De partir el año como uno de los sectores más beneficiados por las subidas de tipos de interés, ha pasado a sufrir en bolsa por la inflación y el deterioro de las condiciones económicas, tal y como explica el analista
MADRID. Al comienzo de 2022 el sector bancario europeo partía como uno de los beneficiados a priori por las medidas de endurecimiento de la política monetaria, tanto en Estados Unidos como en Europa. Sin embargo, en apenas unas semanas, tras el inicio del conflicto en Ucrania, se ha mostrado como uno de los sectores que más ha sufrido las consecuencias -con caídas de más del 30% en los primeros días- para recuperar posteriormente, pero sin excesiva convicción.
La inflación y el deterioro de las expectativas económicas se han convertido en los principales lastres. También el repunte en las primas de riesgo en países como Italia y España. Todos estos factores podrían mantener el peor comportamiento frente a los índices principales.
Es cierto que la exposición directa de la banca europea al riesgo ruso se había reducido mucho en los últimos años, especialmente desde que se produjo la anexión unilateral de Crimea por parte de Rusia. Sin embargo, durante la semana pasada y en el ámbito de sus presentaciones de resultados, BNP, Société Generale, Credit Agricole y UniCredit, cuatro de los bancos con mayor exposición al conflicto generado por Rusia, coincidieron en comunicar un aumento de sus provisiones como consecuencia del mismo:
Pero hay un riesgo que se sigue cotizando de fondo y no es ni más ni menos que el default de la economía rusa, situación que genera elevada incertidumbre respecto a sus posibles consecuencias.
¿Y el efecto de la subida de los tipos de interés en sus cuentas? El repunte de las rentabilidades de la deuda, favorecidas tanto por el endurecimiento de la política monetaria en EE UU y ya también en Europa, tendrán un impacto positivo en los ratios de rentabilidad de la banca y deben ser una buena noticia para sus cotizaciones.
Sin embargo, tiene también su cara negativa y es que ante la expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) retire su Quantitative Easing (QE) -programas de estímulo de la economía-, las primas de riesgo de la periferia están repuntando y esta circunstancia tiene un impacto negativo en las cotizaciones de la banca. Muy especialmente en aquellos bancos más expuestos a la deuda soberana del país, cuestión que tiene especial impacto en Italia, pero también en otros países como España.
En los últimos días se ha lanzado el mensaje desde Unión Europea que se vuelve a trabajar en la implementación de la Unión Bancaria. Que se vuelva a retomar este tema ha sido una sorpresa especialmente en un contexto de tanta incertidumbre. Con todo, el plan de trabajo anunciado anticipa que el proceso será muy largo.
Se han planteado dos fases que aseguran que los distintos países podrían frenar el proceso si lo consideran, porque se ha establecido un periodo de chequeo entre las mesas en las que los Estados miembros podrían evaluar si continúan dándose las condiciones para pasar a la siguiente fase. La incertidumbre económica actual supone un riesgo adicional en el proceso porque el posible deterioro de las cuentas de los bancos será un gran desincentivo para que el proceso siga avanzando.
En cuanto a los bancos españoles, en lo que va de año vemos comportamientos dispares:
Antonio Castelo es analista de iBroker