Almassora y Onda remodelan varios viales y esquivan el problema de la inflación 

CASTELLÓ. Los ayuntamientos de Almassora y Onda culminarán en las próximas semanas diferentes proyectos de remodelación urbana. Lograrán, si nada se tuerce, sortear los graves problemas que la alta inflación está provocando en la ejecución de obra pública en otros municipios, como por ejemplo l'Alcora.

En Almassora, los trabajos de remodelación de la avenida Castellón avanzan a buen ritmo y concluirán, si no hay retrasos, a finales de diciembre. La empresa Ravi Obras Transportes y Excavaciones ejecuta las obras en el tramo entre la plaza Santa Isabel y la calle Juan Sebastián Elcano por 538.821 euros, cofinanciados al 50% por la Unión Europea con cargo a los Fondos Feder 2014-2020.

La avenida Castellón, que absorbe mucho tráfico al ser usada por los conductores como ronda perimetral, pasará a ser de un solo sentido de circulación para añadir un carril bici. También se mejorarán las redes de alumbrado público, riego y jardinería.

Una segunda razón para remodelar la avenida es resolver los problemas de acumulación de agua cada vez que llueve con fuerza. Para ello se va a construir un depósito enterrado y se creará una red pluvial para conducir el exceso de agua al Barranquet. Además, se renovará la red de abastecimiento de agua potable, que era de fibrocemento, así como la red de aguas residuales.

Cambio de proyecto en Onda

En Onda, los trabajos de reurbanización del bulevar de la avenida País Valencià culminarán "esta próxima semana", aseguran fuentes municipales. La empresa Guerola Transer, que se adjudicó por 926.250 euros las obras cofinanciadas al 50% por los Fondos Feder, finalizará en breve los trabajos con un mes de retraso sobre la previsión inicial. Distintas fuentes aseguran a Castellón Plaza que esto se debe a una modificación del proyecto una vez las obras ya estaban en marcha, así como a algunos retrasos en el suministro de materiales.

La reurbanización ha afectado al tramo de la avenida País Valencià desde las calles Abben al Abbar y Alfons, en el túnel de entrada a Onda, hasta el cruce con la calle Cervantes. En total, 775 metros de avenida.

Se ha mantenido la configuración actual del vial pero se han introducido elementos tecnológicos de smart city: pasos de peatones inteligentes, paneles informáticos táctiles y la renovación de la pantalla gigante ya existente. También se ha añadido vegetación, se ha sustituido el pavimento de las aceras, se han cambiado todas las farolas por otras de led y se han introducido iconos constructivos sobre Onda. De hecho, en el nuevo mobiliario aparece reflejado el escudo de la localidad y la silueta del castillo.

L'Alcora paraliza un proyecto y culmina otro

El consistorio de l’Alcora ha tenido menos suerte que Onda y Almassora en la licitación de contratos en los últimos meses. La inflación ha afectado de lleno al proyecto de rehabilitación de la Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda para su conversión en Museo de la Cerámica. A la licitación de las obras, cifrada en casi 2 millones de euros, no se presentó ninguna empresa y el ejecutivo que dirige el socialista Samuel Falomir no está dispuesto a asumir los 600.000 euros adicionales que se necesitan para salvar el problema de la inflación. De momento, el proyecto está aparcado.

En cambio, el ejecutivo municipal alcorino sí ha logrado culminar las obras de remodelación y mejora de la calle Enrique Granjel Girona, en el tramo desde el colegio Conde de Aranda hasta la calle La Azulejera. La empresa Pavasal completó los trabajos de renovación del mobiliario urbano, de jardinería, de la red de alcantarillado por la acumulación de toallitas higiénicas en algunos puntos y de la red de aguas pluviales para aumentar su capacidad en la calle Benito Pérez Galdós.

Las obras, cifradas en 767.555 euros, también han resuelto los desniveles en algunas calles lindantes y escaleras peatonales que tenían una excesiva pendiente al estar situadas en la ladera de la montaña. La nueva calzada de la calle Enrique Granjel Girona es de sentido único, con tres metros de anchura, aceras y pasos elevados. Hasta ahora el vial presentaba aceras y pasos muy estrechos y acumulación de vehículos aparcados por la falta de garajes en las viviendas de la calle.