al respecto, pese a que en julio señaló que había propietarios de 160 viviendas interesados en el mismo.
"Han sido los propios técnicos [municipales] los que han aconsejado, dada la falta de concurrencia, dejar de lado este proyecto", señala el Ayuntamiento, que apunta también a una tramitación compleja, "requisitos que han resultado imposible de cumplir por parte de los posibles beneficiarios". Entre ellos cita el hecho de que el 50% de las viviendas "debían de ser el domicilio habitual de sus propietarios, disponer del informe de evaluación del edificio y el certificado energético". Asimismo, "se requería el acuerdo de todos los dueños" de un bloque de casas, "lo que, desde el principio, generó cierta preocupación por la dificultad que presentaba", señala el consistorio en su nota de prensa.
Asimismo, el consistorio censura que el ejecutivo local anterior "optó por unos inmuebles sin antes hablar con los vecinos afectados y conocer su opinión", algo que difiere respecto de lo que se había venido informando, ya que a principios de año se celebraron varias reuniones con los vecinos para informarles del proyecto.
Ante esto, la portavoz del PSPV, Merche Galí, ha censurado que "menos de medio año ha necesitado la alcaldesa y el concejal de Vox de Urbanismo para abandonar a todos aquellos propietarios que necesitan a su Ayuntamiento para rehabilitar sus barrios, a los que debe prestar asesoramiento y apoyo continuado, más que fotos". Y ha criticado que la alcaldesa María Tormo "no votó a favor de la construcción del colegio Santa Quitèria y ahora no lucha para que hasta el último céntimo de Europa llegue a los vecinos de Boqueres y Botànic Calduch, lo que confirma su predilección por algunos barrios y su manifiesta desidia por el progreso de otros".