CASTELLÓ. El nombramiento, la semana próxima, de Blanca Marín como directora general de Aerocas, y con ello del aeropuerto de Castellón, comportará también la vuelta de la bicefalia al frente del recinto aeroportuario provincial. Aunque esta será muy diferente de la que se vivió en tiempos pasados. Mientras desde su gestación la doble dirección de la infraestructura se debía a la colaboración público-privada (así se produjo con los directores de Aerocas y los de Concesiones Aeroportuarias, SNC-Lavalin y Edeis, las empresas encargadas de la gestión operativa hasta hace casi un año) ahora se dará dentro de la sociedad que depende de la Generalitat.
Y es que, aunque Marín será la directora general de Aerocas, Josep Gisbert tendrá también el cargo de director, en su caso para las gestiones con las que tratar de seguir captando viajeros y aerolíneas vinculadas a la actividad turística. De esta manera, la gestión de esta rama de actividad estará escindida de la generación de otras dinámicas complementarias, confirman ambos.
El objetivo de la que todavía es secretaria autonómica de Comunicación es "la generación de un hub, un polo logístico-industrial" en la zona de actividades complementarias de 2 millones de metros cuadrados anexa al aeropuerto. Y para ello tendrá como punto de partida el "plan de diversificación de la cartera de servicios que el Consell está poniendo en marcha".
En este punto, Marín, que fue secretaria autonómica de Economía se fija en el desarrollo de Parc Sagunt, un polígono industrial de más de 1,5 millones de metros cuadrados que estuvo años paralizado y la Generalitat ha logrado revitalizar con la captación de clientes como Mercadona, Tempe (Inditex), Zuvamesa, Crown Holding o Importaco.
En este sentido, Marín destaca que el paralelismo entre ambos suelos entronca con "la existencia de una superficie bien localizado con características y calidades orientadas a la captación de actividades económicas". Sobre cuáles pueden ser estas, de momento la futura directora general del aeropuerto no se cierra ninguna puerta y señala que antes ha de reunirse con los actores económicos de la provincia, muchos de los cuales ya conoce tras su paso por la Conselleria de Economía.
Eso sí, apunta a la logística, la digitalización y todo lo que tiene que ver con la industria, entre otras actividades "que permitan vertebrar económicamente el territorio". Y es que su objetivo, señala, es "diversificar" las actuales labores de mantenimiento y desguace de aviones y las academias de pilotos, que también pretende "consolidar y que crezcan" a corto plazo.
La labor de Gisbert no es menos complicada. Las dificultades que desde el primer momento ha experimentado el aeropuerto castellonense para captar vuelos regulares (por no hablar de los charter, casi únicamente vinculados al fútbol) tienen ahora el añadido de la pandemia sanitaria. "Es un momento complicado, pero nos tenemos que preparar para cuando salgamos de la situación", apunta al respecto.
En este sentido, afirma que el primer objetivo es "mantener las líneas" que, gracias a los planes de posicionamiento del aeropuerto, han plasmado su compromiso para desarrollar su actividad en Castellón durante los próximos años. Asimismo, habrá que reforzar "la promoción" de la provincia "conjuntamente con Turisme Comunitat Valenciana", algo que ya se viene realizando.