CASTELLÓ. El proyecto ‘Mapa de fosas del término municipal’ promovido por el Ayuntamiento de Burriana ha logrado los primeros resultados tras la consulta de numerosa documentación, libros, artículos o registros municipales, trabajos arqueológicos y de georradar, ya que se ha conseguido, por primera vez, la anotación de un total de 651 víctimas, según ha adelantado el concejal de Patrimonio, Vicent Granel.
El proyecto, coordinado por Arqueocas Patrimonio y el departamento municipal de Arqueología, ha realizado en una primera fase un exhaustivo proceso de documentación e investigación para determinar la cantidad de fosas o lugares de inhumación de las víctimas de la represión republicana, la Guerra Civil y la represión franquista, tomando como referencia un período cronológico que abarca desde 1936 hasta 1949.
Así, ha explicado Granel, dentro de esta fase se ha conseguido confeccionar varios listados actualizados que muestran los nombres y apellidos de las víctimas (civiles, militares, religiosas), así como datos alusivos a su edad, lugar de defunción y circunstancias, lugar de enterramiento y otros datos de interés.
“Siendo conscientes del interés que puede suscitar este estudio entre la ciudadanía a la hora de conocer el paradero de posibles familiares desaparecidos o muertos, en próximas fechas anunciaremos como poder consultar el listado, y de este modo tener toda la información catalogada para facilitar el trabajo de búsqueda”, ha explicado Granel. Además, en las próximas Jornadas del Memorial Democràtic se celebrará una conferencia para explicar todos los hallazgos, tanto documentales como arqueológicos.
Con los estudios realizados, ha cocluido el responsable municipal, el Ayuntamiento de Burriana “estará en disposición de promover nuevas fases del trabajo encaminadas a la exhumación de las víctimas, su identificación y la reparación de la dignidad de las familias”.
Georradar en 4 zonas
La segunda parte del proyecto ha consistido en un trabajo arqueológico de campo realizado en las instalaciones del Cementerio Municipal al objeto de situar especialmente las inhumaciones de soldados y víctimas de la represión y la guerra.
El edil de Patrimonio ha precisado que con la ayuda de aparatos de detección geofísica y antenas GPS, se trata de “determinar si todavía quedan víctimas de este período inhumadas en el subsuelo del camposanto, en la zona que ocupaban los antiguos cuadros de sepulturas en suelo, ya que en estos casos la falta de documentación relacionada y la inexistencia de lápidas o señales impiden saberlo”.
En el transcurso de los trabajos de campo se han identificado tres zonas con posibles enterramientos no indicados, de las cuales se han barrido dos completas y una parte de la tercera, el resto queda bajo las islas de nichos actuales, según explican los encargados del estudio.
También se ha descubierto que hubo posibles enterramientos en una cuarta zona, extramuros, que actualmente ha quedado englobada dentro del cementerio, “por lo que posiblemente se planteen nuevos trabajos en este sentido”, ha destacado Vicent Granel.
El georradar es un método de prospección no invasivo que emite impulsos electromagnéticos que permiten identificar anomalías en el subsuelo. Mediante barridos laterales y longitudinales, el aparato móvil va creando una malla con irregularidades que han sido estudiadas en un laboratorio informático por la empresa Geozone para tratar de determinar la existencia de dichos enterramientos, su disposición en el suelo, la profundidad, entre otros datos, y situar espacialmente las inhumaciones de soldados y víctimas de la represión y la guerra.