CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló pule el megacontrato del transporte urbano (TUCS) para licitarlo en verano. Aunque inicialmente el área de Movilidad se había marcado como objetivo sacarlo a concurso en el primer trimestre del año, lo cierto es que la Junta de Gobierno Local todavía tardará unos meses en aprobar el expediente para su publicación en la plataforma de Contratación.
La demora se debe a reajustes legales, que no afectarán al presupuesto final del servicio (más de 100 millones) ni tampoco a la concesión (10 años). Sin embargo, sí que permitirán blindar el pliego de prescripciones técnicas y administrativas ante posibles recursos especiales en el Tribunal Administrativo Central. En efecto, tras lo sucedido con el Bicicas, cuya tramitación se interrumpió durante un tiempo por una reclamación de una empresa, el consistorio quiere tener las máximas garantías para evitar sorpresas a lo largo del proceso de tramitación.
Algunas de las mejoras en las que trabajan los funcionarios de Contratación corresponden a la elaboración de un Plan Estratégico de Transporte y al aparcamiento para estacionar los autocares. En el primer caso, la nueva ley de Movilidad de la Comunitat Valenciana de 2011 obliga a incluir el preceptivo estudio en las nuevas licitaciones de transporte público, un documento que el anterior equipo de gobierno (Acord de Fadrell) nunca redactó pese a que el contrato del bus concluía a finales de 2023. En el segundo caso, los técnicos estudian la fórmula para incorporar dentro de la prestación la existencia de un parking a modo de cochera.
Fuentes consultadas admiten la complejidad del encaje de bolillos con el estacionamiento de los vehículos. Ahora mismo se barajan varias alternativas, sin descartarse incluso una inversión para ejecutar la infraestructura. Esta opción elevaría todavía más el presupuesto de 100 millones de euros.
En cualquier caso, el retraso con la redacción del megacontrato ha permitido en estos meses modificar determinadas condiciones para mejorarlo. Por ejemplo, se ha aumentado el alcance de la prestación a fin de que los barrios periféricos estén conectados con la ciudad. Como gran novedad, destaca la nueva conexión con la Marjaleria.
Los itinerarios definitivos de las actuales 19 líneas aún se encuentran en fase de revisión, ya que se busca atender las demandas de los residentes para hacerles partícipes. De ahí que las reuniones con los colectivos vecinales se hayan intensificado de un tiempo a esta parte. La idea del equipo de gobierno estriba en potenciar la eficiencia de las frecuencias. En este contexto, no se descarta apostar por rutas más cortas y circulares con lanzaderas para dar cobertura al centro y su área de influencia.
El transporte urbano tiene un total de 18 líneas regulares, a las que se suma un servicio nocturno (polideportivo Ciutat de Castelló-Hospital General). El parque móvil ronda los 50 vehículos con una plantilla de más de 100 profesionales. Accsa asume la concesión desde 1969. De ese año, ha ido renovando su vinculación contractual a medida que el consistorio ha promovido sucesivos procesos administrativos.