CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Borriana ha aprobado el proyecto que permitirá prolongar la calle Betxí, en la zona residencial de la playa. La empresa Vonaliv, que ya presentó la alternativa técnica, se encargará de urbanizar la Unidad de Ejecución A-9.3. De esa forma se reordenará urbanísticamente la zona de chalés, de 1.914 metros cuadrados, según han señalado fuentes municipales.
Las obras, que según el proyecto se ejecutarán en tres meses, permitirán prolongar la calle Betxí en el tramo comprendido entre las calles Sueras y Eslida gracias a un vial de ocho metros de ancho. Se crearán las canalizaciones de agua potable, saneamiento, electricidad y telefonía, hasta ahora inexistentes.
Los vecinos residentes en la zona disponen hoy en día de alcantarillado, electricidad y telefonía en condiciones muy precarias. Las obras también permitirán culminar la urbanización de una de las aceras de la calle Sueras.
Tras la aprobación del PAI y la designación de la empresa Vonaliv como agente urbanizador, solo resta aprobar en breve el proyecto de reparcelación para que las máquinas puedan adecuar la zona. Los trabajos está previsto que se ejecuten durante tres meses.
Fuentes municipales han asegurado que lo más probable es que vean la luz durante el primer semestre de 2021. Las obras de urbanización fueron promovidas en el año 2017 por los propios vecinos afectados.
A escasos metros de este PAI, en concreto en los terrenos situados entre las calles Viver y Juan Lugo, el Ayuntamiento avanza con muchas dificultades en la tramitación de otro plan de reordenación urbanística. En este caso, la Unidad de Ejecución A-11 arrastra 20 años de tramitación y un largo rosario de sentencias judiciales que han añadido obstáculos.
La última resolución judicial, que anuló los costes de urbanización fijados en el proyecto de reparcelación aprobado en el año 2005, ha obligado ahora al consistorio a recalcular al alza las cargas de urbanización del PAI y a aprobar un modificado del proyecto. Las cargas, que en el año 2000 quedaron fijadas en 1,5 millones de euros más IVA, se encarecen ahora en 126.359 euros. De esa cifra, 62.481 euros los asumirá el consistorio y el resto, los propietarios afectados.
La empresa Urbanovenes pugna desde hace 20 años por la ejecución del plan de urbanización de los terrenos de la UE A-11, situados a espaldas del emblemático palacete de Bella Vista.