CASTELLÓ. El Castellón cayó en la trampa de la precipitación cuando afrontó los veinte últimos minutos del partido ante el Villarreal B con doble superioridad numérica y con la inercia positiva del gol que acababa de marcar, que suponía el empate a uno. A partir de entonces, las ansias por marcar se apoderaron de un equipo que encontró el efecto opuesto a lo que buscaba, siendo incapaz de llegar con peligro a puerta, y encajando un gol en un error defensivo.
El jugador albinegro Josep Calavera, reconoce que su equipo pecó de descontrol emocional en esa fase del partido. “Es difícil controlar las emociones porque estás a muchas revoluciones y parece que tienes que atacar todo el rato, quieres meter gol porque estás en superioridad y el público te lo pide, pero nosotros tenemos que ser capaces de controlar esas emociones y tener calma y paciencia”, subraya.
El gol recibido en doble superioridad tuvo a Calavera como protagonista involuntario. “Me supo mal porque es una acción evitable y no debo cometer ese error. Me duele por todo lo que supone para el público y para el equipo, pero lo bonito del fútbol es que el domingo que viene hay otra oportunidad para reivindicarse. De los errores se aprende e intentaré aprender de éste”, analiza.
Pese a ello, el centrocampista catalán está siendo uno de los más destacados de su equipo en lo que va de Liga y una pieza clave en el once de Cano. El futbolista asegura estar a gusto en Castellón. “Desde que llegué me he sentido muy cómodo, tanto en lo futbolístico como en el vestuario, donde me acogieron muy bien. Cuando tuve el error, los compañeros se portaron conmigo de una manera increíble y estoy muy bien aquí. Voy a intentar hacer lo que mejor sé, que es trabajar y dar lo mejor de mí para ayudar al equipo a sacar los tres puntos cada fin de semana”, concluye Calavera.