CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ya trabaja en un nuevo plan de movilidad urbana sostenible para cumplir las metas marcadas por Bruselas. En esencia, se trata de reducir a medio y largo plazo la cifra de turismos por el centro para potenciar el uso del transporte público. Con esa premisa, se va a contratar a una empresa externa para que realice por primera vez un diagnóstico actual de la ciudad y a partir de ahí elaborar un informe con propuestas.
En ese documento, además, se recogerán los avances experimentados en los últimos años con actuaciones importantes y cofinanciadas con fondos europeos. Por ejemplo, la transformación que ha supuesto la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
La externalización de un análisis de situación se enmarca dentro de la política medioambiental del equipo de gobierno para rebajar las emisiones contaminantes y garantizar una mayor calidad de vida de los ciudadanos. En efecto, son algunos de los objetivos del nuevo plan de movilidad, que entrará en vigor a partir de 2026 con el horizonte puesto en 2035.
En teoría, dicho plan debía activarse el 1 de enero de 2025, ya que el impulsado en 2007 y que se actualizó en 2015 con una vigencia de 9 años finaliza el 31 de diciembre de este año. Sin embargo, ante la necesidad de disponer de más tiempo para diseñar un documento más acorde a la realidad y los cambios sociales, se ha decidido impulsar una prórroga de al menos un año.
La estrategia sobre la que se trabaja desde hace meses persigue integrar la movilidad en las acciones urbanísticas, gestionar y limitar los aparcamientos para vehículos privados, mejorar la seguridad vial de las calles y ordenar la red viaria del centro. Para ello, se considera fundamental desarrollar y reforzar los diferentes modos de transporte público.
Y aquí juega un papel fundamental el megacontrato del autobús, que tendrá una duración de 15 años y un presupuesto de 150 millones de euros. La modernización del servicio, con vehículos ecológicos y nuevas y más eficientes líneas, marcará un punto de inflexión. La idea es que en los próximos meses se pueda impulsar la licitación.
A ello también se sumará la renovación del servicio de préstamo de bicicletas, lo que se conoce como Bicicas, y que está en marcha desde finales de septiembre. Durante 2025 se completará el establecimiento de las nuevas bases y unidades. Un mayor uso del velocípedo y del autocar facilitará ese propósito de disminuir de manera progresiva la circulación de coches por el casco antiguo.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara