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Ascer pide incluir al azulejo entre las industrias expuestas a la fuga de carbono por costes indirectos

18/09/2020 - 

CASTELLÓ. La patronal azulejera Ascer, en coordinación con la industria europea de fabricación de baldosas cerámicas (CET), pide a las instituciones europeas que incluyan al sector del azulejo europeo dentro de las industrias expuestas a la fuga de carbono por costes indirectos, permitiendo su acceso a las ayudas de Estado para Comercio de Emisiones (ETS).

Así, solicita que se reconsidere la decisión de la Comisión de revisión de las directrices de ayudas de Estado EU ETS que, de confirmarse el próximo 21 de septiembre (y todo apunta que será así tras la propuesta del pasado día 15), "discriminará" a uno de los sectores más expuestos a la competencia internacional, dificultando su transición hacia una fabricación baja en emisiones de carbono, según ha informado la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos en un comunicado.

La decisión de la Comisión de no incluir las baldosas cerámicas en la lista de sectores expuestos a la fuga de carbono debido a los costes indirectos del carbono supondrá una "penalización" para un sector "totalmente comprometido con los objetivos de descarbonización para 2050, teniendo en cuenta todas las tecnologías existentes y futuras a su disposición", según Ascer. Desde la asociación empresarial han añadido que para cumplir con los objetivos climáticos, la industria cerámica también dependerá de la electrificación y necesitará incentivos fiscales para compensar los costes adicionales en los que incurra durante la transición hacia una electricidad descarbonizada.

A la hora de elaborar la lista de los sectores más expuestos a la fuga de carbono, y por tanto, elegibles para la compensación por los costes indirectos del carbono, la Comisión ha tenido en cuenta dos factores: la exposición a comercio internacional y la intensidad de CO2.


Según Ascer, la razón por la que el sector de baldosas cerámicas no se incluye actualmente en esta lista de elegibilidad se explica "exclusivamente" por el hecho de que la intensidad de CO2, el segundo criterio para determinar la exposición a la fuga de carbono, se calcula comparando los costes del carbono con beneficios y con costes de mano de obra -fusionados en un indicador económico disponible en Eurostat y conocido como valor añadido bruto -GVA, en sus siglas en inglés-.

Puede compensar el sobrecoste

La patronal del azulejo español ha explicado que el resultado de dicha metodología es que un sector altamente expuesto a la competencia internacional y que tiene márgenes de beneficio ajustados -comparados con los costes de carbono-, pero con costes laborales altos, se considerará que tiene un margen más amplio para absorber costes adicionales del carbono, es decir, utilizando esta metodología, "el regulador de competencia considera que dicho sector no debería ser eligible porque puede compensar este sobrecoste mediante la reducción de puestos de trabajo".

En este contexto, -ha apuntado Ascer- la industria cerámica europea hace un llamamiento a las instituciones de la UE para que dejen de evaluar el impacto de la legislación climática comparando los costes de carbono con los costes laborales. "El valor añadido bruto (Gross Value Added -GVA-) es simplemente un indicador equivocado para este ejercicio y tiene el efecto perverso de penalizar las industrias que son más intensivas en mano de obra, y que son típicamente pymes", ha añadido.

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